El reino era caos, las llamas alcanzaban él cielo, las personas corrían de un lado a otro, niños lloraban, Astorath ardía en fuego maldito, pero así lo escribieron los dioses. Esta noche muchos inocentes serán envueltos en las llamas de una bestia que escapo de su sello, de la maldición a su raza, la maldita bestia escapo para ver ángeles caer, todo fue un caos.
[capítulo narrado por Tyrone]
No sabia que hacer en ese momento, ver a mi padre destrozado por un pilar y a mi madre cubierta de su sangre me dejaron sin aliento, sin ganas de luchar.
Corrimos junto los gobernantes de Oblivion hacia la salida cuando un ala de la bestia inmensa termino de destruir el techo del gran salón, en ese preciso momento sabia que debía luchar, ver a mi madre sin fuerzas y sucia por los restos que quedaron del salón me dieron el valor necesario para luchar con ese asqueroso dragón.
Mi padre me contó una leyenda sobre estas bestias
•En la antigüedad, la familia real podía controlar a los dragones. Pero un día, un hombre, un ser maligno llego al reino. Su larga cabellera oscura y su piel casi repleta de quemaduras daban un suspiro de desconfianza. Solicito trabajo en el reino y el padre de mi padre, mi abuelo, le dio el cargo de servicio a la familia real, paso mucho tiempo después de esto, el perfeccionó todo el plan que traía consigo. Todos temían de el, era alejado y muy serio. La única persona con quien compartía era con el mano derecha del rey. Omin, el anciano que ha estado junto a la familia real por muchas generaciones.
El traía consigo cenizas de su pueblo con las cuales empezó su gran maldición.
Con su magia oscura libero a los dragones de la familia real apoderándose de ellos.
El mundo entró en guerra, el mundo ardía, este malvado destruyo casi por completo el gran Astorath
El fuego y la sangre se unían para su show en los cielos cada crepúsculo pasar
Un día, los dioses tomaron cartas en el asunto, encerraron a los dragones en manantiales, cada aldea en Astorath tiene su manantial drago, guardan una maldición la cual sólo se liberara una vez, como dice la profecía.
En cuanto a este hombre a quien tratamos de olvidar, montaba al dragón líder. Un enorme dragón de las montañas de escarcha. En un crepúsculo todos apreciamos como una luz inmensa encerró al dragón junto al malvado y una explosión limpio todo el cielo del fuego eterno.
Nadie sabe que paso con ese malvado.
Saque mi espada de acero y me coloque en posición de ataque cuando Lord Loras se coloco a mi lado y rió diciendo —Eres tan estúpido como tu padre, tu solo no podrás- con sus manos creo un ataque mágico y lo lanzó al dragón, este no hizo nada mas que enfurecer mas a la inmensa bestia.
El enorme mounstro se situó al frente de mi e inhaló haciendo que mi cabello quisiera entrar a su enorme boca, su garganta se coloreo de fuego mientras yo estaba preparado para morir, cuando su cuello empezó a oscurecerse y con una voz que parecía mas un rugido ronco y terrorífico dijo
—Los dioses no mintieron- emergiendo vuelo a lo mas alto para regresar de donde vino.
Mi piel erizada del miedo y cobardía se hacia notar cuando mi madre se lanzo a mi para quebrar en llanto, mi padre había muerto por una bestia a la que yo no pude asesinar, los gritos de mi madre acercaron a todos los pobladores al reino para enterarse que Astorath no tenía rey.
En ese preciso momento cuando el salón se lleno de personas con lágrimas en sus ojos por haber perdido a sus seres queridos me estrujó el corazón y lleno mi alma de obligación a gobernar, los guardias pidieron desalojo del reino, ayudaron a recoger los escombros y el cuerpo de mi padre.
ESTÁS LEYENDO
Oblivion: Un Mundo Olvidado
FantasíaUn universo fantástico dividido por dos mundos con una historia increíble. La magia y poder se unirán en la vida de Tyrone y Sarah para poder conseguir lo que mas anhelan. La paz. •Una profecía se escribió, una princesa fue exiliada con su prí...