Meretriz ♧ {Asagisa} #AwardsOtaku2018.

❃U N O❃

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   Karma me mira de reojo durante toda la hora. Siento su mirada en mi espalda, y no puedo evitar sentirme morir.

   Puedo escuchar su risa, y un escalofrío me recorre por completo.

—Mnhn—intenté reprimir el gemido que el vibrador me causaba. Sentía todo mi ser vibrando, y no pude evitar sentirme bien.

   Koro-sensei aún no se da cuenta, y levantó mi mano, interrumpiendo la clase.

—¿Sí, Nagisa?

—Necesito i-ir al baño, Koro-sensei.—me levanté rápidamente de mi asiento, y me dirigí a toda velocidad —todo lo que mis temblorosas piernas me permitían— hacia el baño.

   Apretaba mis puños, y trataba de reprimir mis gemidos, que intentaban salir desesperadamente de mis labios.

   En cuanto llegué, me apoyé sobre el lavamanos, sujetándolo fuerte, tanto que mis nudillos se pusieron blancos.

   Sentí como aumentaba la vibración y escuché su voz.

—Antes tenías más resistencia, Nagisa-kun.—odiaba su tono burlón.

   Su risa se escuchó a la par de un gemido mío, el cual no pude retener.

—D-Deténlo.—exigí.

   Él no respondió, en cambio, se acercó hasta mí, sujetando mi cintura y apoyando su gran erección en mi trasero.

   Mi mirada se dirigió al espejo, donde sólo él y yo estábamos presentes. Tuve que reprimir las náuseas que me causaba esta situación.

—No quiero, Karma, b-basta. ¡Déjame en paz!

   Mis palabras que con tanta valentía dije, no valieron nada cuando Karma bajó mi pantalón, junto con mi ropa interior.

—¿Acaso te olvidaste lo bien que la pasábamos antes?—sentí como afobeteaba mis piernas—¿O es que acaso te sientes culpable, Nagisa?

    Te odio, Karma. Se interpone entre mis sentimientos; y lo único que hace es jugar con mi resistencia. En el juego donde él es el mejor, es imposible de ganar.

—Ca-Cállate—mis ojos comenzaron a cristalizarse.—Ya no quiero hacer esto. ¡Ya no-...!

    Subió al máximo la vibración, y solté un sonoro gemido. Dejé que mis lágrimas se deslizaran por mis mejillas; golpeé mis puños contra el mármol del lavamanos, desesperado.

   Apenas podía mantenerme de pie, y mis piernas comenzaban a ceder. ¿Por qué me cuesta tanto negarme en estos momentos?

—No me busques, Nagisa. Sabes bien lo que puedo y quiero hacer contigo.—mencionó, enfatizando la palabra "quiero".—Ahora, creo que tienes un trabajo pendiente entre mis piernas, ¿verdad, Nagi?

   Su aliento en mi oreja me hizo estremecer.

   Él me sostuvo entre sus brazos, mientras caía lentamente de rodillas, deslizándome suavemente tal y como hacían mis lágrimas por mis mejillas; me giró, y bajó su cremallera muy cerca de mi rostro.

—No, no, n-no...—negué, alejando mi rostro de su entrepierna con fuerza.

—Antes sí te gustaba, ¿no es así?

   No respondí, ¿cómo negar algo que era cierto?. Mi corazón se encogió y dejé de oponer resistencia.

   Tomé su miembro entre mis manos, tratando de ocultar mi molestia, y comencé a repartir besos húmedos a través de todo su falo.

   Karma gruñía, y yo lloraba en silencio, mientras lamía su erección. Sin embargo, creo que no es suficiente para él, ya que sujetó mis coletas, aumentando el ritmo; sentía arcadas cada vez que su miembro rozaba mi campanilla, además de ahogarme cuanto más profundo era.

   No obstante, me corrí a causa del vibrador. Intenté alejarme, pero Karma me sujeto más fuerte.

—Aún no.—dijo.

   Su miembro comenzaba a palpitar más rápido dentro de mi boca; estaba a punto de correrse, mientras luchaba para alejarme, no quiero seguir.

   Realmente no quiero.

   Él se corre, soltándome a su vez. Su semilla recae sobre mi rostro, manchando parte de mi uniforme y mi cabello. Nuestras respiraciones agitadas se entrelazan, y él se reincorporó rápidamente. En cambio, yo me mantuve quieto, paralizado por nuestras acciones anteriores.

—Si tanto lo quieres, ¿por qué no te vas con él?

   Sus palabras me llenaron de asombro; ¿desde cuando, Akabane Karma tenía tan buen corazón?

—Siempre debes recordar que me perteneces, Nagisa. Quizás no tu corazón, pero sí tu cuerpo, ¿entiendes?

   Se subió el cierre de su pantalón, dejándome en el suelo, como un trapo usado, que estaba siendo renovado para su próximo uso.

«Yo no podría hacerle eso a Gakushuu.
Él realmente no merece a alguien como yo a su lado.»