Caminamos juntos a la escuela, yo habia perdido la capacidad de jugar al fútbol o hacer cualquier otra cosa, pero Lidia se quedó a mi lado sin mirarme enojada o decepcionada, Con amnesia ella era para mi una completa desconocida y sin embargo Lidia estaba siempre junto a mi. ¿ Fue Lidia como es conmigo cuando la conocí la primera vez ? tal vez me apoyó en ese entonces también. En el camino me parece que las personas estan prestando atención a su carita sonriente.
-Hola Maty, lo siento por llegar tarde, hoy el club me mantuvo ocupada- dice Lidia entrando a la habitación del hospital.
-El fútbol no es todo lo que hay en la vida de todos modos- dije amablemente.
-cada uno tiene sus preferencias a tratar con lo que le gusta hacer- Dice Lidia de pié en frente de mi- yo, bien me gusta mirarte, cada vez que te miro sale una extraña sensación dentro de mi- se le ve apenada- ¿Te sucede lo mismo? ¿Sientes eso?- pregunta, mi corazón saltó, no dije nada.
-¿Por que los chicos siempre son tan pervertidos?- su expresión era de asco.
-así es como los chicos somos -respuesta sincera.
-¿de verdad? sigo sin entender pero obligar a las niñas a hacer cosas sucias es malo, no, no es que te haga mala perso...- se detiene- ¿ por que estoy incluso hablando de algo esa manera? que vergüenza- esta alterada- ya es tarde, debo irme a casa.
-¿tan rápido te vas?- pregunté, ¿ y por que me importa?.
-nos vemos mañana- dice ya marchándose.
Después de que se fue me quede todo el día mirando como empezó y seguía lloviendo por la ventana, llego la noche y dormí.
