Capitulo 12

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POV Edward.

Me estoy ahogando con el tubo en mi garganta cuando Emmett entra en la habitación —tan rápido como puede con las muletas— seguido de dos enfermeras. Ellas retiran el tubo de mi garganta y el oxígeno de mi nariz. Una de las enfermeras, quien me dice que su nombre es Jessica, toma mi pulso y presión sanguínea, además, realiza todos los procedimientos de rutina que se hacen cuando se despierta de un coma.

—Ya era hora de que despertaras —bromea Emmett, sonriendo ampliamente.

Pongo los ojos en blanco.

—Dios, discúlpame por causarte molestias. —Mi voz se escucha ronca y seca por la falta de uso.

Cuando comienzo a toser, la sonrisa de Emmett desaparece y se apresura a mi lado. Sirve un poco de agua en un vaso y me lo acerca.

—Gracias —murmuro antes de tomar un sorbo, el líquido frío alivia la resequedad de mi garganta al instante.

Un hombre alto, que parece tener alrededor de cuarenta años, con cabello rubio y ojos azules entra a la habitación, con una tabla sujetapapeles descansando en el lado izquierdo de su cadera. Por su apariencia; pantalones negros, playera blanca y una sudadera negra, es bastante obvio que es el doctor.

—Buenas tardes, señor Masen —saluda educadamente, sus ojos están llenos de amabilidad.

—Hola, doctor… —Me callo, dado que no sé su apellido.

Él sacude la mano desestimándolo.

—Por favor, llámame Carlisle —ríe mirando su tabla—. ¿Puedes decirme qué edad tienes?

—Veinticinco.

—Y, ¿dónde estás?

—La unidad médica del Ejército de los Estados Unidos.

—No me digas —se burla Emmett, rodando los ojos.

Le enseño mi dedo medio.

—Sí. —Carlisle, ríe, mirándonos—. ¿En qué país?

—Afganistán —murmuro, removiéndome en la cama.

—Muy bien —responde, asintiendo a manera de confirmación mientras escribe algo en los papeles de su tabla—. Asumo que no recuerdas qué fecha es.

Mi ceño se frunce en concentración, tratando de hacer la cuenta.

—Uh, no.

—Es 16 de mayo —me informa, su boca se curva en una sonrisa triste.

—¿Mayo? —pregunto confundido, mis ojos se ensanchan con sorpresa—. Espere. Eso significa…

—¿Que has estado en coma por un mes? —pregunta Emmett retóricamente—. Sí, ha hecho que mi recuperación sea aburrida.

—Cállate, idiota —me burlo, riendo entre dientes.

—Tu esposa se alegrará de escuchar buenas noticias por una vez —dice Carlisle con alegría.

Mis ojos vuelven a ensancharse y mis cejas se arquean en shock.

—¿Has hablado con Bella?

—Lo he hecho —responde, sonriendo suavemente.

—¿Cómo está ella? —Intento sentarme, pero los cables médicos que tengo a mi alrededor dificultan el trabajo—. ¿Cómo está la bebé? —Suspiro en frustración, dejándome caer en la cama.

—Por favor, Edward, trata de no esforzarte demasiado —me dice Carlisle, mirándome sobre sus lentes.

—Escucha al doc, Ed —dice Emmett, palmeándome el hombro.

Summer RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora