SIZZLER (BIZZLE II) ADAPTACIÓN A JELENA

Capitulo 2 "¿Qué te pasa, Sizzler?"

Peine mi cabello y me di una última miranda en el espejo antes de salir de la habitación. Apenas llegamos lo primero que hice fue dormir como morsa y durante toda mi ducha no dejaba de ver mi anillo de compromiso y pensar en Justin.

Me jodia su indiferencia, su forma de actuar, me jodia todo él. Me jodia que no tuviera las bolas bien puesta y decirme que no quería estar más conmigo, se fuera ahorrado la maldita actuación. Lo peor era que ni siquiera le hice nada, él desaparece por dos meses y cuando regresa actúa como un maldito idiota, no sólo conmigo, con sus amigos de toda su vida también.

—¿Quién es esta preciosura? —quité la mirada de mis botines tacones de cuero y mire a la persona que habló.

—Ryan, ¿Quién es este idi... —me callé cuando mire hacia él y me di cuenta quien estaba enfrente... Justin Bieber.

—¡Oh, __! —Ryan se puso de pies y caminó hacia mí— Ellos vienen a disculparse por lo sucedido hace horas.

En lo más profundo de mi ser creció una espereza de que todo volviera a hacer como antes.

—Amigo, no vengo a disculparme, vine por negocios —escupió Justin.

Adiós esperanza.

—¿Cuál es tu puto problema, rubio?

—Ya empezó esta tipa —respondió tocándose la sien.

—Mi nombre es ___, imbécil —quería tener un cuchillo en este momento para arrancarle las pelotas.

—¡Ya, tranquilos! —exclamó Ryan— Olviden todo lo sucedió, hablemos de negocios.

Justin encendió un cigarro y le hizo una seña con la cabeza al hombre de piel oscura y muchos tatuajes que intentó piropearme.

—Soy Lamar —me sonrió.

—Ve al grano negro y deja de coquetear —masculló Justin.

—El mejor traficante de Santo Domingo se encuentra en el barrio más peligroso de la capital. Vino del barrio aunque tiene muchos verdes en su cuenta dice nunca perder su humildad, por eso vive allí y no en una mansión.

—¿Existe un barrio más peligroso que N de Nevada? —pregunté con ironía. Allí había más asesinatos, violaciones y secuestros que en todo Estados Unidos.

Lamar me miró mal.

—Típico de estadounidenses querer ser mejores en todos. Por sí no lo sabías americanita, los barrios de tu país no son tan peligrosos como los de América Latina. Lo que para ustedes es un barrio extremadamente pobre, para nosotros es clase media baja —suspiró— Como seguía diciendo, su nombre es Franklin Delgado, es muy comprador y exportador. Hemos intentado acercamos a él, pero no lo hemos logrado. Por eso hemos aceptado hacer negocios con ustedes. Si logramos tener su atención él tendrá dos opciones; estar de nuestro lado o morir —sonrió— aunque si les soy sincero matarlo sería una gran opción, nos quedaríamos con su negocio y su dinero, y para nuestra suerte ambas partes ganas... Tanto ustedes como nosotros.

—¿Cómo piensan llamar su atención? —preguntó Khalil.

—Robando el banco central de República Dominicana —sonrió un tipo que ni conocía.
—Somos demasiado para robar un banco —habló Ryan.

Sentí una mirada en mí, así que miré por instinto a Justin. Me estaba viendo, pero cuando lo pillé dejo de hacerlo.

—No iremos todos, irán tres de ustedes y tres míos —respondió Justin— ¿Ya tienen los suyos?

Miré a Ryan.

—Si —se apresuró a decir Christian— irán; Ryan, Khalil y ___.

Justin me miró directo a los ojos y se pudo ver un pequeño brillo en ellos, o al menos eso me pareció ver a mí. Botó el humo de su boca haciendo dos perfectos aros de lo que quedaba de nicotina.