Detrás de la música.

Capítulo 15.

"Nadie valora a ninguna persona últimamente, piensan que estarán para ellos siempre que les plazca, los hacen a un lado, los dejan en el olvido pero cuando se van allá arriba es para quedarse y no volver. Y tu ya no podrás hacer nada, más que llorar y suplicar, ¿pero para que? Ya no regresará".
-Javier ¿qué pasó?!.
-Mi madre a muerto.
Lo ayude a levantarse y lo abrace lo más fuerte que pude, estaba llorando demasiado. Hice lo mismo. Lo considero como mi hermano, me a apoyado demasiado y no pienso dejarlo solo, pero ¿cómo pasó todo esto? Su madre vive en otra casa. ¿Por qué estaba aquí? Necesito respuestas pero hoy no las obtendré, le daré tiempo~.
-Todo es tan injusto Meli. –Dijo mientras lloraba.
-Lose, pero las cosas pasan por algo Javier. Puedes quedarte en mi casa y en estos días te ayudo a repararla.
-Muchas gracias. Te amo . –Javier es una gran persona y a pasado por tanto. No se merecía esto.
-¿Quieres salir de aquí?. –No tenía la mínima idea de lo que quería hacer.
-Mi padre se fue. Mi mama está en el hospital aunque ya falleció. El viernes será su funeral. Será muy difícil para mí Melissa. Era mi madre, siempre me apoyó en todo. Yo no sabía que estaba el gas estaba encendido enserio –Dijo algo enojado y triste a la vez.
-Estaré contigo. Siempre. –Fue lo único que salió de mi boca.
-Muchas gracias, nose que haría sin ti.
-¿Quieres ir a casa, vamos por un café? Tú dime.
-Quiero a mi madre de vuelta.
-Javier, es difícil. Pero vamos a salir de esta, sabes que eso no se puede. Ven te llevaré a un lugar.
~Nos dirigimos a la azotea donde me había llevado el estupido de Eduardo. Me encanto. Aunque sería el último lugar que elegiría ahora pero le ayudaría. Es hermoso y le encantará~.
-Wow, es realmente hermoso.
-Lose. Me encanta.
-Mira. ¿Vez esa mesa? –Mierda. Eduardo no se llevo la mesa. Ya no tenía nada arriba más que un sobre.
-Si. Claro que la veo.
-Tiene un sobre arriba y claramente se ve que dice "para Melissa" luego me cuentas ve a leerla y dame 5 minutos a solas por favor. –Rápidamente accedí y fui a abrir la carta.

—Melissa:
Tenía el presentimiento de que volverías. Y espero y seas tú. Si lo eres, lo siento por no decirte, cuando te encontré en el parque y me contaste lo de Tom sabía que yo lo había atropellado. No quería decirte nada, te alejarías de mi, tenía planeado decirte cuando me sintiera listo para hablarlo. También quede traumado con eso, nunca en mi vida había echo eso, fue un accidente, iba ebrio, y lo siento. Cuando estaba apunto de confesarte eso. Dios tú hermosura me confundía, tu sonrisa perfecta y tu forma de ser me atrapó, estos días a tu lado han sido simplemente perfectos. Y te perdí, maldita sea te perdí. Te pido una oportunidad, si decides hacerlo, estaré mañana a las 8 enfrente del parque, donde comenzó todo. Si no llegas sabré que te perdí para siempre, te quiero Melissa.
                      —Eduardo.

¿Como sabía que volvería? Claro, su intuición nunca le ha fallado. Estos días si han sido realmente hermosos. Me eh divertido tanto con el. Películas, paseos, risas, abrazos, NO BESOS y por una parte eso me molesta aunque también me agrada. No besarlo y pasarla bien, es un gran avance. Me estoy enamorando de ese chico, pero no quiero sufrir de nuevo.

-¿Javieeerrrr que estás haciendo?!!!
-No puedo más Melissa. –Dijo llorando.
-Por favor suelta eso, podemos salir adelante, no vuelvas a caer en lo mismo. Dámela. –Le extendí la mano que me temblaba. Y si me la dio. Sus brazos sangraban, se volvió a cortar, volvió a lo mismo. No puedo verlo sufrir de esa manera, hacerse daño de esa manera, la ultima vez que se corto fue por el engaño de su novia. Son cicatrices de batallas que ha perdido. Pero ¿como olvidar si estarán marcadas?.
-Lo siento. –Dijo mientras se limpiaba la sangre con un pañuelo que tenía.
-Ven aquí. –Lo abrace y mire sus brazos. Sus cortadas eran realmente grandes y tenían mucha sangre.
-¿Por que lo haces? Pensé que me regañarías. –Dijo mirándome.
-Pensé en hacerlo. –Sonrió. Pero ¿para que regañarte? Estás pasando por algo que enserio es doloroso, pero esta no es la opción, no te lastimes. Será difícil pero saldremos adelante Javier. Ibas muy bien.
-Volví a caer Melissa, lo volví a hacer. –No dejaba de llorar y yo no sabía qué hacer. Lo que más desearía es traer a su madre de vuelta, pero eso no es posible.
-Javier. No son muchas, no te preocupes –Eran demasiadas en realidad.
-Lo siento enserio.
-No pasa nada, te quiero menso.
-¿A pesar de todo?.
-A pesar de todo.
-¿Que decía la carta?.
-Nada importante, después te cuento.

Nos quedamos casi toda la noche admirando las estrellas y la gran vista que se lograba ver desde ahí.
-¿Vamos a casa?.
-Vamos. –Dijo el.
Hoy no fue el mejor día pero esperamos que mañana sea mejor y más fácil.