El Rincón De La Imaginación

Utopía

Hola, mi nombre es Dani, tengo 25 años, y mi vida es perfecta.

Todos los días me levanto a las 9, desayuno un café con leche y dos tostadas con aceite, sal y mantequilla. Después me lavo los dientes y me ducho tranquilamente mientras escucho mi grupo de música favorito. A las 09:55, salgo de mi casa en dirección a la vivienda de Carlos y Mario, mis amigos y vecinos, a cuidar de Alexandra, su hija adoptiva de 17 meses, mientras ellos trabajan en la oficina. Una vez llego, me despido de ellos, les deseo buena mañana y me dedico a escribir un rato, o simplemente a ver la tele, mientras la niña duerme. Normalmente, para las 11:00 -diez minutos arriba, diez minutos abajo- Alexandra, empieza a llorar, pidiendo así el desayuno. Se lo doy, y ya satisfecha, la cojo en brazos y la llevo hasta el sofá, donde pasaré las dos horas restantes perdido en esos preciosos ojos marrones con motas amarillas. Sus padres llegan a las 15:00 -siempre puntuales-, y yo les devuelvo a su hija de ojos otoñales, y vuelvo a mi casa.

Al llegar, preparo mi comida y me relajo hasta que el reloj da las 17:00, que es la hora de ir a correr con Mohamed, mi amigo Musulmán; María, la novia de Mohamed; QiuXin, un hombre asiático con dificultades físicas; Pedro, mi amigo de la infancia; y Sara, la hermana de Pedro. Hacemos la ruta diaria y vamos al bar de la plaza del pueblo a tomar un refresco y charlar sobre cualquier tema que se presente. De vez en cuando, algunos vecinos más de la zona se unen a nosotros y pasamos un tiempo entre risas.

A las 18:00, llego a mi casa, me doy una ducha y me preparo para ir al instituto a dar la clase de Música al segundo de Bachillerato de Artes a las 18:30.

Termino justo una hora después, a las 19:30, y voy a pasear con mi querido perro, Toy.

Finalmente, cuando termino, vuelvo a casa para preparar la cena y esperar a Clara, mi mujer, para cenar juntos.