HOSPITAL- THREE

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Mi cuerpo es como una bomba de tiempo.

Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac.

Paso mucho tiempo en el mismo lugar hasta que exploto. Cuando ello pasa lo único que puedo hacer es correr. Huir de los problemas como la cobarde que soy

Siempre que paso mucho tiempo en el hospital me empieza a doler la cabeza. Me plaga ese olor tan peculiar de las cosas y me ciega el blanco de todas las paredes. Me enferman lo enfermos. Me enferma ver este lugar y mas aun estar dentro.

Pero si hay algo, lo que mas me sacara de quicio, el elegido...ese seria el motivo de mi estadía y el insoportable bip, bip, bip de las computadoras.

Ese ruido que es el único que me recuerda que aun hay esperanza. Que su corazón aun palpita y su cuerpo aun respira.

Hoy todo cambia. Hoy saldré con mis amigos y me despejare. Se que solo tengo 15 años, pero entiendo perfectamente que no va a despertar en las horas que yo no este. Podría irme toda la semana y el aun así no despertaría.

Saldré y me divertiré como antes. Le pedi a Judith que lo cuidara mientras que yo realizó mi escape.

Ellos vendrán a buscarme aquí. Quieren ver a Derek para ver su estado. O para simplemente recordármelo.

Tengo un lindo grupo de amigos. En su mayoría siempre se comportan lindos y comprensivos.

Aun faltaban horas para salir con ellos así que me encamine a mi pasatiempo favorito dentro de estas cuatro paredes blancas. Mi celular.

Lo revise de arriba a abajo. Hasta conte todas las historias que había en mi galería y todas las series que me había visto en Netflix. Si, el aburrimiento me consume.

Lo malo es que el aburrimiento me da hambre por lo tanto no hago otra cosa que dormir, comer y jugar con lo que tenga enfrente. A veces con mis propios dedos. Estoy convertida en un gato casero.

Mi vida fuera de este hospital no era nada muy diferente. Pero al menos las tareas del colegio y mis amigos me mantenían entretenida. Recuerdo que hasta el año pasado siempre comíamos en una pizzería a esquinas de mi casa. A Derek le gustaba la de calabresa y yo prefería la de queso.

Es impresionante como cuando estas haciendo...bueno...nada, te das cuenta de los detalles que antes parecían insignificantes.

Saque la vista de la pantalla y camine afuera de la habitación. Dejando entrar a Judith quien revisaría a mi hermano.

Otra vez el ruido que me llamo la atención hace unas semanas. La niña de la habitación de al lado estaba llorando. Un llanto agonizante. Por tal razón es que la curiosidad me consumió y camine hasta su puerta.

Allí la vi. No le estaban haciendo nada. Siquiera estaba despierta. Sus gritos y llanto estaban escapando de sus labios en medio de sus sueños y su enfermera allí parada solo la miraba con cierta indiferencia.

"QUE ES LO QUE LE SUCEDE?" Cuestione a la mujer

"ELLA TIENE PESADILLAS EN UN RATO SE LE PASARAN" respondió aun indiferente

Negué con la cabeza y mire a la mujer. Camine hacia la placa en su mesa y la revisé.

"Lilah Blur"

Su nombre en la placa me recordaba a una niña dulce y sonriente. Sin embargo esta dulce niña estaba gritando y pataleando.

Me acerque a ella sin consentimiento de la enfermera y le sonreí. Claro que no podia verme pero aun así lo hice.

"LILAH" la llame con su nombre e intente despertarla suavemente. "LILAH DESPIERTA"

"QUE..." derrepente la niña despertó parando todo movimiento y con lagrimas en sus ojos "QUIEN ERES TU?"

Mire a la enfermera

"PUEDE DARME UN RATO CON ELLA?" Pregunte a la mujer

"TENGO ORDEN DE NO DEJARLA SOLA" menciono mirando sus uñas. Que clase de enfermera es esta?

"AFUERA" insisti

Ella rodó los ojos y salió.

"SOY PHOENIX" sonreí

HospitalWhere stories live. Discover now