Amaneció en un abrir y cerrar de ojos, como si no hubiera dormido nada. No recuerdo haber soñado nada, a veces pienso que es algo bastante irónico que me describa como alguien positiva y soñadora, pero nunca sueño. Bueno.. En las pocas veces (en las que tengo suerte) puedo darme el lujo de recordar algunas parte de uno que otro sueño, esos, ESOS son días felices para mí.
Al terminar de hacer mi análisis de por qué ya debería de prepararme para ir al colegio, empecé el proceso de preparación. Me di una ducha, de esas largas que te hacen olvidar todo, vestí el uniforme y fui directo a la cocina. Mamá ya estaba con el desayuno terminado encima de la mesa, por eso la amaba, sabía completamente como satisfacer a mi estómago.
- Buenos días – dije con el mejor de los ánimos.
- Buen día, estamos de buen humor hoy? < pregunta mi madre, mientras toma algunas tazas del mostrador.
- Eso creo jaja, ¿ ya está listo el café? Llevo prisa, comenté.
- Pero por qué si aún es temprano.
- Lo sé, pero sabes que no me gusta llegar tarde, o más bien a diez minutos antes de que suene la campana. Toda esa gente apresurada empujándose de un lado al otro, me sacaba por completo de quicio.
- Está bien, siempre lo olvido – contesta distraída y se sienta para desayunar juntas-. Hoy es la cita con Matt, eh –enarca una ceja y me mira incriminatoriamente –
- No es una cita y lo sabes jaja, solo somos amigos, un chico, una chica que se llevan bien y quieren pasar un buen rato, AMIGOS, es todo.- sonrío a medias-
- Aha,, aaha, trataré de creer en tus palabras, aunque no me extrañaría que luego me salgas con que te gusta. – da una mordida a su tostada con dulce –
- Como piensas eso por Dios, mamá, sabes que eres mi mejor confidente, así como también sabes que en esta etapa, no estoy muy interesada en muchachos, como en ninguna etapa de mi vida que recuerde de hecho.
- Deberías de ser más como las chicas de tu edad..
¿cómo? Que cambie de amor a cada 10 horas, viva llorando por un amor que hasta los ovnis saben que no funcionará, oo ya se, como broche de oro. Que descuide mis estudios y termine siendo una camarera en Texas, con un chiche en boca y una posición vulgar mientras atiendo.
- sabes que no era necesario que exageres tanto., ¿cierto?.
- - Hago señal de ofensa – pero si yo soy la persona más tranquila que puedas conocer.
- Cuando duermes seguro – dice mientas se aleja, poniendo los cubiertos sucios en el fregadero –
- Ya me voy, - digo dándole una última mordida a mi tostada y dirigiéndome al baño, para cepillar mis dientes para luego ya irme al colegio.
*minutos después*
- ya me voy ma. – grito desde la puerta –
- está bien hija, suerte y cuídate mucho.
- tú igual!
Ya me dirigía al colegio, cuando de repente, solo de repente, me causó curiosidad echar un vistazo hacia la antigua casa de los Johnson, de inmediato recordé lo que había visto la otra noche. A ese chico fornido poniéndose o más bien, quitándose la camisa. Debería de hacer una pequeña visita a los nuevos vecinos, solo por cortesía.
Esa ni yo misma me la creía, era más que claro que quería conocer al (posiblemente) miembro más joven de la familia y así quizás hacer nuevos amigos. No pasó mucho para que el bus viniera, y de pronto ya me encontraba sentada con los auriculares puestos, pensando en todo y nada a la vez. Podría decirse que soy de esas personas que disfruta más el trayecto que la llegada, cuando salgo temprano para ir al colegio, me gusta que el bus tome su tiempo para llegar a sus determinados destinos, aunque sé que muchas personas con prisa para llegar a sus empleos no compartirían mi opinión. El día parecía ir completamente de acuerdo a mí, el sol brillante, las personas en el bus, ligeramente menos fastidiosas, hasta que... paah ! siento un frenazo de impulso. De inmediato me quito los auriculares para ver que sucedió.
- Hey, que te pasaa!!
- Estás loco o qué?!
- ¡nos quieres matar a todos!
Observo para adelante con intriga, esquivando los malos comentarios de la gente hacia el chofer, y en cuanto consigo pegar la vista para adelante me encuentro con una grata sorpresa
- Ay Diosss – grité para mis adentros, tratando lo más posible de mantener la compostura.
Era él, mierdaa, era él.
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Días en diario ..
RomanceEncajada en libros ? a caso es tan malo? creo que no, tengo solo 14 años, y a diferencia de muchas no me misturo 3 kilos de maquillaje en el rostro por parecer autentica, rara tal ves,aunque nunca me importó la opinión ajena por ello, de hecho creo...