The End Of My Road #Wattys2017

Kaiseki

The End Of My Road

Por GeishaPax

Kaiseki

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Albert Wesker no era el típico villano de las películas, no gustaba de torturar a todos o golpear sin motivo. No era solamente un filántropo millonario del que nadie sospecharía. Empezó como un buen policía y subió a base de esfuerzo y confianza, hasta que su suerte cambió en 1998 cuando decidió irse de Umbrella.

Tenía gustos particulares que Claire había descubierto, algunas manías y rituales. Los rituales no son precisamente sacrificando vírgenes.

Le gustaba cuidarse, siguiendo una dieta equilibrada y un programa de ejercicios riguroso.

Por la mañana, si tenía la cara un poco hinchada, se colocaba una máscara relajante mientras hacía flexiones en la habitación.

Claire lo observó la primera vez llegar hasta mil y decidió mejor hacer otra cosa.

Después de quitársela, el hombre se ponía una loción para limpiar los poros y en la ducha, aplicaba un gel purificador al agua. Ese ritual empezó a hacerlo también en la mujer de cabello de fuego.

Después frotaba en ambos un limpiador de miel y almendras, en la cara, un gel exfoliante; particularmente con Claire, le ponía a continuación una mascarilla facial de menta.

Se la dejaba diez minutos mientras continuaba con su rutina.

Claire nunca se cuestionó tener mal cutis hasta que el hombre empezó a realizar ese ritual de cuidados de la piel, a lo mejor simplemente era un obsesivo con la salud en general.

Irónico, terminó con apariencia humana y con el interior de un monstruo.

Un día le cuestionó el extraño uso de tantas cosas, Albert Wesker respondió que su piel era nueva y sensible, la regeneración después de ser lanzado a un volcán no era tan sencilla, la piel no era tan dura como antes y tenía que empezar poco a poco a recuperar sus habilidades al cien.

Siempre usaba una loción para después del afeitado con poco o nada de alcohol. A Claire no le convencía del todo la respuesta, el alcohol no solo resecaba la piel, también hace a los hombres verse mayores.

Un fluido hidratante, un bálsamo contorno de ojos antiarrugas para ella y una loción protectora hidratante para él.

La fragancia que rociaba en ella tenía un aroma a flores en particular: cerezos.

La idea que todos tenían de Albert Wesker era muy diferente a lo del hombre real, una especie de abstracción, sólo una entidad, algo ilusorio.

Aunque podía ocultar su mirada fría, darle la mano y sentir el contacto de la carne, quizás incluso la gente llegase a creer que llevaban estilos de vida muy diferentes, simplemente no estaba ahí.

Después de hacer varios trabajos en su computadora y en los laboratorios, Wesker tenía siempre una misma discusión con una mujer del servicio.

Una mujer de apariencia asiática que no hablaba nada de inglés o de español, Wesker la hacía lavar las sábanas con sangre, sangre que a veces era de las formas de masoquismo que aplicaba con Claire, al inicio muy seguido por no cooperar con el en cuanto a los temas de sexualidad.

Claire pasaba a veces horas en el laboratorio con Wesker, en pruebas y entrenamientos un poco extraños.

Nunca se sintió especial, pero al parecer había sido afectada por Nosferatu al ser envenenada cuando huía de la familia Ashford y después con el T-Phobos con la enferma hermana adoptiva de Albert. Ese era el gran misterio de su desaparición, que de la noche a la mañana se volvió importante en las investigaciones y la vida del tirano.