PRÓLOGO

22 3 1
                                    

Hoy se cumplían 5 años desde que Justin me pidió que fuera su novia en la Universidad.
Una cena romántica en la playa era nuestra manera de festejarlo, nos conocimos en una fiesta en la playa, así que la playa es icónica en nuestra relación.

-Gia...

-Justin.... -dije mirando como mis pies se hundían en la arena.

-¿Sabes que te amo cierto? -preguntó haciendo que nos detubieramos

Asentí con una sonrisa, lo mire a los ojos.

-¿sabes donde estamos? -pregunto acariciando mi mejilla.

Observe detenidamente el lugar, una sonrisa enorme se formo en mi rostro.

-aquí nos conocimos -dije con emoción.

Justin asintió, tocó mi mejilla y caminamos unos metros mas, su mano y la mía bien acopladas.

-espera.... -dijo tomando fuerte mi mano obligándome a detenerme.

Lo mire y Sonreí.

-eres tan distraída -dijo divertido.

Le pege en él hombro.

-¡oye! -chille.

-¡lo eres! -reía sin parar- no has notado donde estamos parados -dijo nervioso.

Mire hacia abajo y su alrededor, estábamos en él centro de un corazón formado por pequeñas velas rojas.
Mi corazón comenzó a latir rápido, una sonrisa se formo en mi rostro y comenzaba a ponerme nerviosa.

-Gia.... -dijo tomando mís manos- Te amo.

-yo te amo mas -dije mordiendo ligeramente mi labio inferior.

-Gia -me miro nervioso, yo asenti- hace 5 años te conocí, eramos un par de rechonchitos que amaban la grasa que tenían en su cuerpo -rei- recuerdo que estaba con Adam sentado en la arena y te mire pasar riendo con Lux y su novio -dijo con una sonrisa- recuerdo pensar "mierda, que chica tan sexy" llevabas un traje de baño negro, y un short de mezclilla -reí ante su magnifica memoria.

-pensé que eras un acosador -dije entre cerrando los ojos.

Él sonrió.

-Gia... Contigo eh pasado muchas cosas, juntos decidimos bajar de peso y miranos -sonreimos- logramos estar en nuestro peso ideal -suspiro y cerro los ojos -dejame decirte que te ves tan sexy -dijo con una voz llena de lujuria y pegando nuestros cuerpos fingiendo morder mi cuello.

Reí por su acto y cuando volvió a ponerse serio continuo.

-estuviste ahí cuando mi padre murió, me abrasaste toda la noche -miro la arena y volvió a mirarme- no me dejaste caer, no sabes cuanto te amo Gia -dijo cerrando los ojos.

Se alejo un paso de mi y sonrió.

-ellos tenían que ser parte de esto Gia -dijo señalando detrás de mi con la mirada.

Me gire lentamente y me encontré con nuestras familias y nuestros mejores amigos a unos metros de nosotros, mis padres, su madre, sus tres hermanos.
Todos miraban atentamente hacia nosotros con una enorme sonrisa que estaba casi segura estaban por salirseles de la cara.

-Justin....

-Shhhh... -puso su dedo en mis labios- dejame terminar -sonrió ampliamente.

-Gia, me encantas, toda, todita, me encanta la manera en que arrugas la nariz cuando estas feliz y nerviosa, me encanta tu sonrisa, me encanta la manera tan peculiar en que levantas los labios para pedirme un beso, me encanta la manera en que me levantas él ánimo cuando me pongo triste, me encantan las mañanas en que despierto y lo primero que veo es tu rostro -suspiro hondo y comenzó a temblar y para ese punto yo ya estaba con los ojos llenos de lágrimas- Gia, te amo, él amor ya no me cabe en él pecho, Gia -metió la mano a él bolsillo de su pantalón y saco una pequeña caja roja- te amo, no soporto un día mas sin que seas lo primero que veo por las mañanas -suspiro y doblo una pierna para incarse.

Justin abrió la pequeña caja roja dejando al descubierto un lindo aro dorado con un pequeño diamante en él centro.
Lleve mis manos hasta mi boca y comencé a llorar.
Mi corazón latía a mil por segundo y estaba segura que este momento iba a quedar en mi mente para toda mi vida.

-Gia, ¿Te casarías conmigo? -dijo con una sonrisa y mirándome a los ojos.

Lo mire con una sonrisa y lágrimas resbalando por todo mi rostro, gire mi cabeza y me di cuenta que todos tenían los nervios de punta y mi madre estaba hecha un mar de lágrimas.
Volví a mirar a Justin y él me miro nervioso y ansioso de escuchar una sola palabra de mi boca.

-Justin, te amo -dije entre lágrimas- como no tienes una idea -suspire- si, si quiero ser tu esposa -dije asintiendo con los ojos cerrados.

Seguía así, con los ojos cerrados, parada en la arena y sin mover un solo dedo.
Solo escuchaba una ligera risa por parte de Justin.

-Gia, abre los ojos, yo debería estar mas nervioso que tu -dijo divertido.

Los abrí y él se encontraba parado frente a mi con él anillo en las manos.
Sonreí.

-Trae acá esa mano -dijo con una sonrisa mientras tomaba mi mano izquierda.

Puso delicadamente él anillo en mi dedo, lo acaricio un momento.
Yo no podía dejar de ver esto.
Se acerco lentamente y deposito un suave beso en mi mano, me miro a los ojos y alzo las cejas con una sonrisa.

-no llores amor -dijo limpiandome las lágrimas con ambas manos- me haces él hombre mas feliz al aceptar casarte conmigo -dijo con una sonrisa y la voz quebrada.

Oh dios, cuanto lo amaba.

-y tu a mi -respondí de la misma manera.

Lentamente se acerco a mi y me beso.
Me beso como si fuese la primera y ultima vez que nos besábamos, lento, suave, con amor. Con ese amor que solo él sabe darme y que yo tanto necesito.
Por supuesto que quería casarme con él, desde que lo conosi supe que era él amor de mi vida, desde la primera vez que nos dimos un beso supe que ese seria mi alimento él resto de mi vida, desde la primera vez que dormí a su lado sabía que quería despertar siempre a su lado. Siempre.
Una vez que no nos quedo mas aire en los pulmones nos separamos y pegamos nuestras frentes.
Sonreímos.

-¡Nos Vamos A Casar! -dijo en voz baja pero con euforia en su voz.

-¡Si! -dije con emoción.

Se separo de mi y tomo mi mano para salir corriendo hacia nuestra familia y amigos.

-¡DIJO QUE SI! -grito mientras corríamos.

Te Encontrare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora