Capítulo 9: "We Don't Talk Anymore"

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No podía dejar las cosas así, tenia que despedirme de ella aunque ella no quiera verme. ¿por qué esta jodida cuando se le mete algo en la cabeza? Aun tenía en mi poder el auto del viejo y el resto aun seguía durmiendo, llame a la mamá de Lucy a eso de las diez.
-hola señora Layla. Seré rápido ¿a qué hora es el vuelo de Lucy?- lo dije todo muy deprisa, haciendo que la mamá de de Lucy se limitará a escucharme.
-ya partieron al aeropuerto Natsu- contestó un poco triste.-apúrate si quieres despedirte- asiento pero después me doy cuenta que ella no puede verme.
-Muchas Gracias señora Layla- después de eso nos despedimos y corro a buscar las llaves.
No se cuanto me habría tardado en llegar pero se me hizo demasiado corto el viaje en auto.
Vi pasar hacia mi lado al señor Hearthfilia y a Levy mientras corría pero no les hice caso a lo que me decían si ella se iba antes no me lo iba a perdonar.
La vi de espaldas, por un segundo pensé que ya estaba por tomar su vuelo.
-¡Luce!- la llame desesperado.-¡espera!- no importa que sean unos segundos necesitaba escuchar su voz.
-¿Qué haces acá?- su voz molesta irónicamente me molesta.
-la verdad, quería verte- no caeré en su juego, no lo haré. Se lo que pretendes.
-no me retracto de lo que te dije anoche- tienes que detenerte Luce, no te hagas la fuerte.-no me arrepiento de esta decisión Natsu- su voz se corta al decir lo último, de un rato a otro apreto mis puños siento como la ira y frustración se apoderan, me contengo, no debo acercarme a ella.
-lo sé- contestó haciéndome cada vez más difícil hablarle no por pena sino por la rabia de como se esta comportando.-se la mejor del país Luce- contesté.-estoy impaciente por ver en como te vuelves exitosa- me rindo, ¡a la mierda Lucy vete! Si es lo que tanto deseas.

Siete Años Después

Actualidad en el bar: Natsu y Gray
22:15 hrs
-Recuerdas que esa noche bebí tanto que el viejo, tú y Zeref me arrastraron al hospital por un lavado de estomago- dijo Natsu bebiendo un sorbo de su cerveza.
-si, lo recuerdo- contestó Gray.-Zeref se veía preocupado mientras que tu papá se reía- ante esa respuesta, su amigo sonríe siempre que veía un artículo de los logros de Lucy recordaba esa noche donde no se han vuelto a ver hasta la fecha.
-realmente Lucy es terca- decía Natsu con una sonrisa.-pero estoy tan orgulloso de ella que toda esa rabia que le tenía a los dieciocho años se fue- confesó tranquilo, la vida nunca resulta como uno quiere y eso Dragneel lo sabía perfectamente.
-como que de repente suenas como un adulto "perra sin dientes"- comentó Gray riéndose mientras que Natsu se atraganta con su cerveza y le da una patada al pelinegro por debajo de la mesa.
-¡mierda Gray! ¡no digas mi nombre clave en público!- se quejó este asustado.-da vergüenza escucharlo- se excusó.
-lo sé flamitas- respondió.-a todo esto ¿tu vuelo no sale como a las once?- preguntó mirando la hora en su celular, Natsu termina de beber toda su cerveza y se levanta de su silla.
-no hace falta repetirlo- contestó tirando dinero en la mesa.-te deje dinero de mi parte y para otra ronda- ve como Gray se levanta y le tiende la mano para despedirse.
-envíales saludos a Zeref y al señor Igneel- contestó este.-nos vemos la próxima semana- terminó por hablar lo cual Natsu asiente y se va tranquilamente de lugar.
Siempre se preguntó si debió luchar aún más por la persona que amaba, pero llegado a esa noche en el aeropuerto sentía que ya no podía insistir más, y que por supuesto una persona tiene su dignidad. Natsu sentía que el orgullo de Lucy era demasiado para su dignidad y esa vez sintió que nada de lo que le pudiera decirle le haría cambiar de opinión. Simplemente la dejo ir porque se aburrió que la misma chica que quería con todo su ser era la que se interponía entre los dos. Porque después de todo tanto rechazo y orgullo pueden desanimar a cualquiera, aunque el amor sea correspondido.

Y aunque se diga que del amor al odio hay un solo paso eso era mentira, Natsu lo sabía más que nadie.
Porque él siempre tenía un amor especial hacia Lucy y aunque ella le haya roto el corazón el odio nunca se presentó en su mente.

El final se acerca.

¡A La Mierda Me Voy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora