HOSPITAL- ONE

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Ayer cuando llegue aquí el  lugar se me hacia frío y oscuro.

Creo que ya no lo es tanto, considerando que sera mi nuevo hogar a partir de ahora, o por un tiempo al menos.

Sentada en aquella silla solo mis dedos se movían, el uno contra el otro con desesperación y nerviosismo. El aire acondicionado me estaba matando, saldría enferma probablemente.

Una mujer de blanco, como todos los que aquí trabajan, camino hacia mi y sonrío. Ella era rubia y alta, aseguraría por cualquier cosa que es de dependencia Polaca o Rusa.

"SEÑORITA, DESEA ALGO?" cuestiono amablemente con un extraño acento

"NO" respondí por lo bajo "YO....ME BUSCARE ALGO"

Me pare evitando el contacto visual con la enfermera y echándole una rápida mirada a Derek salí de la habitación.

En el pasillo se podían ver camillas de todos los tamaños. Un hombre ayudaba a una muchacha  renga a caminar con cuidado hacia el lado contrario del pasillo.
Llevaba una bata suelta y la mirada se poso en mi. Me miro y su boca intento esbozar una sonrisa, sin embargo le fue imposible...algo muy malo le habría pasado. Horribles accidentes.

Seguí mi camino con pasos firmes. Pude divisar al hombre quien me ayudo a encontrar el 665. No me estaba prestando atención, si no a una niña que entraba a lo que supuse es su oficina, junto a su madre y un sandwich en su mano.

Mire hacia adelante otra vez y acomode la bufanda, que me habían dado justo ahi, correctamente en mi cuello.

"DISCULPE..." pedi a una de las encargadas de limpiar ese sector "SABE SI ESTE LUGAR TIENE UNA CAFETERÍA O ALGO?" Cuestione

"TERCER PISO A LA IZQUIERDA" respondió en tono frío e indiferente sin siquiera darse la vuelta.

Seguí las instrucciones agradeciendo a la mujer. Llegue a una pequeña cafetería. No era un Starbucks pero tampoco estaba mal para un simple hospital de South Dakota.

Pedi lo primero que se me vino a la cabeza.

Derek y yo siempre tomábamos te en la mañana por lo que no era una mala opción.

Me senté en las horribles mezas metálicas, sonriéndome a mi misma.

"QUE LO DISFRUTES DEREK" susurre a mi hermano imaginario frente a mi en la silla y levante la taza tomando un poco. Nada mal para un hospital.

Deje que la bebida algo caliente quemara en mi garganta y mordí mi dona. Acabe todo en segundos siendo observada por la mujer que me lo entrego ya que era la única en las mesas.

Volví a pararme y dejando un poco de propina, camine por donde vine.

Entre con cuidado, esta vez si en verdad, y me encamine hacia mi hermano mayor. Era irreconocible, había pasado toda la noche ahí pero no podia acostumbrarme.

"DEREK, VOLVERE EN UNAS HORAS...SI CIELO?" Pregunte poniendo con delicadeza una mano en su cabello y acariciando cada parte de el. "DEBO DUCHARME Y BUSCAR ROPA" le aclare "ME QUEDARE CONTIGO HERMANITO TONTO" deje mis caricias y lo bese en la mejilla"TE AMO" susurre

Salí de allí acomodando mi pantalón de pijama correctamente. La luz común golpeo en mi rostro y no pude evitar cubrirlo con el dorso de mi mano.

Salte de a tres las escaleras de la entrada del lugar como una niña pequeña.

Me pare en la  vereda y con mi mano alzada pedi un taxi. Le di mi dirección y      me senté con la vista en la ventanilla.

Manejo hasta donde indique y me dejo justo en frente a mi hogar.

Lo único que había llevado conmigo había sido las llaves, ya que apenas la novia de Derek me llamo no pude hacer  otra cosa.

Abrí la puerta, respirando el olor a limón que siempre tenia mi casa.

Por suerte estaba sola....
Me gustaría que Derek estuviera aquí al menos.
Me encamine escaleras arriba lanzando la bufanda y mis pantuflas.

Abrí la puerta de mi cuarto corrí a tomar mi celular. Tenia fácilmente 650 mensajes. Todos preguntaban por mi hermano, se esparcen muy fácilmente los rumores.

Quite mi ropa de mi cuerpo prendiendo la ducha. Darme un baño seria difícil en estos días pero tal vez podría venir cada día por medio. Suelo bañarme todos los días, pero con nuestros padres lejos no me animo a dejar solo a Derek.

Le reste importancia a la ducha, intente no pensar en nada. Pensar es malo en estas circunstancias.

Cuando ya estuve lista minutos después, tome un bolso un par de cosas necesarias. Las pocas cosas que puede necesitar un adolescente de quince años.

Me relaje un poco. Tiempo sola...el que no tendría en el infierno en el que mi hermano cayó.

HospitalWhere stories live. Discover now