Capítulo 6

7 0 0
                                    


Por un segundo, cuando aún tenía la curiosidad en incógnita en mi cabeza, deseé que fuera varias personas, ese ser humano que se había quedado en el medio de esa autopista.

Como veía que un puñado de los que estaban en el bus fueron directo para el frente del mismo, algunas inclusive salieron para observar mejor, eran mayormente chicas, se me pegó a mí también la curiosidad así que, aparté con cuidado a algunas de ellas y me puse adelante, justo a un costado del chofer, que sinceramente, no estaba con la mejor de las expresiones. Al observarlo, simplemente era de no creer. ¡AUGUSTO CABALLERO!, mi mejor amigo en cuarto grado, de quien no me separaba ni un segundo, éramos bastante unidos en ese entonces, antes de que se mudara a Asunción con sus padres por cuestiones de trabajo. Sí que le habían sentado bien los años, ya no usaba lentes y tenía un cuerpo completamente bien esculpido. La música seguía sonando en mis auriculares aunque ya no les prestaba mucha atención..

Minutos luego de que el chofer frenara de golpe, las personas empezaron a actuar como uno se hubiera imaginado, era la forma más natural ante lo que había pasado. Las chicas seguían babeando, claro. Mientras que el chofer, tomó una actitud un poco más severa..

- Oye, muchacho estúpido, qué piensas que estás haciendo? Esto no es un estacionamiento - gritaba el chofer por la ventana de su autobús, muy molesto-.

- El muchacho giró la cabeza, al momento en el que oyó el desagrado tan notable del chofer.

Disculpe, señor, ocurrió un pequeño desperfecto con mi coche y como ya ve, se quedó parado aquí. Estamos tratando de solucionarlo.

- Y Tú crees, que yo tengo todo el día como para esperar que a tu bendito coche se le antoje funcionar?

- No quise decir eso – contesta de manera tranquila pero, con un ligero descontento en su expresión.

De pronto se escuchó al motor del coche rugir, y ambos miraron en su dirección, tan pronto como agradeció al mecánico que lo acompañaba, se subió a su mercedes clase S con todo el estilo que se pudo haber cargado. Sí que estaba diferente pero, de manera positiva, no diferente como cuando te ves raro y nadie quiere hablar contigo.

Llegué precisamente a un minuto de que sonase la campa del colegio, con todo ese contratiempo de que el bus se retardó unos 15 minutos, el hecho de que hubiera salido temprano de casa, no me favoreció mucho, corría por los pasillos para poder alcanzar y entrar al salón antes de que el profesor Ramírez lo hiciera, con él llevábamos la materia de inglés, era muy bueno, y sus clases eran divertidas, aunque.. Tenía una pequeña molestia respecto a los alumnos que no llegaban a hora. Por suerte pude alcanzarlo, llegué casi sin respiración a mi lugar pero, valió la pena. Justo un segundo después llegó el profesor con un nuevo alumno, quién era alguien a quién tuve el gusto de conocer minutos atrás, no podía estar pasando, era Augusto de nuevo. Dios, se veía mejor de cerca, no pude haber sabido en ese momento si me veía y sonreía porque me había reconocido ooo porque de la prisa que tenía en llegar, olvidé que mi cabello estaba completamente desarreglado, estaba peor que el del payaso de Los Simpson.

- Good Morning class..

- Good morning... – la respuesta de la clase estaba más sin ánimos que de costumbre pero, todos con curiosidad de saber quién era el chico nuevo, las arpías de Mitchell y Sofía no le despegaban la mirada de encima, TIPICO, a las muy zorras les gustaba todo lo que caminara aunque solo de esta vez, tuvieron buen gusto y creo que me les uní sin darme cuenta.

- Él es Augusto Caballero y será su nuevo compañero. Espero lo reciban y traten bastante bien, puedes tomar asiento – le indica un asiento vacío en el medio del salón y él le hace caso justo en frente mío, OPD quiero que me trague la tierra, por fuera parezco normal pero, por dentro es como si todo se hubiera descontrolado y el fin del mundo se acercara.

Por lo que me pude dar cuenta, no me vio, de seguro sirvió la técnica de agacharme a buscar algo en la mochila.

