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Querido diario:

¡Lo arruine!, ¡Lo arruine, joder!

No pude contenerme.

Maldita Osana, te odio, espero que te estés pudriendo en el infierno perra asquerosa.
¿¡Besar a Senpai frente a mí!? No podía permitirlo.

Saqué el pequeño cuchillo que con tanto recelo guardaba para un momento especial como este. En un acto sanguinario me abalancé sobre ella y la degollé. La sangre goteaba de una preciosa forma, se hincó llevándose las manos al cuello, y acto seguido cayó formando un charco carmín brillante.

Desgraciadamente cuando me di cuenta todos se me quedaban viendo asustados y en shock, el más afectado era mi amado Senpai, a decir verdad el rojo carmesí que le manchaba la mejilla le quedaba adorable.

Todos gritaron y yo salí corriendo.

Es todo lo que puedo escribir.

Oigo a lo lejos las sirenas.

No puede ser.

Yo solo quería que Senpai se fijara en mí.

Que estuviéramos juntos como una pareja feliz.

Pero ahora todo se arruinó...

Esta será mi última anotación supongo.

Adiós diario.

Adiós Senpai.

Diario De Yandere ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora