ᏚᎪᏞᎪ ᎠᎬ ᏢᎡáᏟᎢᏆᏟᎪᏚ

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-Aish. -la frustración que desprendían mis poros era palpable. Iba rumbo a la sala de prácticas de Bangtan a llevarle algo de comer a J-hope. Su manager, quien debía ser el que hiciera eso, me lo había ordenado con superioridad. No me molestaba ver a Jhope para nada, pero si la forma de su manager. Solo porque estuviera en esa compañia haciendo prácticas no tenía el derecho de tratarme como a su sirvienta.

Abro la puerta sin medir mi fuerza, perdida en mi propio enojo para quedarme sin aliento con lo que encontré. Jhope estaba acostado en el piso, sin camisa, sudando y completamente agitado. Me quedé muda por varios minutos contemplando su escultural cuerpo.

Me acerqué suavemente cuando conseguí salir de mi imaginación y le coloqué la comida a su lado-. A..aa..aqui tienes. -me dispuse a retirarme pero él me agarró el brazo.

-No te vayas. -me detuve pero aun así no podía mirarlo.

-Deberías comer algo. -dije con vergüenza.

-¿Por qué no me miras? ¿Tan mal estoy que no merezco ni que me mires?

-¿Estás bromeando verdad? -lo miré seria a los ojos.

-¿Entonces por qué no me miras?

-No se si te has dado cuenta, pero te falta ropa, y si no te miro es para evitar que pensamientos indebidos fluyan por mi mente. -dije como si se tratara de algo obvio mientras no podía despegar mis ojos de su pecho desnudo.

Jhope rió dulcemente antes de dejarme loca con su respuesta-. ¿Y por qué no los dejas fluir?

Me quedé muda, perdida en la profundidad de esos oscuros ojos. Ligeros golpecitos en el suelo de madera me trajeron de vuelta-. Siéntate.

Me senté justo a su lado, él aun estaba acostado. Algo en su mirada me decía que no se encontraba bien. Se le veía distraído, preocupado-. ¿Qué te pasa? -dije sin poder aguantar el verle así.

-Solo estoy cansado. -dijo quitándole importancia.

-Vamos Hoseok algo te pasa, no me mientas. -comencé a acariciar su cabello inconscientemente acercándome más a él.

-¿Hoseok?¿Por qué tan serio? -intentaba cambiar el tema pero no lo dejaría. Alcé mi ceja y le hice saber que no pararía hasta que confesara-. Vale. -apartó su mirada de mi, vencido y listo para hablar-. Es la coreografía, aun no sale como quiero. -nos miraba a los dos por el espejo del salón.

-Hoseok pero si te la acabas de aprender hoy.

-¿Y qué?

Tomé su rostro con la mano que no tenía acariciándolo y lo giré para que me mirara-. Eres sin dudas el mejor bailarín he que visto. -Aquellos ojos negros se iluminaron con un brillo hermoso-. ¿No me crees?

Me levanté veloz y me paré frente a él quien se sentó para ver que hacía-. Cuando haces esto y así. -comencé a imitar algunos de sus bailes más sexys sin saber muy bien lo que hacía-. ¿Sabes lo bien que te ves haciendo eso? -imité además sus gestos al bailar, esos que te llevan a la luna de tan solo echarles un vistazo.

Mis mejillas ardían y ninguno podía parar de reír-. Si yo me veo así bailando ¡Dios! Mataría a cualquiera. -mordió su labio calentando todo mi cuerpo.

-Ya no bromees.

-Es en serio.

Un suspiro cruzó mis labios. Mi corazón se estaba acelerando demasiado y sus palabras y dulce mirada no me ayudaban a calmarlo. Se acostó nuevamente de lado y me hizo un gesto para que fuera hacía él. Yo obedecí y me senté en el suelo.

-Me encanta que me acaricies el pelo. -una enorme sonrisa se formó en sus labios y yo me dispuse a continuar con las caricias.

-¿No vas a comer? -dije al verlo cerrar sus ojos.

J-hope One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora