My Drug (Zarry Fanfiction)

Capitulo 1

Capitulo 1:

“Los años han pasado, las heridas están curadas pero podríamos decir que dejaron estremecedoras cicatrices. Hoy me siento orgulloso de donde llegué y de quién soy,  quedaste en el pasado.

 Pasaron dos largos años de recuperación, de rehabilitación y tres años de mantenerme fuerte, supongo que te quise demasiado y aún siento la necesidad de pensarte, de quererte y desearte como antes, siento que debería seguir obsesionado, pero ya no es así.

Fueron largos años de tristeza y presión. Te amaba, te amo y no supiste valorarlo, dijiste que no eras bueno para mí y debí creerte, dijiste que querías protegerme y ahora lo entiendo, dijiste que a veces el amor es demasiado ciego y es cierto. Dijiste que lo olvidara y continuara con mi vida y así lo hice… Pero no fue nada fácil.”

Dos años atrás:

¿Por qué no podemos estar juntos? Tus millones de explicaciones no tienen lógica en mi razonamiento, intentas protegerme y solo me lastimas más.

Miraba el horizonte, o trataba de imaginarlo. Sabía que era en esa dirección pero no podía confirmarlo, estaba encerrado en ese maldito lugar por un par de idiotas.

Quise ignorar esta parte de mi vida, pero es parte de mí y siempre lo será: Zayn. Él fue la causa de mis desgracias y de mis bendiciones. Lo amo y lo odio al mismo tiempo, sé que quiero volver a verlo, y juro que si así es no dudaría en besarlo y en golpearlo porque lo merece.

“Harry” llamó el médico. “Vamos, tienes que reunirte con el grupo” me insistió. Hacía millones que había oído aquello, pero me hacía el sordo a ver si alguna vez se cansaba de insistirme, pero jamás lo hacía.

“Solo quiero ir a casa” respondí inmóvil. Lo oí suspirar, a veces me costaba trabajo recordar que también le dolía mi estado.

“Jamás volverás a casa si no lo intentas” me animó.

“Estoy harto de intentarlo” me sinceré.

“Harry, no vas a bajar los brazos ahora” me ordenó.

“Yo haré lo que quiera y no puedes controlarme” le grité y me di la vuelta saliendo a toda velocidad. Él me persiguió, era inútil que quisiera escapar y lo deseaba tanto.

Detuvo mi huida saltando sobre mí, estaba teniendo una recaída y solía ser muy peligroso en esos días. Me aferró las manos al piso y detuvo mis piernas con las suyas.

“Escucha, sé que es difícil, para nadie es fácil… Pero no vas a huir de aquí, saldrás cuando tengas que hacerlo y eso depende de ti. Si no quieres hacer las cosas bien te pudrirás aquí, ¿has oído?” me miró, sabía que me había herido, pero era necesario para que retomara fuerzas. “Ahora levántate, estás llegando tarde” me tendió su mano y la tomé.

Sí, era un drogadicto en plena rehabilitación. Después de que rompí con Zayn, me puse tan mal que decidí que mi vida no funcionaba sin él, hice todas las mezclas posibles, una, dos tres veces y así hasta que una dio el efecto deseado y me volví adicto a la sensación de que todo estaba bien, necesitaba sentir eso.

Caminé vagamente por la calle en el peor estado y un auto me atropelló. Supongo que el matrimonio se apiadó de mí y me llevo a aquel sitio, me salvaron la vida.

“Aún recuerdo tus manos con ese delicado tacto acariciándome, la delicadeza con la que me besabas, la suavidad de tus labios, la pasión de tus embestidas y el placer de terminar en tus brazos. Recuerdo el sonido de tu voz en las mañanas al despertar a tu lado, siempre me preguntabas si me encontraba bien y mi respuesta todo el tiempo fue un “sí” ¿Cómo podría estar mal? Si estaba en tus brazos, si me sentía tuyo, todo mi cuerpo te pertenecía, tu olor se había convertido en el mío.

Y a pesar de todo, aún recuerdo con locura la vez que me dijiste inesperadamente que me amabas… Me habías hecho el hombre más feliz de la tierra, ¿lo sabías? Claro que no, porque luego te llevaste la mitad de mi ser contigo, me despegué de medio corazón con aquel portazo y terminé de destruirme cuando me llamaste llorando para despedirte. ¿Por qué te alejaste? Me lo estuve preguntando por estos últimos dos años. Te extraño, pero nos lo prometimos el día que rompimos: “Sigue con tu vida y yo seguiré con la mía… Y no hagas nada que te haga sufrir, eres demasiado bueno para eso”

Te lo prometí, y a partir de ese día, me propuse a olvidarte ¿Ya ves que no funcionó? Seguí con mi vida, y como me has hecho daño… Te juro por mi alma que jamás dejaré que me lastimes de nuevo.”

Cinco años después

POV Harry

Eran eso de las cinco de la mañana, y todavía limpiando mesas. Sí, eran mesero de un bar llamado Charlie’s. Siempre pensé que el nombre era un asco, pero era mi jefe y jamás le diría eso.

Charlie’s era un lugar grandioso de visitar, mi madre y mi hermana estuvieron contentos de que yo consiguiera este trabajo, pues este local tenía eventos en vivo, era como un gran teatro-que en vez de filas de asientos tenía mesas redondas tamaño mediano con cuatro sillas cada una. La madera era oscura y roñosa, pero daba el aspecto del “Viejo Oeste” que era la actitud que traían todos los que frecuentaban este lugar.

Casi estaba terminando, ya me faltaban pocas mesas, y así fui quitando y tirando las servilletas de papel usadas y arrugadas dentro del cesto de basura y pasando un trapo húmedo sobre su superficie, hasta terminar con todas. Dirigí mi vista hacia arriba, mi parte favorita: el escenario. Desde abajo se veía mágico, ese piano a un costado tenía un ángulo perfecto para que la luz le diera de una forma que lo hiciera ver celestial.

Subí y acaricié las teclas, una de las pasiones que había dejado atrás con mis problemas era el piano, lo había aprendido a tocar a los siete años y si hubiera seguido practicando en este momento sería uno de los maestros de este instrumento, lo amaba. Aunque la mayoría solía decir que la magia seguía intacta en mis dedos, yo la sentía lejana, ya no me hundía en sus tonos graves ni me elevaba en los agudos, ya no.

Hundí mis dedos en una nota, sonaba tan fría como mi alma en ese momento, antes tenía el corazón en la garganta con solo oírlo, ahora nada. Lo intenté nuevamente sin resignación alguna y allí sonó como deseaba, sonreí y comencé a improvisar una melodía, tal y como hacíamos con… Zayn.

“Tienes mucho talento para desperdiciarlo aquí” me dijo una voz en frente mío, levanté la mirada, pues la voz era idéntica a la de alguien, a la de él.

Levanté la mirada y allí estaba, sonriente y glorioso como siempre, la misma ropa que usaba hace unos cinco años atrás, la misma esperanza y preocupación en su mirada, la misma forma de hablar con suavidad y claridad como si siempre estuviera seguro de lo que iba a decir y como decirlo.

Lo vi acercarse y no supe si alejarme o quedarme allí, estaba tan petrificado con su presencia que olvidé tocar, olvidé como seguir… Hasta que sus manos se toparon con las mías y me llevaron a la nota correcta, su suavidad en el tacto siempre me había vuelto loco y no había cambiado ninguna sensación, de nuevo sentí esa chispa, ese toque eléctrico que me encendió completamente despertando cada fibra de mi cuerpo mientras subía su mano solo con su dedo índice recorriendo de mis dedos hasta mi hombro y pegándose firmemente a mis espaldas me susurró al oído con su aliento cálido y lujurioso.

“¿Alguna vez has hecho el amor con música de fondo?” cerré los ojos poniendo atención a cada palabra y sentí desfallecer.

“¡¡No te pago para que toques el piano, solo para que lo limpies!!” me sobresalté y giré desorientado, era Charlie. Volteé a mí alrededor buscando a Zayn, pero no estaba, no podría haber ido tan lejos, estaba aquí hace un segundo.

“Lo siento Charlie” me disculpé. Él solo volteó y me vio apenado, sé que no quiso preguntar para no incomodarme y estaba bien. “Mañana también estaremos hasta las cinco” me informó. “Por cierto, sonó muy bien” dijo refiriéndose al piano. Sonreí.

“Gracias, Charlie” y con eso se retiró.

Allí no lo pensé dos veces y lo busqué incansablemente con la mirada y luego me levanté y recorrí todo el escenario, sabía que estaba allí, tenía que estar allí.

“Charlie ya se fue” le informe. “Ya puedes salir, Zayn” me quedé en silencio. “¿Dónde estás?” pregunté esta vez con lágrimas en los ojos.