2. La Edad No Importa [Segunda Temporada Acabada]

Capítulo 8

Narra ______:

Ya habíamos pasado unos días en casa de Jeremy, era de noche y yo empecé a encontrarme mal, no podía dormir a causa del dolor de barriga, me entraban hasta ganas de vomitar, no era la primera vez que me pasaba, pero hacia tiempo que eso no me ocurría. Era a causa de la menstruación estaba a punto de llegarme y pues... tenia los síntomas más comunes.

En cambio Justin, dormía como una marmota, todos estaban durmiendo menos yo, eso me daba una rabia, quería dormir y no enterarme de aquellos dolores tan insoportables.

Seguí despierta horas y horas, en esas horas estaba en mi celular usando todas mis redes sociales, Snapchat, Twitter, Instagram, Facebook etc... así por lo menos no me aburría. Poco a poco me fuí quedando dormida con el celular en la mano.

Narra Justin:

Derperté por el ruido del celular de _______, miré hacia ella y lo tenia en su mano, ¿que hacía durmiendo con el celular en la mano? Ella ni siquiera se daba cuenta, lo cogí muy cuidadosamente intentando que no despertara y lo apagué, pero ella despertó.

-¿Qué pasa? -Dijo ella intentando abrir sus ojos.

-Tu celular estaba sonando, siento haberte despertado. -Me acerqué a ella y la apoyé en mi pecho.

-No es tu culpa.

Le dí un beso en su frente y la abracé dándole calor. Nos dormimos de nuevo.

Narra ______:

Desperté en los brazos de Justin, ya habían desaparecido todos los dolores que había estado teniendo esa noche.
Él ya estaba despierto, me miraba detenidamente mientras yo despertaba. Yo sonreí al ver que me estaba mirando y me escondí en su cuello.

-Que bonita estas cuando duermes.

-Mientes.

-No lo hago.

-Señorita, tiene que ir levantándose porque nos vamos a mi casa, que ya está Alfredo en camino.

-Cinco minutos.

-Tres.

-Cinco.

-Tres.

-Cinco.

-Vale, cinco. -Dijo él al fin.

Sonreí victoriosa.

-Siempre tienes que salirte con la tuya.

-Lo sé, no puedes resistirte a mis encantos.

Me empezó a dar besos por el cuello provocando que riera, pero paré de reír cuando sentí un pinchazo en mi barriga.

-Ah. -Susurré y apreté mis puños.

-¿Qué pasa? -Justin me miró confundido.

-La barriga otra vez, esta noche he estado con dolor de barriga.

-¿Y porque no me has despertado?

-¿Para qué?

-Para intentar que se te pasara, hacerte un masaje o algo.

-Da igual.

-No, no da igual, no quiero que lo pases mal tu sola.

-A ver, tampoco me estaba muriendo.

-Pero seguro que te dolía mucho.

-Justin que no me va a pasar nada por un dolor de barriga.

-Nunca se sabe, ¿estas bien?