El vacío empienza cuando la sensación de lo que estas haciendo, no es lo que queres. Ya no queres eso, eso que antes te hacía tan bien, pero luego se convierte en tu mayor daño. Te arruina de un poco, te atrapa, te arroja y luego te mata. Te aísla, perdes el sentido de todo. Tu timón se destruye, se vuelve tu enemigo, logra hundirte hasta el fondo de la oscuridad. Descubres el mal que te hace, una vez que estas justo sobre el abismo, y te aferras, crees que va a cambiar, te ilusiona un cambió, una oportunidad, la última. Llegas al fondo y ya no hay nada, no queda nada de vos, ni siquiera pedazos, solo la nada. Todo lo que construiste...