Annabelle: una hermosa joven, que utiliza sus dotes de belleza para robar a sus víctimas.
Los seduce hasta alcanzar su objetivo. Su olor los atrae, su mirada los embruja, su caminar los tienta y su voz les encanta.
Un simple lenguaje corporal de el...
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— ¡Ay! que rico— dice la chica rubia que tengo entre mis piernas, pidiendo me mas cada vez que la penetró
Acarició sus duros pezones chupándolos, mordiéndolos, mojándolos y sintiendo como su vagina se contrae con cada embestida que le doy
— ¿Te gusta?— le preguntó junto con una fuerte embestida, haciendo la sostener un grito en su garganta
— sí, mucho— me dice lo que ya se, en un jadeo
Mi pene se pone más grande y duro cuando la levanto de la cama haciendo que sus rodillas la toquen al igual que sus brazos y quedando flexionada, me coloco detrás de ella y la agarró de la cintura penetrándola uno, dos, tres, cuatro veces; me muevo lentamente dentro de ella haciendo la sufrir y que me pida más
Se quedó callada y su silencio me hizo darle una muy dura y fuerte embestida, soltó un fuerte grito pidiendo me que le diera "más" y eso era lo que estaba esperando
La acuesto en la cama y me monto encima de ella, penetrándola sin piedad sintiendo el arqueo de su espalda
Sus muslos se contraen cuando dejo de penetrarla duro y lo hago de una manera suave y lenta
— follame duro— me dice casi en una súplica, y eso hace que mi pene palpite
Toco cada parte de su cuerpo sin excepción alguna, la acarició y besó de una manera que sé que quedaré marcado en su cuerpo y mente, nunca podrá olvidarse de mí y eso me excita más
Nunca repito sexo con una mujer y eso lo saben desde antes que las lleve a mi cama. Pero son tan masoquistas que no les importa que las trate como una perra, sólo les importa saber que han sido folladas por mí. Ellas saben que yo sólo les puedo dar placer y nada más
Siento como sus muslos se contraen haciendo me saber que está apunto de venirse y mi pene vuelve a palpitar informando que también quiere terminar esto
La pego más a mí, agarrando fuerte sus muslos y penetrándola lo más profundo y duro que puedo
La agarró de su cabello y lo jalo hacia atrás y aprovechó que arquea su cabeza junto con su espalda, dándome una buena vista de sus suaves y rosados pezones y sin poder resistirme meto uno en mi boca y lo muerdo tan duro que la escucho gritar mi nombre mientras yo me vengo llenándola toda de mí, (aunque tenga el condón)
Hago mi trabajo y me salgo de ella, sacando el condón y botándolo a la caneca
Me acuesto de espalda en la cama y cierro los ojos, pero los abro con pesadez cuando la rubia me habla
— ¿Te gusto?— me pregunta de una manera según ella sexy, pero pareció más a una puta barata
— No estuvo mal— me limito a decir volviendo a cerrar los ojos
La escucho gritar miles de insultos pero no le prestó atención, todas son así. Después de una tanda de sexo esperan que les diga que las "amo" o que las "quiero" pero ellas saben que no les puede mentir de esa manera
Escucho como se levanta y creo que se comienza a vestir por que la siento buscando algo y cuando por fin lo hace sale de la habitación cerrando de un portazo la puerta
— Pobre puerta— digo antes de por fin caer dormido
