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Karma, por favor, detente.—dije, deteniendo torpemente sus manos desde mi posición. 

   Me encontraba arrodillado en el piso, con parte de mi ropa desordenada, con pequeños ardores alrededor de mi cuello y pecho, debido a los mordiscos y chupetones que Karma había repartido con anterioridad.

   Él no contestó, y comenzó a desabrocharse el pantalón frente a mí. Me contuve de hacer las muecas de asco que sus acciones me provocaban. Aún así, Karma no era el culpable de todo esto.

   Con lágrimas en mis mejillas, tapé mi rostro con mis manos, queriendo desaparecer. Lo único que he sabido hacer de forma correcta era llorar; porque era lo único que me quedaba por hacer, ¿no?.

   La puerta se abrió estrepitosamente,  alertándonos, tanto a él como a mí. Ambos nos sobresaltamos ante el ruido, y enfocamos la mirada en la persona que había atravesado la puerta de tal forma.

   Mis ojos casi se salen de lugar al verlo.

Aleja tus sucias manos de él, Akabane.

   Karma soltó una risa ante sus palabras.

¿Desde cuando me dices qué hacer con lo que me pertenece, Asano-kun?~.—preguntó divertido, dirigiéndose por detrás de mí para posar sus manos sobre mi cuerpo, una vez más.

   Bajé la mirada avergonzado. Mordía mi labio inferior para no sollozar frente a ellos, y solté un pequeño grito de dolor al sentir cómo mordía mi hombro. Mis manos se cerraron contra el piso con fuerza.

   Quizás no sería capaz de escapar de ésta.

Él no te pertenece.—dijo. Levanté lentamente mi mirada, dirigiéndola hacia él, quien miraba por arriba del hombro a Karma.—¿Sabes?, tengo las suficientes pruebas como para expulsarte.—rió.—Pero eso no te importa realmente, ¿verdad?.

Parece que me conoces. No me sorprende que también te haya interesado lo mismo que a mí.—se burló.

   Gakushu apretó los puños, claramente estaba enojado.

Seguramente te gustaría saber lo bueno que es en la cama, ¿no es cierto?.

   Karma se alejó de mí, y sonrió socarrón.

   Gakushu tomó su teléfono, mostrándole a Karma un video de nosotros haciéndolo con anterioridad.   

Con esto ha de ser suficiente para que te detengas, ¿cierto?.

   Karma sonrió, y se alejó. Antes de cruzar la puerta, su voz resonó en toda el salón.

Fin de la partida. Gracias por jugar, Nagisa.

«Falta colocar la última ficha de este rompecabezas. Y ese eres tú, Gakushū.»

Meretriz ♧ {Asagisa} #AwardsOtaku2018.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora