002

1.3K 102 22
                                    

Finalmente, Kageyama regresa de su campamento en Tokio. Solo fueron unas cuantas semanas pero lo eché mucho de menos e incluso podría decir que he sentido un...¿vacío?...no lo sé muy bien, pero sentía que algo me faltaba y ese "algo" era Kageyama.
Estaba muy ansioso, nervioso, feliz...¡son demasiadas emociones!¡Bueno, ya, me tengo que calmar!*Dándose unas cuantas cachetadas.* Solo unos cuantos minutos y lo podré ver.
~*~
Todos los miembros del aquipo del Karasuno estamos en la estación de trenes esperando a Kageyama. Ya han pasado más de veinte minutos, me estoy poniendo algo impaciente.
¡Ya está aquí! El tren acaba de entrar en la estación. Me estoy emocionando...no...estoy nervioso ¡haaaaaa! ¡No lo sé! Estoy muy feliz.
¡Ya lo vi! Sin darme cuenta he empezado a gritar su nombre.
-¡Kageyama, Kageyama, Kageyama!¡Por aquí!
Él volteo en mi dirección pero pude notar en su mirada algo de irritación. Me resultó bastante extraño. Cuando saludó a los miembros del equipo, pude notar que estaba algo incómodo, no es el mejor socializando pero esta vez era diferente.
~*~
Sin poder contenerme lo bombardeé con una tonelada de preguntas.
-Oye, ¿Cómo te fue?
-...
-¿Quiénes estuvieron ahí?
-...
-¿Encontraste a alguien tan genial como yo?
-...
-¿Ahora seremos invencibles cierto?¿Kageyama?
-Muy bien.-esa fue su repuesta un " muy bien" cargado de irritación, frialdad e indiferencia. Es extraño, no me lo puedo creer, espero que solo sea una pesadilla.
~*~
Después de haber ido a un pequeño restaurante a comer, cada uno tomó su camino a casa excepto Kageyama y yo ya que nuestras casa quedan por la misma ruta.
Hemos ido en silencio todo el camino,¡qué incómodo!...muy bien...romperé el hielo.
-¡Ahora seremos invencibles! Gracias a tus asombrosas habilidades y a mí gran remate. ¡Podremos volar!
-...
-...
-No lo sé, no creo que estés a la altura.-me quedé boquiabierto. Él continuó como si nada.
No puede ser...
¿Qué le ha pasado a Kageyama?

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~**~*~*~*~*
Bueno, segundo cap. el más difícil de escribir.

Celos  y tristeza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora