SEGUNDO PUESTO DE LOS VANIR AWARDS 2017 PRIMERA EDICIÓN EN LA CATEGORÍA DE ACCIÓN. 🥈
TERCER PUESTO DE LOS CARROTS AWARDS 2016 EN LA CATEGORÍA DE ACCIÓN. 🥉
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Todo cambiará cuando a una inocente c...
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Corleone, Sicilia, Italia, 2006
Mi padre y mi tío estaban en la completa histeria, mi abuelo no estaba y aunque a veces era ingenua, no era tonta.
Si la polizia se lo había llevado era por qué había hecho algo malo.
Creí escuchar que dijeron homicidios...
¿Mi abuelito no era capaz de asesinar o si?
Eran cerca de las doce de la noche cuando decidí ir con papá, llevaba todo el día metido en el estudio del abuelo. El pasillo que llevaba hasta este era el más tenebroso de toda la enorme casa así que salí de mi habitación con la señora Purr bajo mi brazo, abrazándola con fuerza ya que ese peluchito rosado era lo que me daba coraje siempre que lo necesitaba.
Lo sé, tengo quince años pero los peluches son mi fascinación y este en especial, me lo regaló mi mamá.
Cuando estuve frente a la puerta me planteé tocar pero escuché voces y pegué la oreja a esta para ver si alcanzaba oír, el intento no fue exitoso por lo que la abrí solo un poco, eran los adultos, mis padres: Angelo y Cassandra y mis tíos: Francesco y Piera.
—¡Fueron los condenados pizzini*! ¡Estuvimos escondidos cuarenta y tres años Angelo! ¡En paz! ¿Por qué padre no habrá puesto resistencia?— gritó Francesco haciendo ademanes exagerados con las manos.
—¡No tengo idea hermano! ¡Joder, no entiendo nada!— papá explotó.
—¡Tu eres su mano derecha Angelo, tú deberías saber si esto.. si esto es una especie de plan o si es de verdad, es tu deber saberlo! ¡Fue tu deber cuidar el intercambio de esos papeles!
—¡Pues entonces soy un idiota porque no lo sé! Padre jamás habló de un plan, intentó convencerme de...— trago saliva y miró a mi madre, esta tomo con fuerza su mano y prosiguió, —intentó convencernos de que Anna fuera la cabeza una vez que cumpliera dieciocho, le dije que lo pensaría, no queremos poner en riesgo a nuestros hijos.— dijo tocando el vientre abultado de mi mamá.
—¿A quien estamos espiando Anna?— preguntó en un susurro mi hermano asustándome
—Cállate Marko o nos descubrirán, ¿que haces aquí?
—Esto es a la inversa Annabella, ¿Qué haces tú aquí?
—Quería ver a papá. Lo extraño.
—¿Y conseguiste verlo?— Marko preguntó lo obvio.
—Por supuesto que no tarado, todos los adultos están discutiendo, a veces tu cerebro mayor no funciona del todo bien ¿verdad?— dije rodando los ojos y echando hacia atrás mis trenzas.
