Capítulo 2

734 80 0
                                    


Aclaraciones:

✏ -Lo que los personajes dicen -. Acciones.

✏ **Cambio de escena**

✏ Oraciones largas, son los sueños o visiones.

✏ -Pensamientos -.

✏ 'Lo que dicen las bestias internas'

Capítulo 2: Decisión tomada

Discutió de nuevo con InuYasha, ella ya no le importaba lo que le diga, ya no ahora, después de que le haya dado una bofetada.

—Kagome, segura que estas bien –le dijo su amiga sentada a su lado.

—Si Sango, no te preocupes, es solo un golpe.

—En ese caso señorita Kagome, deja que la anciana la revise.

—No es para tanto.

—Tu mejilla no va a quedar así, ven, acompáñame a un río para aliviar eso –dijo señanalando la mejilla roja.

—Chicos, ya está la decisión tomada, me voy a quedar, pero antes, tengo que entrenar para ser más fuerte y que ningún monstruo me golpee o me haga algo malo.

—No te preocupes Kagome, nosotros te vamos a apoyar en todo. He oído que hay un youkai que te entrena por un año y medio a cambio de algo.

—Sí, yo también escuche de él. Pero vive en el lado Norte.

—Bueno, voy a ir allá. Voy a entrenar y regresaré.

—Mamita, no te vayas. Te voy a extrañar.

—Shippo, yo también te voy a extrañar pero es para que nadie ni nada nos haga algo malo.

—Amiga, nosotros te acompañamos.

—Así estaremos juntos antes de que se vaya.

—¿Quien se va a ir?

Cuando el hanyou habló, todos se quedaron callados. Pero miraron a Kagome esperando su respuesta, la marca de la bofetada desapareció.

—Eso a ti no te importa híbrido tonto –dijo en un tono frío y cortante.

—Feh, ni quería saber... Humana estúpida –lo último lo susurró.

—Sabes que conmigo no funciona la psicología inversa.

La chica decidida, se paró y se fue a unas termales que encontró cuando regresó con Sesshomaru, hablando de él, no se reencontró desde hace días. Se sacó la ropa y se metió dentro, se refresco y salió de ahí para ponerse su ropa.

Se fue a la aldea y entró a su cabaña, de ahí sacó su kimono que le regaló la anciana Kaede. Era igual que el de Kikyo, se peinó con una coleta alta y dejó su flequillo suelto.

Salió de la cabaña y se fue a recolectar hierbas medicinales, los aldeanos la saludaban y ella devolvió el saludo con alegría. Shippo decidió acompañarla y así acabarían más rápido.

—Mami, ¿Cuando te vas a ir?

—Pues... Creo que dentro de una o dos semanas.

—¿Porque tan rápido?

—Mientras más rápido, mejor.

—InuYasha es un tonto.

—Dejemos de hablar de tonterías.

El nombrado, se encontraba en un árbol vigilando a la miko y al kitsune de fuego. Ahora que la veía con kimono, la encontraba más bonita, su flequillo suelto y su linda sonrisa lo habían sentirse un idiota.

—¡Ya acabamos! Será mejor irnos antes que sea tarde.

—Si, no queremos encontrarnos con ningún monstruo.

Y como si lo acabaran de convocar, llegaron tres ogros de unos tres metros, el primero tenia un machete con púas, el segundo una lanza y el tercero tenía ambas cosas. Kagome se puso en posición de pelea al igual que Shippo y comenzó a lanzar flechas con su reiki. Shippo lanzaba su fuego mágico. InuYasha iba a defenderlos pero se detuvo al ver como de una flecha de Kagome salía una luz de color azul que iba hacia el tercer ogro que lo traspasó, esta luz se hizo grande y luego desapareció dejando ver de nuevo, pero el ogro no de encontraba.

—¿Qué pasó?

—¡¿Que le has hecho a nuestro hermano?!

—Ni yo se –contestó con fundida.

—Mami...

—Pero lo de que si estoy segura es que los voy a derrotar.

Dicho esto, lanzó tres flechas y estas impactaron en un árbol. Los ogros voltearon su vista y luego se rieron.

—Ni siquiera tienes puntería.

—Yo no diría eso.

—¿Que tratas de decir?

—Que no le apuntaba a ustedes.

Los ogros voltearon la vista y vieron como un gran árbol caía. Aplastó a los ogros y ellos quedaron inconscientes, Kagome iba a dar su último ataque pero un mareo le vino y se tambaleó, tuvo suerte de que Shippo estuvo cerca para agarrarla.

—Mami, ¿Te encuentras bien?

—Si, solo que estoy un poco cansada –dijo tratando de no cerrar sus ojos, pero no aguantó y se quedó dormida.

InuYasha que se quedó anonado en el árbol, bajo y cargo a la muchacha entre sus brazos y se fue camino a la aldea. Shippo iba a replicar pero decidió quedarse callado y llevó la cesta con las plantas medicinales.

Cuando llegaron a la aldea, la anciana ordenó llevar a Kagome a su cabaña y dejarla dormir, llamó a Sango y esta llegó, Shippo se fue a traer agua y mantas. Kagome estaba que ardía en fiebre, de vez en cuando, Sango mojaba los trapos o pasaba una toalla por su cara para que se refresque.

Kagome se quedó dormida durante tres días, nadie sabia lo que pasó, bueno, a excepción de un hayou y un kitsune. Tal vez la miko gastó sus energías y por eso no despertaba.

Todo el pueblo al enterarse de eso, llevaban cosas para su pronta recuperación. Mientras que el antiguo grupo que recolectaba las perlas se encargaban del cuidado.

En un lugar, mejor dicho, en el Oeste, un youkai se encontraba en sus aposentos viendo un pergamino, no podía creer lo que veía. Pensaba que los pergaminos estaban mal y eso no era posible.

—¿Sigue viva?

Notas finales:

¡Aquí Nao-chan reportándose con un nuevo capítulo!

Espero que este capítulo les haya gustado, si es así, no olviden de apretar a la sensual estrella ewe
Nos leemos en el otro capítulo.

Sayounara
Nao-chan

Love Games (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora