CAPÍTULO 13

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Marilyn


Es gracioso como mi mente divaga mientras camino, justo ahora a mi cabeza ha venido lo que una vez dos videntes me dijeron; según la primera tendría que correr por mi destino, tendría dos hijos y que mi esposo me amaría tanto como el universo entero, tendríamos nuestro "felices para siempre", pero antes deberíamos arriesgar nuestras vidas por alcanzarlo, y la segunda simplemente me dijo que a la edad de treinta años moriría, por lo que me aconsejo vivir al máximo, que tenga todas las experiencias como pueda y que no trate de encontrarme, que simplemente dejara que el agua me llevara y es lo que he hecho todo este tiempo.

No me preocupo por nada más que yo misma, no tengo muchas amigas, no tengo novios, y no es que esté esperando al indicado, ni al chico ideal, simplemente que vivo mi vida.

Me detengo en la enorme fila que tengo para entrar al salón "Imperial", donde ahora empezará el campeonato de Boxeo, doy un vistazo y esto es tal como me lo imaginaba; cigarros, bebidas, zapatos y trajes caros, me dije a mi misma que tenía que vivir esta experiencia muy a pesar de que estoy fuera de mi zona de confort. Los minutos pasan y mientras me distraigo con el gentío que se ha reunido para el evento.

—Hola pequitas —me saluda Ed, él es uno de los tantos compañeros que tengo en el Royalty, le devuelvo el saludo con una sonrisa y entró en el salón.

—Señorita... —interrumpo con una mirada a la anfitriona de la noche y amiga mía—. Lo siento, es el protocolo.

—Somos amigas, Marian.

—Lo se amiga, es la costumbre —se disculpa, me hace un ademan y la sigo hasta mi asiento en primera fila.

En el ring hay dos hombres moliéndose a golpes, luego de pedirle a la camarera mi Gin Tonic saco de mi pequeño bolso mi paquete de cigarrillos, enciendo uno y me dispongo a observar todo el numerito, las mujeres aquí parecen salidas de un reinado de belleza, y los hombres verdaderos ganster americanos. No es un lugar al que iría seguido, pero confieso que me trae tremenda curiosidad. Doy unas caladas cuando la pelea finaliza, no entiendo nada de lo que sucede aquí, pero aplaudo para no quedar como una tonta.

Mujeres con exceso de maquillaje y en trajes de baños minúsculos, dan la vuelta por el cuadrilátero con sus carteles anunciando a los próximos competidores, no reconozco los nombres. La música cambia de un momento a otro, llamando mi atención totalmente; veo entrar por el costado izquierdo del salón a un hombre todos músculos y guapo. Parece un vikingo, demasiado sexy para ser mortal y la música de Linkin Park con Burn it down, no ayuda, porque todo se ha puesto mucho más intenso.

Justo cuando el hombre sube al cuadrilátero nuestras miradas se encuentran, se detiene unos segundos y nos quedamos viéndonos, sus ojos son hipnóticos.

Uno de los guardias le da un golpe en el hombro, le dice algo y este parece reaccionar, aparta su vista de mí y me quedo con el corazón agitado.

No tengo la menor idea de lo que sucedió, pero sigo cada movimiento del hombre como una boba, sus golpes son limpios, o al

menos es lo que escucho murmurar a los hombres de mí alrededor, a medida que los minutos pasan, la pelea se vuelve más dura.

Su nombre es ovacionado por la multitud que grita; Trenton el campeón.

Lo veo golpear despiadadamente a su contrincante round tras round, sus heridas son menores a lado del otro hombre, por lo que he escuchado murmurar hasta hora, Trenton fue suspendido por dos años de las luchas por casi matar a un hombre en el cuadrilátero.

MUY PRONTO NUEVA EDICIÓN El juego de mi vida, Serie LOCO AMOR 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora