No puedo ver la diferencia entre humano y monstruo
Siempre fui una persona muy curiosa y observadora. Me gusta tener cada detalle de todos y todo y examinarlo hasta saber sus mas profundos miedos. No puedo vivir en un lugar o con alguien si no se cuales son sus gustos e intenciones. Sin embargo estoy pasando mi tiempo en un hospital rodeada de extraños y maquinas que dan miedo, va contra toda mi voluntad y es perturbador.
Pero amo a Derek.
Por si lo olvide, Derek esta en coma.
Mama y Papa no contestan mis llamadas. Ni tampoco las del hospital.
Rezo en silencio cada día por mi hermano. Sus amigos también lo hacen.
Su novia vino ayer. Ella lloro mucho, pero no tanto como yo.
Mis amigas se preguntan donde estoy. Mis amigos también.
Siempre llaman para ver como estoy. Se preocupan como si fueran mis padres, lastima que no sean ellos.
"LO DE SIEMPRE POR FAVOR" pedi en la cafetería.
Luego de dos semanas, la cafetería se había vuelto mi lugar favorito. No tenían mucha variedad, pero aun así me gustaba
"AQUI TIENE SEÑORITA" sonrió la mujer tras la barra
Agache la cabeza en respuesta y me dirigí a la habitación.
Entrando por la puerta de marco blanco divisé a Derek. Allí, plácidamente dormido. Entre la fina línea de la vida y la muerte.
"HOLA DEREK" salude "QUIERES?" cuestione señalando el te.
Lo mire con ternura.
Me agrada hablarle de vez en cuando, si no puedo con el, hablo con la enfermera.
Una lagrima deslizo por mi rostro. Sonreí
"NO CREO QUE QUIERAS" le sonreí encogiéndome de hombros " ESTA CALIENTE....NO TE GUSTAN LAS COSAS CALIENTES"
Les juro que pude ver sus ojos sonreír
"SEÑORITA ACKERMAN" llamo mi atención la enfermera asignada
"HOLA JUDITH" sonreí en lagrimas. "FELIZ NAVIDAD"
"FELIZ NAVIDAD CARIÑO" sonreí la mujer "TENGO QUE REVISAR A TU HERMANO, TE IMPORTARIA?" Pregunto en voz baja
"NO...DESCUIDA" me acerque a Derek y plante un beso en su frente "FELIZ NAVIDAD"
Salí de la habitación pero no me fui lejos. Me quede allí. Apoyando mi espalda a la pared y sonriéndome a mi misma.
Me deslicé hasta abajo y abrace mis rodillas a mi pecho.
La niña de la habitación 664 tal vez gritaba. El muchacho de la 666 podia estar llorando. En la 667 alguien podia estar muriendo. Todo me rodeaba.
Enfermeros de aquí para allá. Doctores. Ayudantes. Ancianos. Adolescentes. Niños.
Todos conectados por el sufrimiento. Propio o ajeno.
Mi hermano estaba muriendo y yo no podia hacer nada. Simplemente esperar, mis padres no iban a venir de todos modos. No es la primera vez que paso navidad sola, ni tampoco será la última. El único problema es que nunca la pase en el hospital.
Supongo que hay un momento para todo.
Intento ser positiva. ¿Se nota?. Eso espero