Capitulo 1

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Devastaras las noches

Al cerrar los ojos

Intentando encontrar

En la distancia

Aquel beso perdido.

¿Qué pasaría si te enamoraras? Cerré el libro por completo, esas estúpidas historias y poemas de amor ya no me dejaban pensar ¿Era tan ilusa en pensar que algún día me sentiría igual? El amor a veces me daba náuseas. Una vez hace bastante tiempo creí que me había pasado, pero ahora me encontraba sola.

Saque rápidamente esas ideas de mi cabeza, y me puse los auriculares blancos y enormes que me había regalo mi tia hace tiempo, intenté relajarme tirada en la cama, la lluvia se escuchaba a través de mí ventana, la tormenta era fuerte, no pude concentrarme en la música tenue que estaba escuchando. Salte de la cama y cruce descalza mi habitación, por la ventana, del otro lado de la calle se veía un patrullero, un chico de pelo castaño trataba de explicarle algo a los policías que le ponían las esposas y lo empujaban contra la patrulla estos parecían no prestar atención a lo que el chico decía, en el ultimo segundo antes de meter la cabeza dentro del patrullero el levanto la mirada y me vio, sus ojos eran dorados y melancólicos, no le di mucha importancia y volvi a mi cama.

La idea de que un chico tan joven pasará por esa situación me revolvió las tripas y me puso incomoda, mí familia me crio de una forma muy tradicional alejada de esa clase de problemas, me quedé dormida pensando en ese hecho.

-Lana , despierta.- dijo una voz tranquila, mí tía entro a la habitación y se sentó a mis pies.

-Qué pasa?- pregunte incorporándome, no me daba cuenta de lo tarde que era.

-es hora de comer, cariño- dijo y me toco la mejilla cariñosamente.- lo viste, hoy?

- el chico que se llevaron en la patrulla?- dije al instante

-si, vive cerca del río -contesto abriendo sus ojos verdes - vino este verano.

- no lo sabia.- suspiré, aún me costaba reaccionar seguía con sueño - siempre fue así?

- No, al parecer se lo llevaron por una pelea callejera. Vamos -me estendio la mano- es hora de la cena.

Mientras comía me quede pensando, mi hermano menor de 10 años estaba jugando con la pasta que había preparado mí tía, pequeñas gotas rojas salpicaban la mesa.

Mi familia se conformaba por mi madre y mí padre que habían viajado a las montañas por su aniversario, nos quedaríamos en casa de mí tía por unos días, se podía decir que ella era la hermana tolerante t divertida, no tenía problemas en que yo saliera siempre y cuando avisara de mis movimientos, en cambio mí madre era un poco más conservadora en ese sentido, y mí padre no opinaba mucho al respecto. Mí hermano Tommy no era muy social con nosotros, estaba en la etapa preadolescente en la que solo piensa en su celular y jugar con sus amigos a miles de juegos online. También tengo una hermana llamada Isabella, es mayor, hija de otro matrimonio de parte de mí madre.

-Hola.- saludo alegremente Isa, era rubia de ojos castaños, yo no había sacado sus atributos naturales, alta y de figura esbelta, nariz respingada, pelo largo y lacio. Yo en cambio era estatura media baja pelo ondulado y castaño cobrizo, aunque mis ojos eran verdes grisáceos la parte favorita de mí fisonomía. Isa cuidaba mucho su figura ya que hacía modelaje para empresas grandes y conocidas de ropa, así que siguió de largo por la mesa y comenzó a cocinarse su menú especial.-Dentro de muy poco empiezas las clases, verdad lana?

- Si

Era mí último año y me aterraba pensar en el después, universidad, trabajo, vivir sola me daba miedo pensarlo y a la vez ansiedad. Se me revolvieron las tripas y no pude terminar la pasta, agredeci la cena a mí tía y subí a mí cuarto. Esperaba que esté último año sea mucho más tranquilo que los anteriores ahora que mí pasado ya no me perseguía, habia pasado muy malas experiencias gracias a mí exnovio, quien me generó muchas inseguridades a lo largo del tiempo que estuvimos juntos, por suerte esa etapa ya se había cerrado complemente, no esperaba verlo más por mis alrededores y estaba yendo a terapia que me tranquilizaba lo suficiente para poder enfrentar mí vida.

Me encantaba ver las estrellas antes de dormir, asique me acerque a la ventana para relajarme, para mí sorpresa y curiosidad frente a mí casa pasaba el de chico que se había llevado la patrulla, iba con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha, no era de meterme en problemas ajenos pero me preguntaba que le podría haber pasado para terminar en una pelea callejera, el chico miro para mí ventana al igual que en la mañana rápidamente me hice la distraída y cerré las cortinas, no quería que pareciera que lo estaba espiando, aunque asi lo fuera.

Estaba muy cansada y a pesar de que mí cama era un desastre me recosté igual y me quedé profundamente dormida, al día siguiente me juntaría con mí mejor amigo para desayunar.

Devastarás Las Noches Donde viven las historias. Descúbrelo ahora