CAPITULO 7

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Ahí estaba, sentado tomando apuntes, su expresión seria lo convertía en un misterio. Entonces levantó la mirada hacia mi. Por unos segundos sus ojos celestes se perdieron en los mios, y un sentimiento extraño recorrió todo mi cuerpo. No paso mucho hasta que colocó su fría expresión de nuevo y volvió su vista a sus apuntes.

No le tomé mucha importancia, solo me confundía el hecho de que me parezca tan familiar. Sonó la campana, anunciando la hora del almuerzo.

Me parecía muy estúpido tener que seguir yendo a la escuela. Eso de continuar con mi vida como si nada era tan difícil y sin sentido.

Daniel se acercó en cuanto salimos de clase. Ali y yo hacíamos fila para comprar unas hamburguesas y puré de patatas.

- Hey! No vinieron dos días, y ni siquiera me han saludado...cuando fue que acabó todo? - Dijo simulando dolor y colocando una mano en su pecho.

Nosotras solo reímos por lo bajo y le dimos un beso en la mejilla. El se unió a nosotras para comer.

- ¿Se enteraron? - Dijo Daniel al acabar de masticar un poco de su hamburguesa.

- ¿De que? - Dije sin tomarle mucha importancia y colocándole sal al puré.

- Natalie Lewis ya tiene un nuevo novio.

- Wow...- Dijo Ali fingiendo sorpresa. - ¿Quien es el "afortunado" en esta ocasión?- añadió con la boca llena.

Solté unas pequeñas risitas que enseguida desaparecieron con la respuesta de Daniel.

- Chris Sullivan...

Se que no debió importarme, que era alguien a quien apenas conocía. Y que quizá solo era el hecho de que me gustaba y ya. Pero no, me dolió, y mucho.

Ya no tenia hambre, solo me levanté de la mesa y les dije que iba al baño.

Me encerré allí, odiaba que la gente me viera llorar, me hacia sentir más débil aún. Entonces alguien tocó la puerta. Sequé mis ojos con las mangas. Aplane mi ropa y sorbí mis mocos. Era algo estúpido. Mi yo racional me lo decía. Pero mi yo estúpido y cobarde me decía que lloré, que llore hasta no poder más.

Abrí la puerta despacio, era Ali,  me abrazó, y me hizo sentir un poco mejor.

- ¿Te gustaba enserio no? - solo asentí y volví a hundir mi cabeza en sus brazos. - ¿Sabes? el es un estúpido al pensar que una puta de quinta puede ser mejor que tu. Entendiste? Además, a ti te espera algo mucho más grande. Y en el hay algo que nunca me agradó. Hay algo oscuro en el. Me recuerda a Wenseld.

- ¿Wenseld?- Pregunte confundida.

- Mira...no solo la luna y el sol reencarnaron en humanos si? Antes de que la luna y el sol fueran pareja. La luna estuvo con otro Dios o padre de la naturaleza. Claro que no tan poderoso... Tu primer nombre humano fue Cassindrya, de ahí tu nombre Cassie. El del Sol fue Mattselys. Y Wenseld fue las tinieblas y la oscuridad. En ese periodo de tiempo, los humanos los adoraban como lo que en verdad son. Tu, al pertenecer a la noche, y Wenseld acompañándote con la oscuridad todo el tiempo, se enamoraron. Fueron los gobernantes de la noche, controlaban a bestias nocturnas para evitar el ataque hacia los hombres, nada se hacia sin su consentimiento en sus horarios de dominio. Pero el te amaba más que tu a él. Pronto entendiste, que sus intenciones con el mundo tenían otro fin. El quería el control total, destituir al Sol, y que ustedes fueran los únicos gobernantes de los hombres. Pero no se lo permitiste.
En cuanto yo te lo conté, fuiste inmediatamente a reunirte con Mattselys y le contaste los planes de Wenseld. Juntos formaron defensas contra el ejercito que las tinieblas formaban. Y en ese tiempo que pasaron juntos, se enamoraron. El solitario sol y la hermosa luna. Wenseld no se enteró de nada hasta que fue muy tarde. Una vez sus ejércitos entraron a los dominios del día, hubo un eclipse. Tu y Mattselys se unieron, la mitad del ejército de Wenseld te pertenecia. Por lo que lo  abandonaron y se unieron a ustedes. El fue desterrado, prisionero de sus propias culpas. El te juro amor antes de su partida. Pero tu ya no sentías nada por el. Y el gran amor que el te profesaba, al enterarse de la boda en la que tu y Mattselys se unieron para siempre, se convirtió en el odio más profundo y fuerte que se pueda imaginar. Juro volver, y vengarse de ustedes y del mundo que tanto aman.

Un Pacto Con Las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora