De policias y Piratas

Fuera del servicio

Un silencio incómodo se formo en el ambiente una vez cerrada la puerta. Pietro tomó de su botella y miró de reojo a Clint tomando café, como se llevaba la taza a los labios, esos malditos labios que no pudo quitarse de la mente desde la jodida fiesta. Lo volvían loco, rudos y fuertes como todo lo que era Barton. El susodicho tragó y el alterado volvió a tomar otro largo trago de su agua.

-¿No te cansas de tanto leer? Como si necesitáramos enterarnos de más catástrofes-

El arquero lo miró de reojo y volvió a su lectura. ¡Maldita sea como odia que lo ignore! Se dispuso a usar su velocidad para quitarle el diario pero a penas se levanto de la silla se dobló sobre sí mismo del dolor. Se sentó rápido para que el otro no notara su movimiento. No podía ser posible, ¡tenia una erección! Y tremenda erección. Tomo de su agua hasta casi vaciar la botella en un intento vano de calmarse, no lo entendía, esta bien que era joven y todo pero hace mucho había dejado de ser un puberto hormonado que se excitaba al ver entrenar al equipo de rugby o con el profe nuevo de literatura. Barton lo calentaba y mucho pero ponerse cachondo por verlo tomar café era demasiado. Dio otro sorbo y dejó la botella vacía en la barra. Tenía que tranquilizar su respiración, maldijo internamente por tener pantalones deportivos en ese momento, con toda la ropa linda que le había regalado Peper. Barton lo está mirando, jodeer, reconocía que quería provocarlo y que se lo folle como la vez anterior, pero esto era demasiado vergonzoso como para reconocerlo delante del rubio "Bueno, verás, es que te veías tan condenadamente sexy tomando café, mojando tus labios y tu nuez de Adán moviéndose de arriba hacia abajo de esa forma tan dura que me ha dado una erección" no, eso definitivamente no ayudaría a que el viejo deje de verlo como a un niño.

-¿estás bien Maximoff?-

-¿eh qué?- mierda el arquero lo miraba preocupado y el solo respondía como si le hubiesen preguntado la teoría de la relatividad.

-Estas todo rojo ¿no tendrás fiebre?- hizo el amago de acercarse pero Pietro lo detuvo.

-Aléjate Barton, estoy bien. No te pongas en plan mama pata conmigo-

-Déjate de tonterías niño, déjame ver- en un movimiento que el ojiazul no pudo esquivar, lo tomó del cuello y unió sus frentes para comprobarle la temperatura, el platinado estaba en llamas, sin embargo lo que más le sorprendió fue el gemido de necesidad que salió de la boca de Pietro con su movimiento.
La estupefacción del mayor no duro mucho ya que a penas la piel del agente hizo contacto con la suya (luego de profesar tan vergonzoso gemido) el alterado lo empujó lejos de él con tanta fuerza que provocó que ambos se hicieran para atrás, el menor saliendo del taburete y quedando parado en medio de de la cocina.

-Con un demonio, viejo. ¡Te dije que te alejaras! ¿quieres saber que me pasa? Tengo una erección, una maldita erección y es todo por tu estúpida culpa así que si no planeas ayudarme mejor déjame solo- exploto y se fue; ya tenia suficiente con la cercanía de Barton y ese inmensurable calor en la habitación que no hacia mas que subir.

Se tiro en la cama y metió la mano en sus pantalones para liberar su miembro. Comenzó a bombear rápido, duro, mojado, no tenía tiempo ni de bajarse bien los pantalones, solo quería terminar.

-¡Baargtooon!- gritó, contorsionándose, su propio esperma manchándole la remera y parte de su mentón de lo fuerte que fue el orgasmo. Todavía estaba normalizando su respiración cuando mira hacia abajo el desastre que estaba hecho y ve su miembro alzado como si nunca se hubiese corrido. Suspiró con frustración no solo por la humillante rapidez con la que se vino sino también porque seguía malditamente caliente.
Suspiró como por vigésima vez en un minuto y esta vez comenzó agarrando su miembro lentamente, desde abajo hacia arriba y viceversa, tironeo hacia abajo la punta y paso su dedo alrededor para esparcir el pre semen, bombeaba despacio tortuoso, gimiendo bajito, casi suspirando.