2.-Mala Decisión

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¿Cansado? si esa fuera el sentimiento que tuviera que utilizar para describir como se sentía se quedaría demasiado corto

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¿Cansado? si esa fuera el sentimiento que tuviera que utilizar para describir como se sentía se quedaría demasiado corto.

¿Adolorido? De alguna manera sabía que esa palabra no igualaba su pesar.

Respirar en esos momentos era como sostener una tonelada de metal sobre su pecho, una sensación de dolor pura, una que se apoderaba de él en cada movimiento que daba.

¿Cuanto llevaba así? ¿Una semana? ¿Un mes? Perdió la cuenta desde aquella maldita pesadilla.

El recuerdo lo torturo por varios días, sin poder mirar a su amigo y sentir una gran culpa en su pecho, desgarrando toda su alma y produciéndole un intenso mareo. Tuvo que evitarlo con excusas absurdas por varios días.

Mas no era lo peor de todo, aunque lo quisiera.

Su "yo" o quien sea que fuera lo seguía a todas partes, pero ya no como una sombra. Podía sentirlo, escucharlo, verlo, pero solamente él.

Las noches se volvieron una tortura, sin poder conciliar el sueño y el oscuro erizo se esforzaba por cumplirlo.

Zarandeaba su cuerpo y lo observaba mientras jugaba con sus largas garras sobre su sensible piel.

Le susurraba palabras extrañas y sonreía con malicia cuando lo miraba. Asegurandose de mostrar sus afilados colmillos amenazantes, casi susurrando la promesa de causarle un dolor desgarrador.

Al principio creía poder controlarlo, ignorando todas sus acciones, haciéndose creer que realmente no estaba ahí.

Pero eso solo hizo molestarlo más.

Ya no dormía, ya no comía. Cada acción que hacía era juzgada por ese ser, murmurando cosas desagradables que le hacían perder el apetito, las ganas de moverse. Perdiendo poco a poco la confianza en sus acciones.

Cada día amanecía con nuevas marcas en su cuerpo, aveces simples moretones y otras unas largas cortadas en sus frágiles brazos.

Ya no podía soportar más.

El sonido del golpeteo en la puerta lo hizo sobresaltarse y regresar de golpe a la realidad, miró con ansiedad aquel pedazo de madera tan lejano con temor .

— ¿Sonic? —

La voz de su fiel amigo sonaba detrás de esta, notándose la gran preocupación que tenía.

Movía sus manos de un lado a otro, sin saber qué hacer o qué decir. No se sentía listo para hablarle, ni siquiera para verle. Los recuerdos aún seguían tan vivos como la última vez.

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