Mensaje equivocado {Asa Butterfield &tú}[TERMINADA/POR EDITAR]

Capitulo siete

El me beso de una forma en la que nadie lo había hecho, haciéndome sentir cosas que nunca había sentido, ni con Blake. Fue un beso largo y tierno y en el pude sentir todo el amor de me transmitía. 

A la mañana siguiente cuando desperté me di cuenta que no estaba en mi casa. Había dormido con Asa, me quede mirando la habitación por un rato hasta que me di media vuelta para mirarlo a el. Era hermoso, su piel, sus ojos, su forma de ser, todo,  y me di cuenta que nunca antes lo había notado. Hasta que me di cuenta porque nunca lo había hecho, estaba casada y enamorada de Blake. Me levante y me vestí. 

Estaba apunto de salir cuando escucho a Asa hablarme. 

-¿Te vas sin despedirte?

-Lo siento, me tengo que ir. -El avanzo hacia mi y deposito un tierno beso en mis labios a lo cual yo sonreí. 

-Espero volverte a ver pronto.

Cuando iba camino a casa hice una parada en una parque que estaba de camino. Me senté en una banca y me quede pensando. ¿Que es lo que acabo de hacer?, me cuestione. Estaba  casada, casada felizmente y enamorada de un hombre maravilloso que amaba también. Había estado enamorada de Blake mucho tiempo, tuve varios pretendientes pero yo siempre lo quise a el, incluso cuando el no lo hacia. Tenia un matrimonio feliz, entonces, ¿porqué lo hice?. Me quede unas horas pensando en todo y nada, mirando a las parejas que venían al parque. 

Llegue a casa alrededor de las seis de la tarde, Blake debe estar trabajando aún, pero no quería llegar a casa aún, me sentía una mentirosa, iría a mi casa y ¿fingiría que nada paso?, ¿iría y lo besaría como si nada hubiera pasado?

Cuando abrí la puerta lo primero que vi fue la cara de preocupación de Blake, enseguida el se levando y camino hacia mi. Me abrazo diciendo:

-Dios mio, _____ me tenías preocupado, ¿donde estabas?. -se separo para mirarme a los ojos.

Y sí, esa era mi marido, el hombre con el quien había jurado estar para siempre y serle fiel, y ahora lo había engañado, y no con cualquier persona. Estaba mal esto, el no se merecía esto, debía decírselo, pero en cuanto abrí la boca no salio nada, solo comencé a llorar.