1- El principio de una pesadilla.

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Eran alrededor de las 2:00am cuando un fuerte ruido sacó a Dorian de su ensimismamiento, apenas voltea se da cuenta que es su padre, el cual se encontraba apoyado de la puerta con su gran estatura y su cabello grisáceo.

-Es demasiado tarde, ¿no crees que deberías dormir ya? Mañana comienzas la última semana de tu primer período universitario- pronuncia lleno de orgullo.

Para Dorian no fue tan sencillo este primer período, los exámenes atacaron cada vez más su itinerario, siendo uno más complicado que el otro, de hecho, ni siquiera estaba cursando la carrera que desde chico deseó. Simplemente no pudo ser admitido y tuvo que optar por alguna otra carrera que estuviese vacante. Y así fue como terminó estudiando química, solo debía sobrevivir a este primer período para optar un cambio y poder al fin estudiar abogacía, cosa que desde niño le había hecho mucha ilusión.

Al ver el reloj se percató de lo tarde que era, se había desvelado estudiando para el último examen que tendría en química, ya solamente faltaba una semana para finalizar todo su castigo de 6 meses.

-Lo siento mucho, realmente me dejé llevar por todo- se encoje de hombros.

-Lo sé hijo, ya vas a terminar, luego de eso seguiré viendo cómo te vuelves loco, pero en la carrera que te gusta- Dice Joe mientras ríe, para luego dejar a su hijo solo.

Dorian fuerza una sonrisa cansada, aunque le divirtió lo que dijo su padre, ya era muy consciente del cansancio que minutos atrás no había hecho acto de presencia. Sin perder tiempo volvió a leer aquella palabra que le resultaba difícil pronunciar, y luego fue a dormir.

Poco a poco Dorian fue abriendo sus ojos para así darse cuenta que estaba amaneciendo, vio el reloj y ya era hora de empezar a arreglarse, solía pararse con unas 3 horas de anticipación ya que la universidad quedaba a una hora de su casa, y si algo era importante para él, era la puntualidad, más siendo esta su semana final en la carrera.

Luego de ducharse y vestirse, bajó a desayunar, para ser sinceros, el día empezaba bien, él se sentía preparado, y para completar su madre había preparado tostadas francesas, su desayuno favorito, muy animado se sentó en la mesa a comer, bueno, a devorar su desayuno.

Todo transcurrió en completa normalidad, Dorian se despidió de sus padres y fue hasta la parada del bus. Ahora sí comenzaba oficialmente su día.

Se sentó a esperar, hasta que decidió leer las noticias en su teléfono, solo pretendía mirar por encima hasta que se concentró mucho en los encabezados, o quizás demasiado. Su dedo pasaba entre artículos que hablaban sobre la escasez que poco a poco iba cobrando auge en el país, hasta las marchas por el alto costo de la vida. Dorian pensaba que todo vendría a ponerse peor, tal vez a él por vivir en un lugar privado no le afectaba la inseguridad, pero pronto todo se saldría de control, pero ¿Cuándo es pronto?

-Bonito teléfono, quisiera uno así- Un desconocido lo sacó de sus pensamientos, el voltea a verlo y parece alguien muy decente, vestido con una camisa a cuadros y un jean negro.

-Eh, gracias, supongo- Logró articular un poco desorientado por el comentario del extraño.

-Creo que no me has entendido- Dice el hombre un poco más serio que antes, mientras saca de su bolsillo trasero un revolver. Dorian palideció, el juraba estar solo, nunca pensó que alguien más se daría cuenta de su presencia, ni de su teléfono.

Sin más que hacer o decir el simplemente hizo lo que el otro hombre pretendía, le entregó su teléfono sin rechistar y solo se quedó callado como si no hubiese sucedido nada, maldiciéndose a sí mismo por haber sido tan imprudente al sacar su teléfono a esas horas.

-Así me gusta amiguito- Dijo el hombre con una irónica sonrisa en el rostro, para así seguir su camino con el revolver en su mano y el antiguo teléfono de Dorian en la otra. Pues, en esto es lo que se había convertido este lugar, un verdadero infierno. Poco a poco todo iba empeorando, muchos culpaban al gobierno, pero el verdadero virus que estaba enfermando la nación era su gente, personas que no valoraban lo que tenían, que simplemente deseaban obtener todo de manera fácil, Dorian sabía que el gobierno era culpable de muchas cosas, pero hasta que la gente no se diera cuenta de su inconsciencia, ni de sus malas actitudes, nada en este lugar cambiaría.

Después de su repentino despojo, llegó el transporte, como de costumbre al entrar dio los buenos días, cosa que muy pocos contestaron, le restó importancia a ello y se sentó en el primer puesto que vio vacío. Sus pensamientos estaban en como hubiese sido todo si él nunca hubiese sacado su teléfono, ¿tal vez le hubiesen hecho daño? O simplemente lo hubiesen pasado por alto, aunque la segunda opción era poco probable; Ya al bajarse del transporte se limitó a acomodar su cabello castaño y seguir su camino hasta el salón, su prueba era a primera hora. En medio del camino saludó a algunos conocidos, que a pesar de su estancia de 6 meses Dorian no tuvo la suerte de conseguir algún amigo, solo tenía conocidos.Realmente la universidad era bastante diferente a la secundaria, teoría que Dorian nunca creyó hasta que la vivió en carne propia. 

Ya en el salón se sentó de primero, saludó a alguno de sus compañeros que entraban y luego de eso entró el profesor, de repente los nervios se hicieron presente, realmente deseaba sacar la nota máxima, debía tener un promedio intachable para hacer un cambio sin ningún tipo de problema, el profesor dio los buenos días, y se limitó a dar una breve charla.

-Como saben, hoy tiene una importante prueba, aunque es mi deber informarles que por problemas directos entre el rectorado de la universidad y ciertos entes gubernamentales las clases quedarán suspendidas hasta nuevo aviso, por lo tanto la prueba quedará para después que retomemos la actividad académica- Todos pusieron cara de sorpresa al escuchar esto, ¿A qué clase de problemas se referían?- Además qué...- Siguió hablando el profesor- Se rumora que el cuerpo militar piensa tomar la centro de la capital en protesta a la supuesta inseguridad que figuran nuestras marchas estudiantiles, en las cuales las victimas realmente terminamos siendo nosotros, así que por su seguridad les pedimos que se regresen a sus hogares y estén pendientes de las noticias- Dicho esto el profesor se dio la vuelta para ir por sus cosas, las cuales había dejado en el escritorio, cuando de repente unos fuertes impactos estremecieron a todos, parecía venir del pasillo.

-Buenos días- Pronunció un hombre uniformado mientras abría la puerta de golpe, todos se quedaron paralizados, algunos de la impresión pero Dorian, Él ya estaba un poco asustado.

¿Qué se supone que estaba sucediendo? Se preguntaba a si mismo mientras se sentía cada vez más desubicado. 

¡Hell-o chicos! Si has llegado hasta acá significa que leíste este primer capítulo *Omaigosh*

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Ahora sí, en serio espero que les haya gustado y cualquier corrección déjenla en sus sexys comentarios, se los agradeceré, todavía todo está tranquilo (entre lo que cabe) pero les prometo que este segundo capítulo vendrá un poco intenso, ¡me despido, y nos leemos luego!♥

El Miedo no es una Opción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora