Sorbet

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Disclaimer: Sucesos que terminarán la historia del bioterrorismo para siempre.

Resident Evil no me pertenece, solo el argumento.

Agradezco a mi hermandad malvada, a mi beta Zhines y a mis queridos lectores.

The End Of My Road

Por GeishaPax

Sorbet

Estaba revisando la peluca con cuidado, sería difícil pero no imposible. Había tenido una buena charla con Wesker sobre lo que tendría que hacer.

Revisó su ropa nuevamente, le picaba un poco, era de baja calidad, pero suponía que su hermana con el trabajo no tendría la oportunidad de ir a revisar los trapos que se ponía. Ahora era cuestión de ir al punto que Albert Wesker le dijo y continuar con el plan.

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—¿Está seguro? ¿Podría darme la dirección? — Sheva estaba anotando en una hoja la dirección que le estaba siendo otorgada. Colgó apresuradamente y volvió a marcar a Chris por su teléfono celular.—¿En dónde mierda está ese hombre?

—Salió con Jill Valentine al laboratorio de Rebecca, recuerda que no pueden tener acceso con teléfonos al lugar.

Jake estaba en la oficina esperando a que la mujer se desocupara.

—¿Tienes el número de Kennedy o de Birkin? — Sheva se veía claramente molesta después de la aclaración. Jake le acercó su aparato sin decir nada y abrió la agenda.

—Parece importante.

—No parece, lo es… Claire apareció en la carretera federal 99 y desorientada.

La morena se veía molesta al extremo, a lo que Jake se acercó y le dio un abrazo.

—Sé que tu molestia es por Valentine con musculoso. — la mujer le correspondió el abrazo. — Pero tú sabías bien que ellos tenían planes de boda.

—Lo sé, soy una estúpida… Pero esto no debe afectar en mi trabajo. — se separó y se secó las lágrimas de impotencia que habían sido derramadas.

Jake le ofreció su teléfono y la mujer asintió. Marcó el primer número de la agenda.

—¿Sherry? Habla Sheva, encontramos a Claire, Chris está en los laboratorios, te mando la ubicación del hospital al que fue llevada.

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Ada respiró aliviada al escuchar las palabras de su agente. Al menos una parte del rompecabezas se estaba solucionando.

—Me alegra que Wesker no le haya hecho nada, sé que no soy muy de su agrado, pero espere que todo salga bien.

—Estoy a punto de llegar con Sherry al hospital, te escribo en la noche.

La mujer colgó complacida. Sentía que podría estar cerca de una gran pista, al parecer podría confirmar al fin una retorcida teoría del origen de la Familia.

Escondida en las llanuras del lago Eildon, a las afueras de Melbourne, existió una casa cuyas paredes fueron testigos del crecimiento de una de las sectas más inquietantes entre todas las surgidas nunca en Australia. Y en Wisconsin descansaban los restos de uno de los fundadores de tal clan, un pariente lejano de la familia Simmons. Anne Hamilton-Simmons fue una cruel y trastornada líder que se encargó del secuestro y tráfico de niños para unirlos a su siniestro clan en la década de los cincuenta.

The End Of My Road #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora