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Había pasado una semana desde que le ganamos al Shiratorizawa y que a Kageyama le hayan dado el gran privilegio de asistir a un campamento intensivo de voleibol. Pero tenía un sentimiento extraño. Me debería sentir feliz o celoso por la estupenda oportunidad que le dieron a Kageyama pero, más bien, me siento... ¿triste? ¿Por qué me siento así? Él es un gran amigo pero... Tengo que admitir que últimamente​ ya no lo veo de esa manera; más bien... diría que... ¿me gusta? ¡Es tan confuso! Pero yo sé muy bien que el no siente lo mismo, solo somos amigos... así es solo amigos... amigos. ¿Qué? ¿Por... por qué estoy llorando? *unas cuantas lágrimas comienzan a resbalarse por sus mejillas.* Tal vez no me gusta esa palabra "amigos", me gustaría ser algo más.
La voz de mi madre llamando a mi puerta me saco de mis pensamientos.
- Hinata, tu amigo te busca. -al escucharla limpie mis lágrimas y salí de mi habitación. Me encontré con la persona responsable de que me sintiera de eta manera.
-Hola, -me saludó- solo quería despedirme, aparentemente tengo que estar en Tokio una semana antes para poder adaptarme.
- Oh... bueno en eso caso te deseo un buen viaje y que la pases bien, estoy muy feliz por ti. -mentí, en lo único que pensaba era que por qué no se quedaba, es egoísta, lo sé, pero era en lo único que pensaba.
- Y también quería decirte que tienes que seguir mejorando, así podremos ser imparables cuando regresé, juntos. -me gusta ese palabra "juntos", si tan solo lo dijera con otro sentido.
- Si... -fue lo único que atiné a decir.
Luego de esa pequeña conversación Kageyama se marchó y yo me metí en mi habitación. Me sentía débil, sabía muy bien que volvería pero el echo de estar lejos de él me dolía. Quería gritar... llorar... quería que se quedara. No aguantaba más, me recosté en mi cama y en ese instante las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, me quede así hasta que caí dormido.
~*~
A la mañana siguiente, el dolor era menos pero aún sentía una presión en el pecho, simplemente lo ignore. Proseguí con mi rutina diaria, día tras día, semana tras semana, sin ningún cambio en esta, hasta que por fin llegaba el día en que Kageyama regresaba.
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BUENOOO MI PRIMERA HISTORIA, espero que les guste ^*^

Celos  y tristeza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora