2. La Edad No Importa [Segunda Temporada Acabada]

Capitulo 93

-Déjame ahora.

Salí corriendo de la habitación y me fui a la sala de estar, no aguante más y exploté a llorar, para nada me gustaba enfadarme así con Justin, pero no le podía perdonar cualquier cosa así de la nada, yo no era su perrito faldero.
Yo también tenía derecho a enfadarme y además él sabía perfectamente que en este tema yo tenía la razón.
Y aún sabiendo que yo tenía razón por una parte me sentía culpable por decirle todas esas cosas a Justin, lo estaba haciendo sentir mal y tampoco me gustaba hacer eso con Justin.
No permitía que nadie le hiciera daño pero yo a veces lo hería con mis palabras.

Tras derramar centenares de lágrimas conseguí tranquilizarme, y al hacerlo, me quedé dormida.

Narra Justin:

Me arrepentía mucho de lo que había hecho, ______ no se merecía nada de eso, ella solo quería vivir una vida normal, y mi vida no era nada normal.
De verdad, ojalá pudiera separarme de ella para no hacerla daño pero para nosotros eso era imposible, si ya la echaba de menos y llevaba una hora sin ella imagínate una vida entera sin su amor, sin su presencia al lado de mi, yo con tan solo sentirla me sobraba, era lo que complementaba mi vida, la que me ayudaba a seguir adelante, lo es todo para mi esa chica y a veces no la trataba de la mejor manera.
Tenía el corazón en un puño, se había ido mal de nuestra habitación y probablemente estaría llorando. Lo odiaba, odiaba hacerla llorar ¿cuantas veces habrá llorado por mi esta chica?
A veces queriéndola proteger la cagaba, y eso es lo que más me jode que yo no lo hago con mala intención pero siempre acaba mal. Nunca hago nada bien joder.
Recordaba sus palabras una y otra vez:
"A veces me gustaría ser normal, como cualquier otra persona, y tener una relación normal, con alguien normal."

Yo era el culpable de haberla metido en este mundo y fue el mejor error que había podido hacer en la vida. Digo mejor error ya que yo sin ella no se donde estaría ahora mismo pero también le he fastidiado la vida metiéndola en este mundo de la fama. Puede parecer muy bonito desde fuera pero la realidad no es así.

Pero ahora no podía arrepentirme de eso, tenía que pensar la forma de hacerla sentir bien ahora, me necesita ahora mismo tanto como yo a ella pero nuestro orgullo no nos hacia levantarnos e ir a darnos un abrazo.
Aunque ya sabía que era yo el culpable de todo eso, ya lo sé, lo siento.

Todos esos pensamientos me hacían daño, y rompí a llorar, necesitaba hacerlo, desahogarme era la mejor forma para luego tomar las riendas de la situación y empezar a actuar.

Ya era de noche y no había escuchado ni un ruido proveniente de ______. Así que yo tenía la necesidad de ir a ver cómo estaba.
Me levanté de la cama y busqué por todas las habitaciones, baje al piso de abajo y repetí lo que había hecho en el piso de arriba.
Y por fin la encontré, estaba en la sala de estar, tumbada en un sofá durmiendo tapada con una manta. Parecía un bebé.
Yo no podía dejar que durmiera ahí, así que fui hacia ella con cuidado, apoye una mano en su hombro y abrió los ojos confundida.

-Ven arriba a dormir, estarás incómoda aquí. -Le dije cuando abrió los ojos.

-¿Que hora es?

-Las dos y cuarto de la madrugada.

Ella frunció el ceño y me dijo:

-Me quiero quedar aquí.

-¿Estarás bien?

-Sí.

-Esta bien. -Me aguanté las ganas de darle una caricia o un simple beso en la frente. No sabia si seguía enfadada conmigo.

Fui a la cocina ya que mi barriga no paraba de sonar del hambre que tenía, recordé que ______ tampoco había comido nada desde la comida. O eso creía.
Cuando acabe de hacerme la cena, me fui a la habitación, que extraño me veía sin ______ en la cama. Estaba tan vacía la habitación sin ella.