Me seguía agradando, verdaderamente no me lo esperaba. Me empecé a imaginar a un viejo con barba larga, ojos negros, muy malo. *Me dije a mi misma por dentro y empecé a reír* Me confundí, verdaderamente le erré en todo. El era un castaño de unos ojos azules, parecían un cristal, me encantaban, su mirada estaba llena de amor, dulzura. Pero todavía no podía decir nada, aún no lo conocía...
*Se hacen las 23:58*
¡Solo estamos a dos minutos de Navidad! Santa pasará por mi casa, veremos fuegos artificiales... Eso me pone muuy felíz. Aunque heche de menos a mi papá Lou, se que lo bueno me esta llegando, lo presiento. *Conciencia: Así sera mi pequeña Dakota*
*00:00 hs*
¡Navidad! ¡¡LLEGÓ!!! ¡¡SIII, SIII!! Tomé de la mano a mi papá y a Lucho, se que él se sorprendio cuando lo hice, pero una sonrisa cálida broto. Le sonreí, creo que la confianza que le tome se hizo en muy pocas horas. Fuimos corriendo los dos afuera, pero Lucho se quedo adentro, luego vino y se quedo disfrutando unos, 10, 15 minutos. Con ansias entre corriendo donde estaba ubicado mi árbolito y al ver tantos regalos comencé a sonreír de una manera inexplicable, me habían regalado mi muñeca favorita, la que tanto esperé y quisé desde siempre. Se hizo tarde, muuuuy tarde, eran como las tres. Nos acostamos en el sillón/cama y acomode a mi muñeca en la casita de Barbies que me regalo Papa Noel el año pasado. Esa navidad... *flashback*. Mejor sigo durmiendo.