Capítulo 4: ¡Comienzan las clases!

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1 semana después.

______ (T/N) P.O.V

  —  ¡______! ¡Apúrateee! ¡Vamos a llegar tarde si no sales ahora! — Escuchaba como Suni gritaba cosas como esas hace más de diez minutos y era cierto, ella ni siquiera se había duchado aún. Terminé de acomodar mi blusa y salí rápidamente del baño cepillando mi cabello. 

Terminé de ponerme los zapatos y proseguí a arreglar mi cabello. Llevaba un pantalón sencillo negro al igual que una blusa holgada del mismo color, no hacía tanto frío por lo que decidí llevar la chaqueta al rededor de la cintura por si más adelante el clima comenzaba a cambiar. 

Ahora solamente faltaba esperar a que Suni saliera del baño, no dejaba de dar vueltas por la habitación mirando el reloj cada cinco minutos

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Ahora solamente faltaba esperar a que Suni saliera del baño, no dejaba de dar vueltas por la habitación mirando el reloj cada cinco minutos. Era nuestro primer día de clases e íbamos a llegar tarde, vaya suerte. Quedaban exactamente diez minutos y el agua de la ducha seguía sonando, toqué la puerta del cuarto de baño varias veces apurando a Suni a lo que ella me respondía con "Ya voy", "Casi acabo", "Ya voy a salir", "Espera un poco más". Y así fue durante más de ocho minutos, cuando salió su cabello seguía un poco húmedo pero presentable, solamente había puesto un poco de máscara en sus pestañas y rubor en sus mejillas, nada exagerado. No tuve tiempo de decirle lo bonita que se veía ya que si no nos apresurábamos definitivamente no alcanzaríamos a entrar a clase. 

Nos fuimos corriendo, el salón de prácticas se encontraba un piso abajo de nosotras y ya solamente quedaban dos minutos y algo. No había pensado nunca lo difícil que iba a ser correr con tacones, pensaba que las personas que lo decían era por exageración o cosas así, pero resultó ser todo lo contrario. Correr con tacones mataba. 

Al llegar a la puerta estábamos muy agitadas y tuvimos suerte de no transpirar, si no hubiese sido un desastre. El profesor estaba a punto de cerrar la puerta pero cuando nos vio nos dejó pasar. Durante los siguientes minutos intenté calmar mi respiración, todos estaban hablando y veía que las personas se abrazaban entre sí, pronto llegaron un grupo de chicos y chicas para saludar a Suni que contenta los abrazo y saludo. Entonces me quedé completamente sola, me dediqué a mirar  mis zapatos intentando concentrarme en algo mientras el profesor empezaba a hablar. Entonces sentí que alguien tocó mi hombro. 

  — Son un poco duros con los extranjeros, no te preocupes. 

Al alzar mi vista me encontré con el chico más alto que jamás había visto, no me sorprendería el hecho de que midiera unos dos metros. Sus ojos eran oscuros al igual que su cabello y me mostraba una bonita sonrisa mostrando sus dientes perfectamente blancos. Usaba lentes pero eso no quitaba el hecho de que era bastante lindo.

 Usaba lentes pero eso no quitaba el hecho de que era bastante lindo

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— Mi nombre es Jordan, vengo de España. — Me dijo aún sin quitar la sonrisa.  

  — Uhm... Yo soy ______, vengo de ______ (T/P). 

— Oh, eso es genial, siempre he querido ir. — Asintió levemente y se encogió de hombros para después ponerse a mi lado y mirar a los demás, igual que yo.—  ¿Ya has hecho amigos? 

— No... solamente mi compañera de cuarto, su nombre es Suni. Está por allá. — Dije apuntando con mi cabeza hacia ella. 

— Me pasa lo mismo. Siempre quise venir a Corea pero es realmente difícil hacer amigos. — Susurró. 

— Oh... — Dije, sin saber que más decir. 

Los siguientes minutos no hablé mucho con Jordan, de vez en cuando decíamos una que otra cosa, pero nada bastante importante. Simplemente esperaba a que el profesor comenzara la clase de una vez por todas. 

Tuvieron que pasar alrededor de diez minutos antes de que el profesor se pusiera en medio del logar y reclamara la atención de todas las personas que estaban a su alrededor. Era un hombre de estatura mediana, no debía pasar de los treinta y cinco años de edad, tenía el cuerpo de un jugador de fútbol. 

  — Bueno, chicos. Antes que nada les quiero dar la bienvenida, es su primer año en esta academia y van a ver que al pasar al siguiente año ustedes serán todos unos profesionales. A algunos de ustedes les pedí que prepararán una coreografía para cuando entraran a clase, ¿Podrían pasar el primer grupo, por favor? 

 Inmediatamente dos chicas y un chico se levantaron con grandes sonrisas y comenzaron a correr hacia el centro del salón, la música empezó a sonar e inmediatamente reconocí la canción "Closer" de The Chainsmokers (Les dejé el vídeo arriba). Ellos se veían muy confiados, al parecer habían ensayado mucho ya que cuando comenzaron sus pasos se sincronizaron a la perfección, no podía despegar mis ojos de ellos. Bailaban muy bien, después siguieron pasando personas y cada una de ellas mostraba un talento sin igual, de pronto me empecé a sentir mal. ¿Y si yo no estaba a su altura? Es decir, sí, había estudiado durante seis años en una academia especializada en baile, se me daba bien el crear coreografías pero mis movimientos eran demasiado suaves. Recuerdo que una vez una de mis maestras me regañó por que mi baile le pareció "aburrido". 

Mordí mi labio inferior intentando calmar un poco mis nervios, no, todo iba a estar bien. Si me faltaba algo por aprender, para eso estaba aquí, probablemente no sea París pero no está mal, y de algo estoy segura, tendré buenas experiencias. 

Jordan golpeó levemente mi brazo con su codo y al verlo una sonrisa burlona estaba en su rostro. 

  — Bailan muy bien, ¿verdad? Te vi algo preocupada, no hagas eso, no te preocupes. Apuesto a que te mueves mucho mejor. — Me guiñó un ojo haciendo que mi rostro se sonrojara levemente y después de eso comencé a reír, estaba loco. 

Las clases continuaron, nos enseñaron más acerca del baile, sobre como inició en Corea y después hicimos algunos ejercicios de flexibilidad. El profesor me felicitó ya que tenía una flexibilidad perfecta, eso hizo que todos me voltearan a ver con curiosidad. Al terminar la clase de practica seguían las regulares, tales como Matemáticas, Química, Literatura, etc. 

Cuando las clases terminaron yo volví al salón de práctica, no había absolutamente nadie. Como era el primer día no tenía tarea pendiente, una vez ahí conecté mi iPod a las bocinas y puse una canción de mi lista, comencé a bailar. Dejé que mi cuerpo sintiera la música, cerré mis ojos y poco a poco me iba moviendo como la música indicaba, el ritmo era perfecto y mis movimientos también. 

Cuando bailaba me olvidaba del mundo, mi cuerpo y alma se convertían en uno con la música, me apasionaba. El bailar de esta manera me hacía recordar mi verdadero propósito, quería llegar a ser una de las mejores bailarinas del mundo, quería que me reconocieran y sobre todo, quería hacer que las personas se apasionaran por el baile tanto como yo, quería que sintieran lo que yo sentía al bailar. Y estaba segura de que lo iba a conseguir.

La música terminó y yo también, respiraba agitadamente y estaba transpirando solamente un poco, de repente, unos aplausos comenzaron a escucharse en el lugar haciendo que me sobresaltara. Era el profesor de baile. 

— Vaya, no tenía idea de que bailaras tan bien. Hoy en clase te veía muy callada. — Dijo acercándose para ofrecerme una botella de agua. 

— Las apariencias engañan. — Me encogí de hombros aceptando la botella y dedicándole una sonrisa. 

— Pues de ahora en adelante te pondré más atención, creo que tienes mucho futuro. 

— ¿De verdad?

—  Sí, te recomendaré con mis superiores. Quizás y ellos puedan hacer algo por ti. — Me sonrió y dio media vuelta dispuesto a irse. 

— ¡Muchas gracias! — Grité antes de que se fuera a lo que me respondió con un asentimiento de cabeza. 

Estaba muy feliz, tanto que comencé a dar pequeños brinquitos. Estaba haciéndolo, estaba cumpliendo mi sueño. De ahora en más daría lo mejor de mi en clases, aprovecharía cada segundo y no fallaría. Me dirigí hacia el reproductor y puse una canción diferente, la música comenzaba y yo también. Estaba escribiendo mi propia historia, y quería que tuviera un final feliz.  

Keep Breathing » Kim Taehyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora