Sentí un gran peso caer sobre mí, así que me sobresalte de golpe. El peso fue retirado rápidamente. Grite cuando mis ojos se adaptaron a la oscuridad y vi dos desconocido mirarme con el ceño fruncido.
—¿Quiénes son ustedes? —grite. La música estaba tan fuerte que no se sí llagaron a oírme.
Sin embargo, ellos rieron ignorándome por completo y saliendo de la habitación.
Fruncí el ceño cuando me puse de pies, ¿Qué mierda pasaba? Ese escándalo era insoportable. Tome mi teléfono y grite de frustración al ver la hora, eran las tres y media de la madrugada.
Salí de la habitación y volví a sobresaltarme del asombro cuando vi gente aquí arriba que no conocía.
—Quítense, joder —forcé con la gente de las escaleras para que me dejarán pasar.
El piso de abajo, era una locura peor. Había mujeres completamente desnudas, hombres fumando marihuana mientras jugaban póker o simplemente se emborrachan, personas manoseándose en cada rincón, era un caos. Un casino tenía más decencia que esto.
Una rubia completamente desnuda me ofreció un trago y yo negué con la cabeza, antes de que se fuera la tomé del brazo.
—¿Has visto a Bonnie?
Ella negó confundida y siguió en lo suyo.
Busque a Bonnie en cada rincón de la casa, pero no la encontré. Salí de la casa y camine hacia la portón para ver si la veía, pero no. Me sorprendí demasiado al ver que había incluso gente la carretera de Calabazas que estaba frente a mi casa.
¿Qué mierda era esto?
Desde la acera me gire a ver la casa y era increíble, tenía una visión perfecta. El piso del jardín no se miraba por toda la gente. Podía jurar que en mi casa estaba la mayor parte de la población de Los Ángeles.
Volví a mirar mi teléfono, ya iban hacer las cuatro. Bostecé y me abracé, por el frío que sentí.
Iba a matar a Bonnie, ¿Cómo se atrevía a hacer una fiesta en mi casa sin pedirme permiso? Lo peor era que no siquiera conocía a esta gente.
Varios autos a toda velocidad pasaron por la carretera y no pude evitar girar mi cabeza para observarlos. No me sorprende que sean autos de lujos, esto es calabazas, la mayoría tiene autos de más de doscientos mil dólares.
Miré confundida a los lejos, cuando los tres autos se frenaron y dieron una excelente U hasta llegar al frente de mi casa.
Joder, más invitados.
Respire profundo, ni siquiera me di cuenta se estaba descalza.
—¡Demonios! —dijeron con asombro— Russo, ¿Por qué no nos has invitado?
Gire mi cabeza como el exorcista y pude mirar a Christian, Chaz, Ryan y Justin, quién estaba recargado en su auto con las manos en los bolsillos mirando mi casa con un gran signo de interrogación en la cara.
Se veía tan perfecto, me encantaba cuando usaba jeans rotos y gorros.
—¿Metiste a todos Los Ángeles en tu casa? —escuché a Chaz— ¿Por qué la anfitriona está en pijamas y descalza en su fiesta? ¿Ya estas ebria?
Bufé.
—Joder, tus pelotas están ebrias —musité.
—¿Por qué no te ves feliz? —Christian llego a mi lado, de hecho, los cuatro llegaron a mi lado.
A mi lado izquierdo tenía a Justin, quién mantenía una distancia mínima y su vista pegada en la gente. Se veía tan bien, ahora mismo.
Negué varias veces, estaba molesta con él.
—¿Qué hacen en las calles a estas horas? —hable como para todos, pero realmente iba dirigida hacia Christian.
—Negocios —se encogió de hombros.
—Claro —alargué la última letra.
—¿Es tu despedida de soltera? Porque déjame decirte que no le hicimos nada a Justin —casi me ahogo al escuchar a Chaz. Justin y yo lo miramos en sincronía.
Me estremecí al imaginarme como será esa reunión, ya que normalmente siempre las despedidas de solteras son máximo una semana antes de la boda... y nosotros ni siquiera teníamos fecha.
—¿Qué? —fue lo único que pude decir.
—Selena, ¿Estas sorda o qué? —se quejó.
