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- ¡Por el nuevo rostro de Jazz Zone! - Valentina alzó una botella de Coca-Cola destapada. Justin bajó la mirada tímido, soltando una risita pequeña. También alzó su Coca-Cola destapada y la chocó con la de ella. Produciendo el sonido de ambas botellas.
Cuando James le había llamado, interrumpiendo su conversación con Marie, había sido para presentarle a dos hombres que habían estados interesados en Justin desde que este había subido al escenario. Al parecer, tenía varios contratos por discutir con ellos, pero por ahora, le habían ofrecido un viaje a New York por los siguientes tres días para unas presentaciones en un club más grande ubicado en esa ciudad.
- Te felicito. - Valentina le rodeó el cuello con los brazos. Brindándole un beso en los labios. Pequeño y suave. Con sabor a Coca-Cola.
- Gracias, supongo. – Justin alzó los hombros. Sus manos se acomodaron entre la cintura de Valentina, acariciando su piel por debajo de la blusa de seda.
- ¿Supongo? - Valentina enarcó una ceja. – estás loco, esto no se lo ofrecen a nadie, pero llegas tú…
- No sé si tengo el mérito de esto.
- Claro que no, lo tienen tus admiradoras enfermizas. -Valentina dejó la Coca-Cola en la mesita.
Justin alzó una ceja, divertido.
- ¿Enfermizas?
- No han dejado de gritar por ti.
- Bueno, tú tampoco dejas de gritar por mí. – la presionó contra su torso. Haciendo que sus senos se vean aprisionado entre su pecho. Valentina se ruborizó por completo.
La tensión subió. Y la temperatura también.
- No sabía que irías a verme cantar.
- Era una sorpresa.
- Me gustó mucho que estuvieras. – le dio otro beso en los labios. Esta vez más duradero. Sus labios se movieron sobre los de Valentina, comiéndoselos lentamente. – Mnh… ¿has estado bebiendo?
- Solo un Vodka. – dijo en su defensa. Y de inmediato recordó la interesante conversación que había tenido con Marie. Tragó saliva. – necesitaba uno después de ver como todas esas mujeres estaban a punto de tirarte sus bragas.
- Oh. Que exagerada eres.
- Nada. Es que tú no veías como te comían con los ojos. Por Dios, que necesitadas. Que les den y punto.
Justin se mordió un labio. ¿Mejor cosa que ver a Valentina celosa? No, imposible. Disfrutó de la escena. Mientras poco a poco tocaba su cuerpo por debajo de la blusa. Sus manos calientes hicieron contacto con la piel de ella. Dejó la Coca-Cola sobre la mesita del comedor y procedió a meter ambas manos bajo la blusa de Valentina, mientras esta seguía hablando.
- Obviamente, tú no lo notas, porque… es que cantas tan bien, te pierdes en eso, y no te das cuenta que has embarazado a varias mujeres mientras lo haces.
- ¿Enserio? – dijo alzando ambas cejas, sin prestarle demasiada atención. Mientras continuaba con su faena, se relamió los labios al ver los de Valentina moverse mientras hablaba. - ¿estás celosa?
- No. – aclaró ella. Y cuando pudo notarlo, tenía el sostén desabrochado por unas manos traviesas en su espalda, que pronto tocaron sus hombros, bajándole con delicadeza las tiras. Alzó una ceja y besó los labios de Justin con profundidad.
- Sabes que ninguna mujer causa lo que tú causas en mí ¿verdad?
Valentina asintió. Se dejó llevar por él y por sus expertas manos. Que pronto le recorrían la cintura, hasta llegar al borde de su blusa y alzársela. Ella levantó los brazos. La blusa de seda calló al suelo y su ropa interior aun colgaba de sus brazos.
- Sabes que ninguna mujer es tan hermosa y sexy como tú ¿verdad?
Valentina volvió a asentir. Sentía su cuerpo arder ante cada palabra que Justin recitaba en su oído. Cerró los ojos al sentir como las manos de este le quitaban el sostén sin poder esperar más. Estaba desnuda de caderas hacia arriba y apenas podía sentir que lo estaba.
- Que ninguna mujer me pone tanto como tú con sus celos. –Justin se inclinó. Brindándole un suave beso a Valentina. Se le separó unos centímetros, sintiendo su aliento abrazador junto al suyo, y terminó por besarla de nuevo, esta vez más fuerte y salvaje, comiéndosela, mordiéndole los labios desesperadamente y sin alivio. – que no hay nadie en el mundo que quiera más que a ti. – le rodeó el rostro con las manos, encerrando a la vez su cabello en él y haciendo parecer a Valentina una niña pequeña. – eres preciosa, gatita.
“Gatita” oh… cuanto le gustaba cuando le decía así.
- Y ahora mismo quiero hacerte el amor. – la mirada de Justin cambió de color. De verdad tenía muchas ganas por hacérselo. Cuando pudo notarlo, tenía a una Valentina descontrolada, que le quitaba la camisa americana rápidamente y tiraba de ella para desaparecerla.
- Ya estamos a mano. – le sonrió ella.
- Eso parece. – la abrazó por debajo de los muslos y la cargó entre sus brazos. Sus lenguas se juntaron. Abriéndose cada una en el aliento del otro.
Valentina soltó un gemido mientras Justin la paseaba entre sus brazos de camino hasta su habitación. También quemaba en ganas por hacerle el amor a Justin. Quizá nunca lo había deseado tanto como ahora. Se debía tal vez a las necesitadas ganas por demostrarse a sí misma que Justin era suyo y de nadie más. Ni de Marie, ni de esas mujeres que habían estado gritando por su novio en ese club de Jazz.
Justin la tumbó sobre la cama, subiendo sobre ella muy despacio y utilizando la boca para besarle cada espacio de su cuerpo. Empezando por su ombligo y continuando por sus senos. Mnh… probó uno de ellos, mordiéndolo con delicadeza. Valentina soltó un gemido, y después uno más fuerte, al sentir los dientes de Justin estirarle un pezón.
- ¡Oh! – gritó desesperada. Su cuerpo convulsionaba de puro deseo. Estaba tan caliente. Mientras este jugaba con sus senos, abajo, se dedicó a quitarle los pantalones y los tacones altos. Dejándola solamente en bragas. Mojadas bragas por el delicioso deseo entre los dos.
– Mnh… - se detuvo. Los ojos de Valentina se habían llenado en lágrimas por las mordidas de Justin, aunque también se debía a la satisfacción. – puedo olerte. – le dijo en un tono ronco completamente delicioso de escuchar. Los dedos de Justin le tocaron el muslo izquierdo, poco a poco hasta llegar a su monte de Venus, aun cubierto por las braguitas. Acarició y sobó lentamente. Que mojada estaba joder. Cuando le ponía. – mojada y lista para mí… - dijo en tono aprobatorio. – buena chica. Vamos a ver qué podemos hacer. – le abrió las piernas con sus grandes manos. Perdido en el deseo. Su vista se llenó de lujuria, nublada y excitada. Tragó saliva. Su erección crecía rápido y estaba durísimo por el contacto que sentía con el sexo de ella y por olor que percibía. Se relamió los labios y se inclinó para besarle el vientre.
– Mnh, Justin… - Valentina se mordió un labio. Inclinó sus caderas hacia adelante, para poder sentirlo más intensamente y en colaboración. Este la recibió ansioso.
- Todo lo que podría hacerte Valentina. – Justin bajó la mirada. El bulto en sus pantalones le exigía tantas cosas. Respiró hondo y trató de hacer esto. Quería comérsela. Ahí. Sí. Abajo. Y no lo pensó más, bajó delicadamente las braguitas de Valentina. Olfateó una vez más. Coño. Que delicia. Besó su monte de Venus y entre pequeños besos calientes y húmedos, llegó a sus labios vaginales. Y justo en ese mismo espacio, tocó su clítoris con la lengua.
- ¡Arg! - Valentina arqueó el cuerpo. No le dio tiempo de respirar. Abrió los ojos y quiso pedirle que siguiera, pero de pronto su celular, ubicado en la mesita de noche, empezó a sonar.
Justin frunció el ceño. ¡Maldición! Obviamente quería follarla con tranquilidad.
- Contesta. – le dijo, una idea le había iluminado. Una idea excitante.
- ¿Qué?... pe…pero…
- Contesta. – le ordenó, estiró el brazo y le alcanzó el móvil. Valentina lo miró extrañada, caliente y sin entender.
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●Tentation2● {Cancelada} {нσt - Justin Bieber}
Romance¿Estas preparada para esto? Todos los creditos a su autora @Skynothelimit