Un Pacto Con Las Estrellas

CAPÍTULO 1

No era algo extraño, al menos ya no lo era para mi. Esa sensación de despertar sin las más minimas ganas de vivir. Ya me había acostumbrado, pues desde las últimas dos semanas, era lo único que sentía al despertar...soledad, decepción, no me sentía entendida, mucho menos aceptada o querida, ese era el problema. Quería que mi vida tuviese sentido, una razón, quería sentir que yo podría ser importante.

Una debil luz de los rayos del sol se colaba por la cortina en un agujero que habia a un costado de ella, que mis padres habían prometido arreglar, pero como siempre, lo habían olvidado.

La luz me daba justo en la cara, froté mis ojos, y me quede ahí tendida, mirando el techo, esperando el grito de mi madre pidiendo que nos levantemos para la escuela.

3...2...1

- ¡Arriba! No soy yo quien debe ir a la escuela, asi que levantense o llegarán tarde.

Miré mi reloj en la mesita de noche, 06: 45 am. Primer día de clases, perfecto. Me paré de un salto, había estado planeando este día desde hace un mes. El día en que por fin, mi prioridad serían mis estudios, luego las amistades y la familia, y por ultimo, quizá podría considerar un novio, pero había alguien a quien intentaba impresionar... Sam Weather, el chico del que habia estado enamorada por un buen tiempo, a pesar de que para el, yo solo era "la mejor amiga", no, ni siquiera eso... "una" de las mejores amigas.

Dejé la radio prendida, la radio sintonizaba la canción "Sorry", la cual había sido colocada en el mismo canal de radio, todos los dias, unas cuatro o cinco veces al día, desde hace un mes. Ya empezaba a aburrirme, pero no le presté mucha atención y entre en la ducha.

Incluso sin darme cuenta, comencé a cantar la canción de la radio, mientras cuidadosamente lavaba mi cabello. Una vez fuera me vestí, me puse unos jeans, unas botas beiges, un suéter beige y una polera blanca sin mangas debajo. Quise pasar el cepillo por mi cabello, he irme asi, como siempre, pero hoy era un día especial, asi que lo desenredé y aún mojado, lo trense a un costado.

Mi cabello negro no me habia dado muchos problemas hoy, y eso era algo bueno. Me puse aretes, algo que no hacía hace tiempo, eran unas pequeñas estrellas, enserio amo las estrellas. Con cierta dificultad y esfuerzo, rize mis pestañas y coloqué un poco de rimel sobre ellas, mis ojos eran de un azul muy intenso, y el negro del rimel contrastaba perfectamente con ellos. Me cepillé los dientes. Y, ya estaba lista.

Mi ánimo seguía por los suelos, ni siquiera me habia percatado de lo secos que estaban mis labios, y una vez salí de mi cuarto, mi labio inferior se partió, y un gota roja comenzaba a salir de la herida que acababa de abrirse. Lami mis labios, ese extraño sabor a oxido y sal, entre de nuevo y me coloqué un poco de vaselina, sin embargo, eso dejaría una marca.

- Oh, cariño, te peinaste.-Dijo mi madre una vez me vio bajar las escaleras.
- Si, este... veo que ya era hora. - Ni bien termine de hablar, se acercó a mi, examinó mi labio y puso una cara seria.
- Esto va a dejar una marca Cassie.-Dijo preocupada.
-Si mamá, lo se.
Entonces se escucho un fuerte golpe y algo rompiéndose.
Tyler y Derek peleaban por el baño, de nuevo. Tyler tenía nueve años, y Derek 22. Prueba clara e irrefutable de la inmadurez de Derek, mi hermano mayor.
- ¡MAMÁ! ¡TYLER ROMPIÓ EL FLORERO! - Gritó Derek apagando la afeitadora.
-¡MAMÁ! ¡DEREK NO ME DEJA ENTRAR AL BAÑO, Y ME CULPA DE ALGO QUE NO HICE!-Tyler grito aún más fuerte que Derek.

Expliquemoslo asi, Derek está en su primer año de universidad, es un buen hermano, pero es demasiado infantil. Es coqueto y atrevido, tiene una nueva novia cada semana, y es algo que realmente me molesta. El es el típico hermano mayor sobreprotector, y a pesar de que pelear con Tyler sea una de las actividades favoritas de mi hermano, trataba de cuidarnos de todo aquello que pudiera dañarnos.