—Estoy algo ida, ¿sabes? —admití— Estaba muy feliz durmiendo en mi cama y algo cayó encima de mí. Eran dos chicos apunto de follar... en mi cama —gruñí ante la idea— Ni siquiera sabía que había una fiesta en mi casa a la cual no fui invitada y menos avisada.
—Tienes que tener el sueño jodidamente pesado para no despertarte con esa música. Creo que desde la entrada de Calabazas, se escucha.
—Sí, admito que... —me quede callada cuando vi otra chica desnuda caminar hacia a nosotros con una botella de alcohol en las manos.
Los chicos al rededor la miraban con poca vergüenza. Y no sólo hablaba de mi queridos amigos, también hablaba de los que estaban afuera, dejaron su charla para poder mirarla.
—Hola —saludo risueña.
Sin embargo ninguno de los chico respondió.
—¿Quieren un trago? —tendió su botella hasta nosotros.
—No, gracias —dijo Christian.
Me moví incómoda. Es decir, hay una tipa completamente desnuda frente mi y lo peor... frente a mi novio. Ni siquiera quería ver hacia Justin, le iba a patear el culo si lo observaba mirándola.
—Hola guapas —un tipo pasó un brazo sobre el hombro de la chica y me miró de arriba con descaro. Estaba ebrio, se le notaba en la mirada—¿Qué haces vestida? Con esas hermosas piernas y ese lindo culo, yo estaría mostrando todo.
—Amigo, tu cuerpo caerá por ese barranco en menos de cinco minutos si sigues hablando —le advirtió Ryan. Aunque algo en mi decía que lo dijo por Justin.
La chica jugo con su cabello mientras miraba a Justin. Y de hecho, cuando dio un paso hacia él, mis piernas se movieron hasta quedar enfrente de Justin. Si quería tocarlo, tenía se quitarme primero.
—Si no quieres que te parta la botella que llevas en la mano, en tu cabeza, aléjate —le advertí.
—No seas así —hizo un puchero y se acercó más. Retrocedí hasta que sentí mi espalda y culo chocar con el cuerpo de Justin— Puedes compartir a tus amigos. Préstamelo unos minutos, anda —volvió a dar otro paso más.
—No, aléjate —repetí. Estaba haciendo un gran esfuerzo para no golpearla.
—Anda, préstale tu amigo a Jessi —hablo el ebrio—, así tu y yo podemos ir por allí a quitarte esos traperos de encima y hacerte sentir mujer —se acercó tanto, que me obligue a dar otro paso atrás haciendo que Justin también lo diera— Te puedo hacer gritar hasta que te quedes sin voz, te puedo enseñar tantas cosas, podemos poner en práctica tanta posiciones mientras te folló y golpeó ese rico culo...
Todo paso muy rápido. Justin me aparto hacia a Christian y tomó al hombre por el cuello para pegarlo contra la pared.
—¿Acabo de escucharte decir que quieres follarte a mi novia? —gruño. El tipo no respondió— ¡Habla pues!
—Sí, eso dije —habló.
—¿Me estas confirmando que si la quieres follar? —cuando el tipo no respondió, Justin alzo su rodilla y le dio en la entrepierna. El tipo gritó— Lo siento, te escuché decir que querías follar con mi novia —le dio otra patada haciendo énfasis en sus últimas dos palabras.
—Si —repitió el tipo.
Otra patada fue directa a su entrepierna. Algunas lágrimas se le salieron. Por instinto mire a Christian y Chaz, y ellos tenían una sonrisa burlona viendo la situación. Incluso Ryan la tenía, les divertía la situación.
—¿Volviste a decir que quieres follar con mi novia? —musito Justin, nuevamente.
—Y-ya entendí —dijo el hombre con la respiración acelerada.
Justin lo tomo por la camisa y lo trajo hacia mí. Apreté el brazo de Christian aterrada por su cercanía. Me recordó aquella vez con Chance.
—Pídele disculpa —le ordenó Justin.
—¿Qué? —dijo confundido, intentado buscar la mirada de Justin.
—Pídele disculpa —repitió, haciendo presión en su agarre.
—Di-disculpa —masculló.
Justin lo alejó de mí y lo empujó contra el piso.
—Mantén tu polla lejos de mi chica —escupió.
Sin mirarme, tomó mi mano y me llevo hasta su auto.
—Justin, ¿A dónde me llevas? Estoy...
—Cállate y sube —abrió la puerta de su lado y entró al auto.
Me crucé de brazos y me quede allí parada... ¿Qué se creía este imbécil?
—¿Te vas a subir o qué? —por fin me miró.
Bufe.
—¡Vete a la mierda, Bieber! —me di la vuelta y empecé a caminar hacia la casa.
En un microsegundo me tomó de la cintura y me llevo de nuevo al auto. No me llevo al lado del copiloto, no. Me sentó encima de sus piernas mientras cerraba la puerta.
—¿Qué haces? —intente moverme, pero él no me dejó.
El volante estaba haciendo presión en mis piernas debido al corto espacio. Y como si Justin estuviera leyendo mis pensamientos, echó el asiento un poco hacia atrás y encendió el auto para ponerle en marcha.
Mi cuerpo estaba totalmente recto, de hecho, mi cabeza pegaba por completo del techo. Su cuerpo estaba algo inclinado hacia la izquierda para poder mirar la carretera. La mano de ese brazo estaba en el volante y la otra en mi cintura.
En cualquier otro momento me habría encantado estar en esta posición mientras él manejaba, pero no ahora que estoy molesta y con sueño.
Justin colocó su mano un poco más arriba de mis pechos y me obligo básicamente a recostarme contra su cuerpo. Mi espalda estaba pegada a su pecho y mi cabeza sobre su hombro y el asiento. Mi mejilla rozaba su oreja derecha.
Era una posición incómoda, pero el hecho de estar así con Justin hacia que mi cuerpo se relajará. Me tentaba tanto las ganas de besarle el tatuaje que tenía en su cuello, pero no... Estaba molesta y mi orgullo era más grande que la tentación.
Suspire fuertemente y su olor recorrió mi fosas nasales haciendo así, que sintiera cosquilleo. Lo detallé de rostro completamente, como si fuera la primera vez que lo veo.
Sus pestañas era largas y gruesas, lo que hacía que su mirada fuera más intensa. Sus cejas algo despeinadas contribuían a una mirada profunda y sus labios gordos y rosados contribuían con mis ganas de besarlo.
Realmente Justin era la perfección física hecha en carne y hueso, o bueno, para mí lo era.
Cuando Justin bajo la ventana para marcar una clave de acceso en el portón, supe que habíamos llegado a una casa, su casa. No estaba tan lejos de la mía, quizás unos seis o siete minutos. Estaciono el auto y lo apagó, pero sin embargo no se bajó. Se acomodó un poco más derecho, lo que hizo que yo también me moviera y colocó sus manos en mis muslos.
—¿Debería preguntar porque estas enfadada conmigo? —sus labios rozaron mi oído izquierdo.
—¿Cómo te fue en la manada con Bonnie?
—La mejor que me han hecho en mi vida.
Asentí lentamente. Lo conocía tan bien, que entendía su sarcasmo.
—No quiero que estés molesta conmigo —susurró.
—¿Cómo le dices a la persona que se casara contigo, que si no te complace sexualmente buscas a otra? —gire mi cara hacia la suya, tuve que echar un poco la cabeza hacia atrás para poderlo mirar.
—Era una broma —respondió— Sé que quizá no tengas la confianza en mí que yo tengo en ti, y por eso te lo tomaste en serio, pero te dije que iba hacer que la recuperarás nuevamente —su aliento chocaba en mi piel facial—No soy tan estupendo para perderte otra vez, ya no. Y si te pedí matrimonio fue para respetarte y amarte, no para lastimarte. Ya no somos novios adolescentes, ahora estamos comprometidos, esta relación es sería porque así lo decidimos. Queremos estar por siempre a juntos o al menos yo lo quiero.
Hice un gran esfuerzo para no sonreír, pero fallé.
—Siento lo que dije, ¿vale?
—Está bien —respondí,
—Si por falta de sexo tengo que volver a ser virgen, lo sería por ti.
Reí.
—Eso no te lo crees ni tú.
—Te amo —soltó de la nada.
—Yo también te amo, Biebs.
—¿Esta es la parte en la que nos besamos? —sonrió.
Me encogí de hombro. A penas nuestros labios rozaron, su teléfono comenzó a sonar. Gruño y se lo sacó del bolsillo para luego pegárselo en la oreja sin ver remitente.
—Sizzler —dijo.
Rodé lo ojos, era mejor Bizzle.
—Está bien, te veo en diez minutos —finalizo la llamada— ¿quieres entrar?
Asentí. Abrió la puerta y salí de allí rápidamente, mi cuello sonó y solté un jadeo satisfactorio.
—Dios, estas viejas —cerró la puerta del coche y tomó mi mano para caminar rumbo a su casa.
Justin colocó su pulgar en un encarne de huellas y la puerta se abrió. Necesitaba uno de esos en mi casa, definitivamente.
—Buenos días, señor Bieber —escuché.
Asome un poco la cabeza y me encontré con la mirada de Olivia.
—Joven Russo —dijo sonriendo. Solté la mano de Justin y camine hacia ella para abrazarla de saludo.
—¿Cómo has estado, Oli? —pregunté.
—Muy bien, que alegría verla por aquí.
—Y la veraz más a seguido —respondió Justin volviendo a tomar mi mano— ¿Quieres dormir un poco?
Asentí. No quería dormir poco, quería dormir una eternidad.
—Te vemos más tarde, Olivia —dijo Justin. Me despedí de Olivia con la mano y lo seguí.
Básicamente me enamore de la habitación de Justin, era dos veces la mía. La decoración era perfecta, colores neutros y todo perfectamente en su lugar. Su cama era inmensa, allí entraban como seis personas.
—Linda —admití observado el lugar.
—Entra allí —señalo una puerta que estaba al otro extremo de la habitación— y sabrás que es lindo —no me moví— Anda, entra.
Tomó mi mano y me guió hasta la puerta. Volvió a colocar su pulgar en el escáner y la puerta de abrió. Mis ojos abandonaron su lugar.
—Oh, por Dios —observe cosa.
Estábamos en su armario. Esto podría ser muy bien una habitación, pero no, era su armario. Tenía una repisa inmensa con todos sus zapatos ordenados por color. También había uno completamente de camisa y pantalones. Había espejos por todos lados y estantes lujosos. Hasta una caja fuerte había allí.
En uno de los estantes estaban perfectamente colocados sus humildes relojes Rolex de oro al igual que sus cadenas. No estaba completamente ocupado, había espacios sin llenar. Sin embargo se veía genial.
—Vaya, creo que tienes más ropa de la que tendré en toda mi vida —bromeé.
—¿Pillaste los espacios se quedan? —se acercó a mí. Asentí— Son para ti.
—¿Qué? —gire a verlo.
—Sé que tienes tu humilde mansión, sin embargo creo que sería mejor que... —rasco su nuca— vivieras conmigo. No te estoy pidiendo que la vendas, puede ser tu segunda casa cuando no quieras quedarte aquí. Pero realmente quiero que vivas conmigo, futura esposa.
—Justin... —wow, ni siquiera sabía que decir— ¿En serio quieres que vivamos juntos? —reí nerviosa— Puedo ser un dolor de culo.
—No me importa —se encogió de hombros y me miró esperando una repuesta.
—Lo voy a pensar y te digo después, ¿vale?
Sonrió.
—Claro, sólo intenta que sea antes de nuestra boda.
—¿Ya tenías en mente todo esto cuando compraste la casa? —salí del armario y me senté en la cama.
—Si —admitió— No sabemos dónde nos vamos a casar, así se pensé que sería bueno convivir juntos aquí, mientras sacamos tus papales para residencia Canadiense. He visto una casa allá, que estoy segura que te encantara. Estoy seguro se ese será nuestro nidito de amor.
—Justin, cuando hablas así causas emociones inexplicables en mí ser.
—Jamás pensé hablar así, pero ya ves... —se sentó a mi lado.
—Entonces... —me acerque a él, hasta quedar en sus piernas— ¿Crees que podamos estrenar nuestro nidito de amor? —jugué con el cuello de su camisa.
—Claro que...
—Señor Bieber, el señor Tyler esta abajo —dijo Olivia al otro lado de la puerta.
—Está bien, ya bajo —respondió.
—Supongo que este estrenó tendrá que esperar —hice un puchero y me tire acostada en la cama— Vaya guapo, no tardes.
Justin se puso encima de mí y me dio un beso.
—No tardare, preciosa —me dio otro beso y después se puso de pies para marcharse.
Suspire y me estire por completo en la cama. Abrí los ojos como plato cuando vi mi mano y me di cuenta que no tenía mi anillo.
—Mierda —me senté de golpe.
Justin me iba a matar si se daba cuanta que no tenía el anillo en mis manos.
Le di vuelta a mi cabeza hasta que recordé donde lo deje. Me lo había quitado antes de lavarme la cara para ir a dormir.
Joder, nunca me lo había quitado y ahora que lo hago, lo dejo botado.
*
*
*
Ese maldito sonido que tanto odiaba todas las mañanas, empezó a sonar como loco. Abrí lentamente los ojos cuando escuché un gruñido. Mire a mi izquierda y estaba Justin, con el ceño fruncido y "dormido."
—Joder, apágalo —se quejó. Justin odiaba ser despertado— Voy a tirarlo por la ventana si sigue sonando.
Me se senté en la cama y busque mi teléfono, cuando lo encontré apague la alarma. Eran las siete de la mañana, ¿Por qué no la desactive ayer? Es domingo.
Volví a mirar a Justin, esta vez con más claridad y abrí los ojos como plato cuando lo detallé. Me rodé un poco hacia él y con mucho cuidado me senté a ahorcajadas en su abdomen, pero no deje caer mi peso en él.
Era-Hermoso.
Justin dijo algo que no entendí y colocó una de sus manos en mi muslo. Coloqué la cámara en mi teléfono y empecé a hacerle fotos como una demente.
—¿Qué haces? —abrió un ojo. También le hice foto— ¿Me estas tomando fotos? —se recargó sobre sus codos. Tuve que moverme hacia sus muslos.
—Si —sonreí, admirándolo.
—¿Por qué? —arqueo una ceja.
—Porque te ves muy tierno, sexy y follable con esas perforaciones —admití y tire el teléfono a un lado.
—¿Te gustan? —se sentó y colocó sus manos en mi cadera.
—¿Qué si me gustan? —reí— Me encantan —pase mis brazos por sus hombros.
Justin se hacía hecho una perforación en la nariz y en las orejas. Se veía demasiado bien, demasiado.
La verdad me estaba obsesionada con él.
—Te ves cansado —pase mi pulgar por sus leves ojeras— ¿A qué hora te has acostado?
—Como hace cincuenta minutos.
—No has dormido nada —musité— Deberías descansar. Yo iré a matar a Bonnie.
—Iré contigo —hizo que enrollara mis piernas a su alrededor cuando se puso de pies y caminó hasta el baño. Me dejó encima del lavamanos y sonrió— Buenos días, esposa.
Mi corazón empezó a palpitar velozmente al oírlo llamarme así. Con disimulo escondí mi mano para que no notara que no llevaba el anillo.
—Buenos días, Ju-esposo —mi voz temblaba.
Justin sonrió y sin más se quitó el bóxer. Me guiñó el ojo y se metió debajo de la lluvia artificial, su cuerpo se tensó al sentir agua... helada.
—¿Quieres ducharte conmigo? —preguntó.
—Me encantaría, pero no tengo ropa ni zapatos, así que puedo esperar —respondí.
—¿Y quién me va a enjabonar la espalda? —sonrió de lado.
—Tu mano, obvio —me encogí de hombros bajando del lavamanos— Te veo en un rato —le guiñe el ojo y salí del baño.
Después de treinta minutos aproximadamente, Justin se estaciono frente a mi casa. Cuando mire alrededor mi humor, mi cara y todo en mí, cambio.
—Oh, mierda —lo escuché decir.
Eso no era nada comparado con las palabras que quería soltar por mi boca.
Desde el portón hasta quién sabe dónde de mi casa, había latas de cervezas, colillas de cigarro, desechos de porros, botellas de alcohol, condones usados y hasta una que otra prenda íntimas de mujer.
—La voy a matar —abrí la puerta, pero Justin me detuvo.
—Espera —salió del auto y camino hasta mi lado. Me dio la espalda y se agachó— Súbete, no pienso dejar que pises estas porquerías.
Así lo hice, me subí a su espalda y enrolle mis piernas y brazos a su alrededor. Hizo camino hacia la puerta y cuando entramos a la casa todo estaba peor. Las paredes y el piso tenían manchas de quién sabe qué. Dos personas estaban dormidas en las escaleras y unos en mis sofás.
Justin movió con su pie a uno de los tipos que estaba dormido en las escaleras y este abrió los ojos perezosamente.
—Fuera —le dije.
