Capitulo 1

227 13 4
                                    

-Pérez... aprobada -dijo con voz muy chillona la vieja de matemáticas.

Mis ojos se llenaron de emosion, por fin logré aprobar la materia, es un gran logro para mi poder aprobar esta materia, siempre me la llevaba, pero bueno, gracias al apoyo escolar, pude levantar la bendita materia. Mi abuela me había prometido que si esta vez no me la llevaba iríamos juntas al acuario, nunca fui a uno, en fin, estaba tan feliz que no me di cuenta que me estaban llamando, hasta que siento una mano en mi espalda.

-Cami... Cami... ¡Camila! 

-¡¿Qu..., qué pasa Julian? -Volteé a ver que era mi compañero, Julian, un chico una cabeza o dos, mas alto que yo, cuerpo medio corpulento, cabello castaño oscuro, ojos achinados, con una sonrisa un tanto molesta para mi gusto, un compañero algo solidario, orgulloso, pero amable.

-El tonito nena, ni que hubieras visto un fantasma. -dijo él haciendo una especie de atrapada en el aire con sus brazos. -Bueno, la cosa es que, me debes esta, aprobaste gracias a mi... -Dijo guiñando un ojo. Uf, que molesto, pensé.

-¿Qué? Nada que ver, vos solo me aconsejaste que venga al apoyo escolar, es más te agradezco la invitación, se puede decir que me ayudaste un poquitito nada más -dije mientras ponía mis dedos en su cara, como si fuera a agarrar un mosquito diminuto.

-Tch, que más dá -dijo el mientras revoleaba sus ojos al techo. -¿Qué vas a hacer más tarde? -preguntó de repente.

Y este loco ¿qué planea?, me dijo mi subconsciente.

-Nada, tal vez valla al acuario con mi abuela, supongo. ¿Y tú? -Le dije sin ganas, ya me estaba empezando a aburrir.

-Ah, vas a estar ocupada, -dijo un tanto molesto, mientras empezaba a guardar sus cosas en la mochila, -nada, déjalo ya, otro día será, dijo mientras me daba la espalda.

Dios, que chico tan complicado, ahora me dejó con la duda, que habrá querido... 

-Bueh. -dije. No creo que me haya escuchado porque ya se dirigía hacia el fondo. Me giré un tanto molesta también, -qué mas dá. 

Empecé a guardar mis cosas también, ya que casi estaba por tocar el timbre de salida. La felicidad volvió al instante, había aprobado matemáticas, y ya estaba a dos días de empezar mis vacaciones... ¿qué iba a hacer este verano?, pensé, ojalá que sea divertido, no como el último, que fue un bochorno.

*flash-back*

-¡No, no, por favor!, mi celular está ahí, no te lo lleves -le gritaba ya sin ánimos al ladrón que iba corriendo, ya a media cuadra lejos de mi, con todas mis pertenencias. Mi iPhone 5, que me había regalado el marido de mi mamá, de Corea, un regalo muy costoso, según yo, se estaba yendo junto a ese joven, de camiza a cuadros y pantalón rasgado.

*Fin del Flash-Back*

Ojalá que esta vez no sea así. Y el timbre de salida me sacó de mis pensamientos.

Tomé mi mochila y pasé por preceptoría a preguntar si ya podía empezar a faltar, tenía faltas para gastar, así que no dudé en preguntar.

-Hola Nati, -le dije a mi preceptora favorita, una mujer de unos 38 años, un tanto regordita, pero muy, muy simpática.

-Cami, ¿qué anda pasando?

-Este, quería preguntarte si ya puedo comenzar a faltar, ya me dieron todas las notas y no me llevo ninguna, y además tengo faltas para gastar, ya no quiero seguir viniendo, -le dije haciendo puchero.

-Cami... anda tranquila, ya podes faltar. Si tenés todo aprobado y tenes faltas para gastar, olvídate, listo. -Dijo revoleando sus ojos, esos ojos tan expresivos que tiene.

Bts- La hija del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora