Me llamo Rosalía Harley Spence. Mi primer nombre, Rosalía, me recuerda a las rosas: flores preciosas por fuera, pero, si las tocas, pinchan. Yo soy justo lo contrario: por fuera soy... Un monstruo. Y, por dentro, digo yo que tampoco estoy tan mal. Así que mi nombre no me describe demasiado. Por eso me gusta que me llamen Harley. Tengo dieciséis años y vivo en un pequeño psiquiátrico de Australia. Terminé ahí por mi problema. No es un problema mental, es como una especie de enfermedad... permanente. No preguntes. Nadie lo hace. ¿Sabes por qué? Me tienen miedo. De mi aspecto. O de lo que pueda hacerles. Piensan que estoy loca. Hasta los locos del psiquiátrico piensan que estoy loca. Que les den.
Yo nunca saldré de aquí. Ya lo tengo decidido, ¿Sabéis? Me quedaré aquí para toda mi vida. Encerrada en mi cuarto, con una montaña gigante de libros que me quedan por leer. Me encantan los libros, sobre todo los de terror. Son apasionantes. Pero, por desgracia, no dispongo de muchos libros, porque los psiquiatras dicen que me vuelven más agresiva. Qué sabrán ellos. Como podéis ver, no hay mucha gente que me comprenda. Prácticamente nadie. Recuerdo que en mi estancia aquí, solo tuve una amiga. Creo que se llamaba Elisabeth. Elisabeth padecía esquizofrenia, y se terminó suicidando, por culpa de "las voces". Así que ya ves. Lo sucedido ayudo también a que la gente me temiera aún más.
Me describo como una persona tranquila, aunque la verdad es que me puedo volver muy agresiva. Depende de en qué situación me encuentre. Pero, como soy más tranquila que agresiva, suelo encerrarme en mi habitación todo el día. No salgo. Ni para comer, ni para nada. Creo que me terminarán quitando el cerrojo de la puerta.
Me llamo Harley Spence. Y soy un zombi.
