Solo me quedé ahí, mirando esos ojos que exclamaban más cosas que un libro dónde algún escritor antiguo intentaba expresar el sentimiento más puro que un ser le podía expresar a otro, amor. Estaba esperando que esos pozos profundos llenos de melancolía, recuerdos y sueños digan algo. Algún movimiento, alguna señal que me de el visto abierto para lanzarme a por ellos.
Siempre creí en que alguna vez podíamos llegar a tener algo, algo más que solo amistad, ya que nunca faltó una mirada de reojo, nunca faltó una palabra, nunca. Esos ojos hermosos podían expresar demasiadas cosas. Podían expresar tristeza, alegría, enojo y nostalgia, pero no podían manifestar de manera concreta la seguridad del querer amar a alguien. La seguridad de poder mandar al demonio todo lo que alguna vez temiste. La seguridad de lanzarte por un pozo profundo donde la esperanza y la fe te avisaban que alguien te atraparía abajo.
La pregunta de los ojos que veía ahora mismo era siempre la misma, ¿Realmente quiero amar? Una pregunta tan difícil y fácil a la vez que podía llegar a sonar tonto hacerla tantas veces, tantas noches antes de cerrar los ojos para caer a los brazos de Morfeo y soñar con la esperanza que de algún modo, una respuesta cayera de manera milagrosa para poder aferrarte a ella como a una tabla en medio de un mar de confusión que lo único que hacía era crecer ante la inminente tormenta.
Se me dice romántico, pero nunca conocí el amor, nunca pude caer ante esa trampa llena de ilusión. El miedo de tener que aferrarme a una sola palabra o a un solo momento para darle sentido a todo el bosque de arboles que crecen junto a ideas o esperanzas dentro de mi cabeza era mas fuerte que la emoción o adrenalina de sentir que lo tengo todo solo con mirar una vez al día esos ojos llenos de emociones rotas.
Y aún sigo aquí, mirándote a los ojos para encontrar la respuesta que voy buscando desde que apareciste en mi vida. Me pregunto si algún día podré encontrarla, porque antes de que esto acabe, quiero caer hipnotizado una vez más mientras esos cristales de amor brillan entre tus pestañas.
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Escritos.
RandomPequeños relatos que salen de la imaginación de alguien con la cabeza en las nubes.