—¿Qué? No jodas, perra —volvió a cerrar los ojos.
Justin esta vez no fue nada sutil, le lanzó una patada y el hombre se puso de pies de golpe.
—¿Qué te pasa, tío? Voy a partir tu culo —dijo.
Justin dio un paso hacia él.
—Voy a sacar mi arma y te la voy a meter por el culo, luego voy a pulsar varias veces el gatillo hasta que tu culo explote —gruño— ¡Fuera!
—¿Quién te crees? —le gritó el hombre, haciendo que el otro se despertara.
—Estas en la casa de mi esposa, lo que también la hace mi casa... ¡Fuera de aquí! —le gritó. Sus músculos se tensaron— ¡Y tú también! —le dijo al otro.
El primer hombre apretó los dientes, pero no dijo nada, simplemente salió y el otro lo siguió.
Justin subió las escaleras y entró a mi habitación. Suspire de alivio al ver que todo estaba como lo dejé. Apenas toque el piso, corrí hasta mis pantuflas. Entre el baño y me cepille los dientes lo más rápido que lo he hecho en mi vida, busque el anillo con la mirada, pero no encontré.
Si Dios, ya sé que me odias.
Salí del baño y Justin seguía allí parado todavía. Corrí hasta él y lo empecé a besar como loca por todos lados. De hecho, mi impulse tan violentamente que esto pena por el cuándo pegó bruscamente y soltó un jadeo, pero claro estaba que eso no le molesto.
Su risa era música para mis oídos.
—Vaya, ¿Y eso? —dijo, cuando por fin lo deje quieto.
—Eres tan adorable que me provoco hacerlo, provoca comerte completamente —admití.
—Bueno... tengo una larga paleta, que no le molesta para nada que te la comas. De hecho, pide a gritos estar dentro de tu boca —murmuró.
Abrí los ojos como platos y sentí mucha, pero mucha vergüenza de sus palabras.
—Eres tan romántico —respondí con sarcasmos.
—Eres tan adorable cuando te sonrojas —pellizco mis mejillas.
—Sí, si —rodé los ojos con una sonrisa y fui rumbo a mi destino.
—¿Te la quieres comer esta noche? —soltó Justin de la nada, mi mano quedo estática en la manija de la puerta de Bonnie.
—¿Qué? —me gire sorprendida.
—¿Qué si te quieres comer mi sexy paleta pene está noche? —repitió.
—Joder, Justin —sonreí nerviosa y apenada por su palabras— Cállate y no me distraigas.
Él me guiño el ojo y se encogió de hombros. Volví a girar hacia la puerta y la abrí de golpe.
—¡Bonnie Sean! —grite.
Ella se sentó de golpe algo dormida y más atrás se sentaron dos hombres que estaban a su lado.
Justin soltó un leve resoplo y mi boca cayó al piso. Sus tetas estaban al aire, los tres estaban completamente desnudos.
Mi molestia aumentó de diez a mil, no sólo había hecho una fiesta en mi casa sin mi autorización, también tiene el descaro de faltarme el respeto trayendo a gente se no conozco a follar a mi casa con ella.
—¡Fuera! —le grite a los hombres con mucha, pero mucha rabia. Mi garganta dolió.
Ellos me miraron asustado y se pusieron de pies a buscar su ropa.
—Joder tíos, tapen sus feas pollas —se quejó Justin— No son un agrado para mis ojos y menos me agrada que mi novia las vea.
Los hombres no le hicieron caso y siguieron en lo suyo. Lo que molesto a Justin. Tomó a los por los brazos y los echo de la habitación cerrando la puerta en sus caras sin importarle nada.
—Selena, yo te lo puedo explicar todo —se puso de pies, sin siquiera importarle estar frente a mi novio desnuda.
Mal-di-ta.
Caminé hacia ella y le tire la sabana encima.
—¡Te vas de mi casa! —dije sin más. Tomé a Justin del brazo y salí de la habitación hecha el diablo.
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SIZZLER (BIZZLE II) ADAPTACIÓN A JELENA
Losowe@AnaiteDuarte <---- Ella es la creadora de la portada, espero les guste !! la portada va a estar cambiando pero quiero que USTEDES CREEN SUS PROPIAS PORTADAS y me las envíen a mi twitter @Jelena4everbd.. les pondré sus twitter por aquí para que g...