Cuándo todo empezó eramos algo así como el choque veloz de miles de átomos, tu eres un polvo frío y yo era un gas que viajaba en busca de algo mas, al juntarnos y juntar nuestros dichosos átomos todo se salió de control, fuimos demasiado rápido aunque yo no tenia miedo de estrellarme aun así fuera a salir mal herida en ese choque accidentalmente a propósito nació una gran estrella, eramos lo mas candente y envidiados del momento, dentro de ella vivíamos nosotros felices, llenos de amor aunque muchas veces todo se jodiera volvíamos a chocar de nuevo, con mas fuerza, mas poder, brillando mas. Aunque las estrellas desgraciadamente mueren. Nunca dejaste de ser el polvo frío que conocí y yo no deje de ser un gas que era quizás demasiado libre para ti, y morimos. Eso si, morimos como los grandes después de darlo todo.