Sonó el timbre y nos levantamos todos para ir al gimnasio, ya que nos tocaba clase de Educación Física. El chico nuevo se veía algo perdido, así que decidí aprovechar y acercarme a hablar con él.
- Hola, soy Carol. Se te ve algo perdido, ¿necesitas algo?
Sonrío y río.
- ¿Intentas ofrecerme ayuda o simplemente aprovechar para tirarme los tejos?
Me tensé.
- ¿Perdona?
- Estás perdonada.- Me guiñó un ojo. -Ahora responde.
- Quería saber si tenías dudas con el horario o algo por el estilo, pero vamos, que ahora vas y te las arreglas tú solito.
Fui alejándome pero me agarró del brazo. Me volteé.
- No me agarres.
- Tranquila fiera.- Me soltó. - Era una broma. Estos humos, tan solo a segunda hora de la mañana, no son buenos, eh. Tenlo en cuenta.
- Oh, qué gran consejo.
- Lo sé.
- ¿No notas la ironía cuando te hablo o cómo va la cosa?
- Relájate, nena. En serio. No es para que te pongas así. ¿Qué clase toca ahora?
No quería responderle, pero era el chico nuevo y si le decía a algún profesor que no quise ayudarle, los problemas irían para mí.
- Educación Física. Y no me llames nena.
- Vale nena.
Rodé los ojos y me di la vuelta para andar a paso rápido a buscar a Tris.
Esté chico me sacaba de mis casillas. Pero lo peor de todo es que, lo quisiese o no, me gustaba. No quería que jugasen conmigo de nuevo, ni que me rompiesen el corazón... pero mientras tanto, solo quedaba esperar a conocerle más. Zayn tenía algo especial, ya fuese bueno o malo, y quería saber qué era. Así que, por ahora, iba a intentar conocerle. Y bueno, si lo único que quisiese fuese jugar, jugaríamos.
Las demás horas transcurrieron. No sé si fue algo bueno o algo malo, pero a Zayn y a mí nos pusieron juntos en clase de física y química. Empezó la clase. El primer día y no traía el libro... Vamos bien. Tuvimos que hacer varios ejercicios así que tuve que compartir el mío con él. Cuando sonó el timbre, me sentí realmente libre. Supongo que me ponía nerviosa tenerle cerca. Y demasiado.
Cuando al fin acabó la mañana y dieron las 14:30, cogimos nuestras cosas y nos fuimos a casa. El profesor de física y química había mandado algunos ejercicios, así que preferí hacerlos cuanto antes para no tener que hacer nada por la tarde. Excepto hacer el vago. Abrí el libro por la hoja de los deberes y comencé a hacerlos. Cuando fui a hacer el último, ví algo apuntado en la esquina. Era un número de teléfono. De un móvil. Pero, ¿de quién podría ser? Entonces caí.
Zayn.