Eran las cinco de la tarde cuando Jimin arribo en la casa de su amigo o lo que se suponía lo era – la última vez que lo vio no lucia como un ser humano de hecho −, tiene suerte de aún conservar la llave del apartamento cuando aún vivían juntos, por lo que entra sin problemas a la vivienda, sabiendo de antemano que nadie iba a abrir la puerta si tocase el timbre.
Repaso la sala viéndola tal cual desde la última vez que se dejó caer allí y suspiro, pasándose la mano por el cabello y de paso desordenándolo.
Necesitaba tomar cartas en el asunto urgente.
Por supuesto que la muerte de Nayoung había sido un golpe fuerte para todos, pero la vida era así. Todos en algún momento iban a morir, y no por eso debían estancarse y no seguir sus vidas. No se trataba de ser egoístas, sino de vivir la realidad.
Es por esa razón que decidió ir ese día. Era hora de hacer que Taehyung volviera a la realidad.
Fue directamente al cuarto del chico, donde sabia lo encontraría. Taehyung no había salido de ahí desde el funeral de Nayoung. Encerrándose en su mundo, perdiendo todas las ganas de continuar con su vida diaria, diciendo que no valía la pena si ella no estaba a su lado. Jimin cree que el chico no cometió una locura como el suicidio, solo porque era muy cobarde, lo cual agradecía.
Toco la puerta tres veces, esperando aunque sea un grito echándolo, como había pasado en otras oportunidades, pero no ocurrió nada. ¿Estaría durmiendo? Aunque fuera ya la tarde, Taehyung no distinguía entre el día y la noche, por lo que sus horarios para dormir eran muy inexactos.
— Taehyung, voy a entrar – anuncio, y al no obtener nuevamente respuesta, abrió la puerta.
Taehyung no estaba dormido, aunque tampoco lucia muy lúcido sentado en la cama mirando un portarretrato que sostenía entre sus manos como si fuera la única cosa en el mundo. No tenía que ser un genio para adivinar quien estaba en esa foto.
Cada vez que veía a su amigo en ese estado, dolía como los mil demonios. Sabía que no podía mostrarse afectado ante él, que necesitaba ser su soporte, pero era tan difícil aparentar una sonrisa, cuando solo quería abrazarlo y ponerse a llorar junto a él. Porque en el fondo, Jimin sentía algo de culpa sobre aquel accidente.
— Taehyung – le llamo con voz calma, sabía que su amigo tenia cambios de humor muy drásticos durante esta etapa, en donde a veces reaccionaba mal ante su presencia −, hey amigo, necesitamos hablar.
— Vete Jimin – respondió secamente sin detenerse a mirarlo, dejando el retrato en el mismo lugar de siempre − en el velador al lado de su cama−, no teniendo el valor para ocultarlo de su vista.
No es como si Jimin no se esperaba ese recibimiento. Ha tenido peores, como un Taehyung cerrándole la puerta en la cara o cuando le lanzo su propio celular haciéndolo trizas cuando cayó al suelo. Aunque esos habían sido los primeros días, la peor fase cuando se pierde un ser querido; la negación.
De todos modos, Jimin no se va. Ha ido con la intención de hablar y no se ira sin lograr su objetivo. Cierra la puerta del cuarto recostándose en ella, indicándole que esta vez no se iría fácilmente.
— Esto no puede seguir así ¿lo sabes?
Taehyung se recostó en su cama, tapándose la cara con ambas manos. Su cabeza había estado doliendo horrores hace dos días, tal vez por falta de sueño o la mala alimentación o casi nula que tenía, ya que casi no salía de su cuarto y la comida envasaba ya se había acabado. La verdad es que si, se daba cuenta que estaba mal, pero no haría nada para cambiarlo.
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Sweet Peach ➳ Vkook/Taekook
AcakKim Taehyung conoció la verdadera felicidad cuando conoció a una muchacha de nombre Nayoung. Pero el destino es bastardo y no quiso que tuviera un final feliz con ella. Taehyung debe volver a recomponer un corazón herido y no cree que conocer a Jeon...