Detrás de la música.

Capítulo 22.

Todos estamos dañados, algunos más que otros. Llevamos el daño con nosotros desde la infancia, y luego como adultos damos lo que recibimos. Finalmente todos hacemos daño. Y luego nos dedicamos a reparar lo que sea posible.

*JULIO*.

Me he estado preguntado toda la semana como estará Melissa, ¿ya habrá descubierto al estupido de mi hermano? Puede ser muy guapo, las chicas lo consideran así y si. Es mucho más apuesto que yo. Pero eso no le quita lo estupido que es. Desde el principio sabía que Eduardo no era para ella, también sabía que la iba a engañar si andaban. Por qué el puede ser muy cursi y todo lo que se puedan imaginar, pero es una persona de mierda, y el no se merece tanto, nadie se merece tanto si das muy poco, y el está dando menos que eso.

Estos días en la prepa han sido demasiado aburridos, ya los maestros ni van. Ya nadie va más bien, y yo ya no pienso ir más. Debo de empezar a superar a Melissa, solo somos amigos y así será siempre y tengo que aceptarlo.

-¿Que haces aquí? –Le pregunte a Eduardo que acaba de llegar a mi casa.
-¿No puedo visitar a mi hermano?.
-Desde que nuestros padres murieron tú ni siquiera quieres verme, yo soy el que tiene que ir a verte. Dime ¿que quieres?.

Mis padres murieron cuando tenía 5 años, en un accidente de auto desgraciadamente. Me dejaron en cargo de mi abuela pero solo Eduardo cumplió los 18 y me dejaron bajo el cargo de el. Pero como no le interesa y mucho menos ami, decidí vivir solo. Mi casa mis reglas.

-Hice algo de lo que estoy arrepentido. –Dijo mientras se sentaba y entrelazaba sus manos.
-Si se trata de Melissa, no puedo ayudarte.
-Somos hermanos, y yo no te la quería "quitar" si es lo que piensas, conseguirás a alguien mejor. –Me miro.
-No se trata de mi, ella sigue siendo mi mejor amiga y me molesta que le hagas daño, por qué yo sé que estabas con alguien antes que ella pero no quería decirle nada, no debía. Y no lo hice, pero tienes que entender que ella es una persona maravillosa que a sufrido mucho, muchísimo en realidad. Tú atropellaste a su novio y mira cómo le pagas, engañándola ¿es enserio? ¿Y aún así quieres que te ayude?.
-Se que me equivoque y estoy arrepentido, cambiaré.
-¿Cambiaras? El daño ya está hecho, y no puedes hacer nada para arreglarlo, te equivocaste con la persona que no debías, y tendrás que enfrentar las consecuencias.
-Ayúdame por favor.
-Lo siento.

*MELISSA*.

Quede paralizada con las palabras que acaba de decir Javier, hace mucho que no sentía algo así, como ganas de vomitar y un sentimiento grande en el estómago y parte del pecho ¿ustedes cómo le llaman? Ah si, mariposas.

Nos quedamos varias horas en la playa hasta que dio la noche.

-Melissa tengo que decirte algo.
-¿Que pasó Javier?
-No me importa si no me crees o todo lo que quieras pero primero estás tú y necesito decírtelo por qué te amo.
-Dilo.
-Ayer que fui a la fiesta encontré a Eduardo con alguien más.
-Ya enserio, dime.
-Melissa, es enserio.

¿Será cierto? ¿Me engañara? Tengo que averiguarlo. Fui lo más rápido que pude a casa de Julio, necesitaba respuestas y las necesitaba ahora.

Marque varias veces el número de Eduardo y nada, al igual que el número de Julio pero nadie contestaba. La casa de Julio quedaba algo lejos, pero creo que está vez se me hizo corto el camino, que hizo que en unos instantes estuviera enfrente de su casa.

Toque su puerta.

-¿Melissa? –Dijo.
-Hola Julio. ¿Puedo pasar? –Pregunté.
-Claro, pasa.
-No he podido ir a la prepa, lo siento.
-No te disculpes, ya nadie lo hace. ¿Que te trae por acá?.
-¿No puedo venir a visitar a mi mejor amigo? –Sonreí y Julio rodo los ojos.
-Otro, ya dime por qué vienes. –Me miro.
-¿Sabes donde está tu hermano? No me contesta el teléfono. –Dije y el agacho su cabeza.
-Julio.
-No esta, salió. –Dijo entrecortado.
-¿Ah donde?.
-No lo sé. –Mintió ¿como lo sé? No es bueno haciéndolo.
-Dime la verdad, sabes que no eres bueno mintiendo.
-No quieres saberlo.
-¿Donde está? –Esto me está poniendo muy nerviosa.
-Fue a la fiesta de Regina. –Regina Jones es la mejor amiga de Kassandra, hizo una fiesta "del año" y es hoy. Solo falta que me esté engañando con mi hermana, alto. ¿Desde cuando comencé a llamarle hermana? ¡KASSANDRA NO ES MI HERMANA!.
-Muchas gracias. –Me levante y me dirigí a la puerta.
-Melissa... Eres fuerte, yo lo sé.
-Gracias, te quiero. –Me fui.

Era la 1:27 de la mañana exactamente, tarde casi 20 minutos en llegar a la fiesta. Era un completo desastre, hay demasiadas personas ¿como encontrare a Eduardo aquí? Es mejor que empiece a buscar.

Pregunté a varias personas, algunas me ignoraban, otras decían que no lo conocían; hasta que un amigo de el "Marcus" me dijo que estaba en una mesa al fondo. Estaba ebrio, por eso me dio la información. Mientras más me acercaba, sentía nervios. Mi corazón se aceleraba mas cada vez que daba un paso más cerca. Por un momento, solo era yo. Nadie más estaba ahí, y al final me detuve. Lo vi, sentado con una compañera de tercero. Más bonita que yo, mejor que yo. Mi corazón se paralizó, todo se esfumó. No podía moverme, era como si estuviera paralizada; solo lo veía. Besándose con esa chica de cabello rubio. ¿Alguna vez les a pasado que no saben qué hacer?. ¿Si irse o quedarse?. Ami me estaba pasando justo ahora; se apartaron, veía como Eduardo sacaba su teléfono y se lo colocaba en la oreja, y unos instantes después sonó el mío. Lo tome lentamente y conteste:

-Hey pequeña, ¡Ya quiero verte, te extraño demasiado! –Dijo.
-...

Al escuchar la música tras el teléfono, supo que estaba en el mismo lugar que el, volteo a verme. Me miró; ¿que se hace en estos momentos? ¿Cuando sientes un vacío en el pecho y sientes que un martillo te golpea constantemente? Me di la vuelta, y corrí, corrí mientras él se levantaba y corría detrás de mi, corrí tan rápido que sentí que mis piernas iban a quebrarse. Pero el me alcanzó.

-Déjame explicártelo. –Me tomo de los brazos.
-Me mentiste, yo confié en ti y me mentiste. –Lo mire con furia, como si tuviera fuego en los ojos.
-Perdóname fui un estupido, ¿podrías darme una oportunidad? No sabía lo que estaba haciendo, enserio perdóname. –Comenzó a llorar.
-Lo siento, todo termino.

Me di la vuelta, parece que Eduardo si entendió. Quería ir a casa a dormir y llorar pero creo que tengo que hacer algo.

¡JAVIER! Llame a Javier mentiroso, el está enamorado de mí y yo de el, tengo que buscarlo. ¿Donde está? ¿A donde va cuando se siente solo? Piensa Melissa piensa! Ah yase! —Recuerdo que cuando fuimos a correr por la mañana y nos sentamos en ese parque, dijo que sería perfecto cuando se sintiera solo. Me dirigí ahí lo más rápido posible y si, estaba ahí, sentado; solo.

*JAVIER*.

Mis pensamientos volaban en mi cabeza, me eh esforzado mucho para que Melissa se fije en mi. La he protegido de todo, y no puedo vivir todo el tiempo con ella. Mi casa está destrozada, y no pienso arreglarla; mejor compro otra. Le dije todo lo que sentía por ella y parece que no le intereso, me llama mentiroso. Estoy decidido; me rendiré, ya no pienso insistir más por Melissa Peyton.