2. La Edad No Importa [Segunda Temporada Acabada]

Capítulo 24

Narra Justin:

Esa noche me había ido a dormir a un hotel, quería dejar espacio a ________ porque tampoco quería agobiarla demasiado.

Por el medio día comí, dejé el hotel y llamé a mi chófer para que me viniera a recoger y poder llevarme a casa de ________. Quería proponerle de pasar el día solos por ahí y así poder refrescarle la memoria, a ver si conseguía que recordara algo, aunque fuera una pequeña cosa.

Llegué a su casa y toqué al timbre, Vanessa abrió y me dejó pasar, esa era ya como mi propia casa, había pasado tanto tiempo allí...
Subí a la habitación de _______ y dí tres toquecitos en ella.

-¿Justin? -Dijo ella sabiendo que era yo.

-Sí ¿puedo entrar?

-Sí, entra.

Yo obedecí y abrí la puerta, ví que estaba con un auricular puesto mientras dibujaba.

-Hola. -Sonreí inmediatamente al verla tan bien.

-¿Cómo estás? -Preguntó ella interesada.

-¿No tendría que ser yo quien pregunta eso? -Reímos juntos. -Estoy bien, muy bien.

-Me alegro.

-¿Y tú, como estas?

-Igual.

-Bueno... ¿que haces? -Dije mirando su dibujo pero ella inmediatamente lo tapó.

-No lo mires, me ha salido horrible.

-Seguro que no, enseñamelo. -Dije haciendo un puchero.

-Te lo enseñaré cuando lo acabe. -Dijo cerrando el cuaderno y dejándolo sobre la mesa.

-De acuerdo y... ¿que es escuchas?

-Música.

-¿No me digas? -Dije sorprendido provocandola reír.

-És el mp3 que me diste, por cierto tengo que hablar contigo sobre eso... -Se levantó y se sentó en los pies de la cama.

-¿Sobre que? -Fruncí el ceño.

-La voz de las canciones que me diste en el mp3 me recuerda mucho a tí, ¿eres tu?

Todavía no quería darle esa información, algo me decía que no se lo dijera y así hice:

-¿La mía? -Reí. -No.

-¿Enserio?

-Sí, de verdad que no soy yo.

-Que raro, porque es casi igualita a la tuya.

Con el tiempo le iba a contar TODA la verdad, pero cuando tuviera más confianza conmigo, debía esperar un poco más.

-¿Te gustan las canciones?

-Sí, de verdad que me encantan, me relaja tanto...

Yo sonreí feliz al ver que todavía le seguía encantando mi música.

-Puedo traerte más si quieres.

-Me encantaría que hicieras eso.

Yo reí y la dije:

-Pues lo haré pequeñaja.

Ella rió tímidamente.

-¿Te apetecería ir a dar una vuelta conmigo?

-Claro.

-Pues vamos. -Dije levantándome de la silla en la que estaba sentado.

-¿Te importa que antes me de una ducha?