- Andrés, pss, Andrés.. – le susurraba a mi compañero quien al parecer padecía de sordera porque no me prestaba atención, hasta que le tuve que hacer 2473439 señas, mientras Augusto se acomodaba.

- Si, Juli? Qué pasó?

- Cambiarías de lugar conmigo?

- Para qué?

Solo hazlo, por favoorrr – le rogué, la situación me exigía hacerlo –se notaba algo de diversión en su rostro ante mi petición, pero al final accedió. Estaba recogiendo mis cosas, hasta que claro, una no puede pasar del todo desapercibida cuando quiere hacerlo. Usualmente era buena siendo invisible, mi círculo de amigos se reducía a máximo 3 a 4 personas y me gustaba la idea, hasta qué, de tan nerviosa que estaba, me tropecé con la mesita de mi compañera, lo que causó que mis cosas cayeran y se esparcieron por un pequeño campo alrededor de mis ojos. Grité para mis adentros, maldiciendo todo por un leve segundo. Afortunadamente, no muchas personas lo escucharon, ya que todos suelen tener la vista más concentrada en sus celulares. Quien no debía de haber ni visto ni escuchado nada fue el único que se dignó a ayudarme a recoger todo y poder acomodarme de nuevo en mi lugar, ya que el profesor le había dicho a mi compañero que se sentaba porque íbamos perdiendo tiempo sin dar nada absolutamente productivo. Augusto gentilmente se había dignado a agacharse y darme una mano. Ninguno dijo nada, apenas fue un leve intercambio de sonrisas en señal de agradecimiento. Creo haber estado lo suficientemente nerviosa como para olvidar que tenía lengua, que me ayudaba a decir las palabras. Su sonrisa de cierta manera me transmitía tranquilidad, algo que usualmente no conseguía obtener tan fácilmente.

- Oye, en qué piensas?

- Ah? Contesté a Cats, quien me había distraído por completo de mis pensamientos anteriores. – en nada por qué'?

- No creo que sea nada, no me lo ocultes a mí que soy tu mejor amiga.

- Si no te oculto nada, de verdad no pasa nada. Es que se acerca el aniversario de muerte de papá, y la verdad me afecta algo, en verdad lo extraño y es triste asimilar que se haya marchado tan joven, teniendo tanto por vivir, tanto que enseñarme.

- Piensa que ahora está en un lugar mejor. Todo pasa por una razón y aunque no sea suficiente consuelo, él te está cuidando desde arriba – contestó dándome un fuerte abrazo.

- Siempre lo hacía – contesté con la mirada algo perdida y entristecida.

Mi papá era piloto de avión, por lo general no pasaba mucho tiempo en casa, su trabajo le exigía total dedicación casi de tiempo completo. Lo poco que pasaba en casa, eran lo minutos más felices de mi vida, como era hija única era la niña de sus ojos. Me traía recuerdos de sus viajes, me narraba historias de sus escalas más locas, lo desesperante que podían llegar a ser algunos pasajeros por su impaciencia y soberbia. Fue así como mamá y él se conocieron, ella era azafata, él un joven aspirante a piloto. Luego de unos años, cuando me tuvieron, decidieron que era necesario que alguno se quedara para brindarme algo de atención, ya que no estaban muy seguros de que un/una extraña cuidara de su hija mientras ellos viajaban por el mundo. Mamá tomó ese sacrificio, dejó su vida sobre los cielos para quedarse en tierra. Como aún era joven decidió abarcar otra carrera y ejercer una profesión a la que pudiera acoplarse sin problemas y quedarse conmigo en las noches, con un día libre por semana, eso fue lo que la llevó a seguir para ser escribana. Tuvimos suerte a que no mucho después de su graduación pudo conseguir un buen empleo situado a una distancia razonable.

Cuando tenía diez, papá hizo un viaje corto a Barcelona, al parecer hubo un desperfecto mecánico en el avión que lo llevó a caer, junto con él otras 215 personas perdieron la vida, una trágica historia para más de una familia. Desde entonces no soy la misma, me hizo y me sigue haciendo mucha falta. Es triste saber que a veces Dios, se lleva a las mejores personas con él demasiado temprano.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 06, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Días en diario ..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora