1.-¿Sueño?

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•SONIC•

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•SONIC•

Era una noche agradable y calmada, como muy pocas veces se lograba ver en aquellos alrededores tan llenos de vida y a la vez de un pasado lleno de tristeza. El aire resoplaba con suavidad, meciendo sutilmente las hojas de los arboles, formando una hermosa melodía.

Las estrellas brillaban a la par del segundo, una más brillosa que la otra pero sin perder su encanto que las caracterizaban.

Caminaba tranquilamente sobre el verde pasto, disfrutando del aire que acariciaba mi rostro y mecían mis largas y azuladas púas, llevandose consigo un murmullo de recuerdos, como si la misma naturaleza quisiera hablarme.

Después de un largo día de luchar contra el gordinflón y recorrer el mundo por milésima vez, tomar un pequeño paseo bajo la luz de la luna era la mejor manera en que podía relajarme, aunque, creo que es la mejor que conozco. Los sonidos de la naturaleza me eran tan tranquilizantes, relajaban mi tan deteriorara alma.

No muy lejos de mí, se encontraba un árbol más alto que los demás, sus ramas eran largas y gruesas, en ellas se aferraban con fuerza las pocas hojas que aún no caían por el otoño. El gran árbol se mantenía en pie a pesar de todos los daños que había recibido a transcurso de los años. A la vista de cualquiera le podría parecer un árbol viejo y débil, que en cualquier segundo podía derrumbarse, pero para mí, no era más que un reto.

Esbozo una sonrisa arrogante y de un gran salto me dispuse a subirlo sin tener el mínimo cuidado de mis pisadas. Después de todo, no era algo imposible para mí, con mi fuerza y agilidad, llegar a la sima solo era un simple chasquido de dedos.

Tengo que admitir que la vista era realmente esplendida, no podía evitar sentirme tan maravillado y con la adrenalina invadiéndome. Green Hill siempre fue mi lugar favorito, mi único lugar en el mundo en donde fui libre por primera vez. No me importaban los años que pasaran o las guerras que sufría, este lugar jamás perdía su encanto.

Deje caer mi cuerpo sobre una de las ramas, cerrando a la vez mis ojos, disfrutando del momento tan tranquilo.

Soy considerado el ser más rápido de la tierra, mi vida es a toda velocidad con una gran mezcla de peligro, no conozco ningún límite, hasta dudó que exista uno, pero de vez en cuando me gusta tomar un respiro, gozar del bello regalo que la vida me obsequiaba.

Mi vida no es sencilla como muchos creen que lo es, me esfuerzo en mostrar una sonrisa a los demás y en brindarles apoyo, demostrar el héroe valiente que creen que soy, pero, no por ello significaba que fuera del todo feliz. Tengo momentos buenos, momentos que los llevo muy cerca de mí, pero el pasado siempre está ahí para atormentar los bellos recuerdos que trato de conservar con esfuerzo. Admito que no suelo tratar mucho mis problemas, ni siquiera contárselo a alguien para que me aconseje, no es muy mi estilo. Haga lo que haga, escapar de ellos me es imposible y temo que jamás logre huir de mis pesadillas, temo que sea consumido por ellas y convertirme en una persona diferente a lo que soy ahora.

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