( When the daylight comes you feel so cold, you know. I'm too afraid of my heart to let you go. Waiting for the fire to light Feeling like we could do right Be the one that makes it tonight Because freedom is a lonely road)
*Ro* Seguía confusa por lo que sentía hacia Marko, pero más aún por lo que él sentía hacia mí. Con los partidos fuera de la ciudad apenas teníamos tiempo de dar clase y menos de vernos. Giulia había aprovechado esa semana para ir a ver a sus padres. Yo me quedé en Turín. Vinieron algunas amigas, salimos de fiesta y nos divertimos juntas. Ese día salí a visitar la ciudad, recorrí miles de contrucciones arquitectónicas muy variadas. En ese momento deseé saber más sobre la arquitectura y el arte. Llegué hasta el Juventus Stadium, estaba vacío, en calma. Los jugadores probablemente ya estuvieran en sus casas, con sus familias. Pensé en Marko y en su familia, quizá estaba solo o quizá no.
Estaba llegando a mi piso cuando vi una figura humana esperando en la puerta. Al llegar a su altura pude ver que era Marko. No sabía qué hacia allí. -Ciao, Marko. ¿Qué estas haciendo aquí? -dije mientras buscaba las llaves. -Vengo a clase, pero Giulia no abre. -No está, ha ido a casa de sus padres- dije abriendo la puerta. -Ah bueno-se rascó la nuca e hizo el intento de irse. Lo miré fijamente mientras hacía ese movimiento y sonreí. -Marko...-se giró hacia mí- ¿Quieres...pasar?-dije moviendo la cabeza y elevando las cejas, gesto que él imitó tras sonreír.
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Interpreté su mueca como un sí y le abrí la puerta para que entrará. -Voy a dejar mis cosas, vuelvo ahora mismo-le acompañé hasta el salón, donde se acomodó en el sofá. Dejé puesta la radio ya que hablar de música siempre era un buen tema de conversación. Cuando regresé estaba mirando su móvil.
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Me senté junto a él y miré por encima de su móvil, no entendía nada. Le observé fijamente, estaba concentrado. -Marko, una pregunta-dije apoyandome en el respaldo del sofá con el brazo. -Tú dirás- dijo guardando su teléfono. -De verdad, ¿no sabías que Giulia no estaba? Porque a mí me dejó unos deberes. -No...-Sonrió ampliamente.
